jueves, 19 de marzo de 2009

Alstom busca que el gobierno reflote la construcción del Tren Bala


Crisis mundial con ingredientes cada vez mas locales, mercados financieros internacionales inaccesibles para la Argentina y un año político que promete grandes nubarrones para el kirchnerismo amenazan con enterrar definitivamente la construcción del tren bala o tren de alta velocidad (TAVE), para unir las ciudades de Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
El tren de alta velocidad de Alstom debería unir en dos horas la Capital Federal con Rosario y Córdoba. Se trata de una obra que implicará para el Estado un endeudamiento de u$s 3.800 millones y que en el grupo Veloxia, que en enero de 2008 se adjudicó su construcción, todavía defienden. “Nos interesa construir el tren de alta velocidad, ya que sería el primero en América latina, y además le permitiría al Gobierno encarar una obra de infraestructura que generará miles de puestos de trabajo en un momento de crisis”, sostuvo Pablo Amorrortu, vocero de Veloxia y costumer Director de Alstom.
La empresa francesa es, junto a las locales Emepa y Iecsa, y a la española Isolux, miembro de Veloxia. Para hacer frente al costo de la obra, este grupo armó una inusual ingeniera financiera junto al banco francés Natixis basada en un crédito a 30 años garantizado con la cesión de títulos públicos. La primera colocación de estos bonos debería haberse lanzado en octubre por u$s 670 millones. Pero la crisis hizo que fuera postergado hasta junio.

En Veloxia barajan tres alternativas para cuando venza ese plazo: que el Gobierno postergue nuevamente la colocación de los bonos a la espera de un mejor clima financiero; que decida encarar la obra con fondos propios; o que se rescinda la concesión.Fuentes oficiales estiman que este año sería difícil pagar por la emisión de esos bonos una tasa similar a la establecida cuando se adjudicó la obra que era del 9%.

De hecho, no se animan a realizar un nuevo cálculo debido a la volatilidad de los mercados y a que el riesgo país ha sufrido un aumento significativo desde que se inició la crisis.También descartan el uso de fondos del Tesoro o del Anses para encarar la obra. “Sería un suicidio político”, exageran.Sin quórumY además reconocen que varios miembros del gabinete ya aconsejan con olvidar el TAVE, por lo menos hasta que el clima de tensión se despeje, aunque nadie se anima a calcular cuántos meses deberán pasar para que se pueda reflotar un proyecto que, desde que fue anunciado, despertó críticas.

Reconocen que cuando en enero del año pasado Veloxia ganó la concesión de la obra, la presidenta Cristina Fernández lo anunciaba como un “proyecto emblemático”. Pero aseguran que un año después hay en el Gobierno quienes no quieren hablar más del tren. Saben que, mas allá de las complicaciones financieras, en un año electoral como éste el kirchnerismo no tiene la fortaleza para defender la obra ni siquiera en las filas propias.Igual, el vocero de Veloxia insiste en defender la obra. “Para nosotros es una gran apuesta y estamos preparados para empezar cuando el Gobierno lo defina”, aseguró ante El Cronista.

Por eso en Veloxia manejan una alternativa para bajar el costo del proyecto: que la obra se construya en dos tramos. Es decir, iniciar el trazado Buenos Aires-Rosario, y dejar para mas adelante el tramo Rosario-Córdoba. “Así, la inversión bajaría a la mitad y se puede esperar que los mercados internacionales se normalicen y entonces estructurar los bonos y terminar la obra”, dijo Amorrortu.

Fuente y foto: El Cronista

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