Por Leonardo Boix/Jordi Zamora
Un memorándum reservado de la Cancillería británica estableció una lista de “países clave” y “países de segunda división” entre los socios del G-20, que se reunirá en dos semanas en Londres. El documento “confidencial y altamente sensitivo” fue elaborado para que los empresarios y lobbistas sepan a dónde dirigir sus inversiones, pero los diplomáticos que lo produjeron exigieron que no sea divulgado “al público ni a la prensa”. El paper, al que tuvo acceso PERFIL, establece que el grupo de 11 miembros prioritarios será necesario “para facilitar la creación de medidas positivas ante la crisis internacional”.
Gran Bretaña relegó a Argentina al grupo de países de “segunda división” o “poca importancia” en la cumbre del G-20 del próximo 2 de abril en Londres, quitándole relevancia para que empresarios destinen aquí inversiones, según un documento confidencial del Foreign Office al que tuvo acceso PERFIL.
Un memorándum reservado de la Cancillería británica estableció una lista de “países clave” y “países de segunda división” entre los socios del G-20, que se reunirá en dos semanas en Londres. El documento “confidencial y altamente sensitivo” fue elaborado para que los empresarios y lobbistas sepan a dónde dirigir sus inversiones, pero los diplomáticos que lo produjeron exigieron que no sea divulgado “al público ni a la prensa”. El paper, al que tuvo acceso PERFIL, establece que el grupo de 11 miembros prioritarios será necesario “para facilitar la creación de medidas positivas ante la crisis internacional”.
Gran Bretaña relegó a Argentina al grupo de países de “segunda división” o “poca importancia” en la cumbre del G-20 del próximo 2 de abril en Londres, quitándole relevancia para que empresarios destinen aquí inversiones, según un documento confidencial del Foreign Office al que tuvo acceso PERFIL.
La información podría generar una guerra diplomática sin precedentes en medio de la crisis económica internacional. Argentina quedó relegada junto a México y Canadá, aliados de Estados Unidos y socios confiables, pero también junto a Turquía e Indonesia. Pero la banca argentina en un grupo de menor importancia diplomática (Tier 2) no incluye a Brasil, en una relegación de estatus no sólo de relaciones diplomáticas, sino también de inversión y empresarial.
El memo secreto reveló que Gran Bretaña está haciendo “lobby” diplomático y de negocios con un “grupo selecto” de 11 países “de alta prioridad”, un hecho que podría crear serias divisiones dentro de la esperada reunión en la capital británica.
El informe fue elaborado en diciembre pasado por la Oficina Central de Información del Foreign Office “para suplir a servicios de relaciones públicas para la cumbre de Londres”, confiaron a PERFIL fuentes diplomáticas. Las agencias de PR y lobbistas fueron invitadas a trabajar con empresas y ayudar al Foreign Office a hacer “lobby” con los países del G-20, lanzando campañas mediáticas e incluso asistiendo en “momentos de tensión para los medios de prensa”. “El objetivo central de las relaciones públicas es elevar el perfil de la cumbre ante la población y los formadores centrales de opinión, para facilitar la creación de medidas positivas ante la crisis internacional”, según el informe secreto.
Las agencias postulantes fueron informadas por el gobierno británico que el documento era “confidencial y altamente sensitivo”, y se les exigió “no divulgarlo al público en general ni a los medios de prensa”. Los esfuerzos de lobbistas “se enfocarán principalmente en 11 países de alta prioridad”, que, además de Gran Bretaña, incluyen a Estados Unidos, Japón, Alemania y Francia –que son considerados clave– y también a China, India, Italia, Sudáfrica, Corea del Sur, Brasil y Arabia Saudita. Rusia y Australia también fueron relegados, pero el informe aclara que son países que no necesitan una agenda especial, por su importancia.
Consultada por PERFIL, una fuente del Foreign Office, la Cancillería británica, que pidió mantener su nombre bajo anonimato, confirmó la información del memorando secreto y dijo que “los 11 países del primer grupo son más importantes por prominencia y escala, pero no por el desempeño objetivo de sus gobiernos”. “No es una jerarquía firme de los países más importantes en las relaciones políticas de Gran Bretaña. Es lamentable que este listado haya salido a la luz, pero no es algo definitivo ni absoluto”, agregó la funcionaria británica.
La postura del memorando contradijo a Shan Morgan, la embajadora británica en Argentina, quien el martes pasado en un encuentro con la prensa sostuvo que “la Argentina ha participado en los grupos de trabajo y sus contribuciones han sido valiosas”. “Dos ministros británicos, de la Cancillería y el Tesoro, nos visitaron en febrero y en ambas ocasiones la calidad de diálogo con las autoridades argentinas ha sido formidable. Argentinos y británicos tenemos un amplio acuerdo en una gran cantidad de temas”, agregó.
Desde Londres, Paul Blackmore, a cargo de temas de exportación con Argentina en el Ministerio de Inversión y Comercio británico, se mostró muy sorprendido por el memorando secreto y su categorización de países, y prefirió no hacer comentarios al respecto. “No quiero hablar sobre esto. No tengo conocimiento de este documento”, dijo distante a PERFIL el funcionario inglés de negocios.
Tras la polémica, el portavoz de Asuntos de Exterior del Partido Conservador, William Hague, declaró que el calificar como “de segunda categoría” a países como Argentina o Canadá antes del comienzo de la cumbre en Londres “envía un mensaje completamente equivocado”.
“En particular es erróneo para ex colonias británicas (países del Commonwealth) como Canadá que queden incluidas en el grupo de segunda categoría. Lo mismo que para países en desarrollo cuyas poblaciones serán las más golpeadas potencialmente por la crisis global económica”, agregó.
La publicación del documento secreto llega en un muy mal momento para el gobierno británico, que ayer recibió en Londres a ministros de Finanzas del G-20 para una cumbre económica de dos días, que busca fijar las pautas de la cumbre. El ministro de Exteriores británico, David Miliband, trató de bajar las expectativas por la cumbre, y dijo que no sería sensato esperar que la cita de jefes de Estado y de gobierno del G-20 “solucione todos los problemas”.
“Hemos sido cuidadosos a la hora de no suscitar unas expectativas que no se puedan cumplir. Una conferencia de un día no soluciona los problemas del mundo”, dijo Miliband en declaraciones en el Foreign Office.
Según el canciller británico, el objetivo principal de la reunión de abril será “fijar un nuevo rumbo y tomar decisiones concretas que mejoren la vida de las personas; ésa es la prueba para nosotros”. El jefe del Foreign Office rechazó además que existan divisiones entre Europa y Estados Unidos, en referencia a los diferentes enfoques que Washington y la Unión Europea quieren dar a las posibles soluciones de la crisis. “El papel de los gobiernos es involucrarse”, subrayó.
También se mostró confiado que la cumbre “servirá para regular y supervisar mejor los mercados financieros, pero también para impulsar un comercio más abierto y justo y cimentar el desarrollo” y agregó que la agenda “incluirá asuntos relacionados con la coordinación macroeconómica, el desarrollo y el comercio, y sobre cómo construir una recuperación basada en una economía menos contaminante, que es la única posibilidad sostenible”. Finalmente, pidió impulsar el papel y los recursos de los organismos financieros internacionales, sobre todo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que este último “contribuya a la solución”.
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