Por: Nora Sánchez
Planean terminales techadas de colectivos en las calles Brasil y Garay y estacionamiento para autos particulares bajo la plaza. Habría además galerías para conectar las paradas de trenes, subte y micros.
El Gobierno porteño ya le dio el visto bueno a un proyecto privado para refuncionalizar Constitución como un centro de trasbordo, que estaría delimitado por las calles Lima, Cochabamba, Bernardo de Irigoyen y Caseros.
Planean terminales techadas de colectivos en las calles Brasil y Garay y estacionamiento para autos particulares bajo la plaza. Habría además galerías para conectar las paradas de trenes, subte y micros.
El Gobierno porteño ya le dio el visto bueno a un proyecto privado para refuncionalizar Constitución como un centro de trasbordo, que estaría delimitado por las calles Lima, Cochabamba, Bernardo de Irigoyen y Caseros.
La propuesta, que fue elevada para su tratamiento en la Legislatura, consiste en construir una terminal urbana techada sobre la calle Brasil, con dársenas en la avenida Juan de Garay y estacionamientos para ómnibus en los predios bajo la autopista. También prevé hacer una galería peatonal de interconexión subterránea entre los distintos transportes y estacionamientos bajo tierra para 1.600 autos. La inversión ascendería a casi $ 125 millones.
El proyecto del Centro de Transbordo Constitución -que propone un profundo cambio en la circulación en Constitución, interconectando las diferentes áreas donde se detienen los colectivos con el tren y la línea C del subte- fue presentado por Cometrans, una firma conformada por varias empresas de transporte y cuyo principal accionista es el grupo Plaza-Cirigliano. El grupo económico lo impulsa bajo el Régimen de Iniciativa Privada, que permite a los privados proponer proyectos de infraestructura. Si la Legislatura lo aprueba, habrá un llamado a licitación, pero Cometrans tendrá preferencia a la hora de la adjudicación, siempre y cuando su oferta no supere a la mejor calificada en más de un 5%. Una vez adjudicada la obra, el plazo de ejecución sería de 24 meses. Y después la empresa tendría la concesión por 25 años.
En los tramos de Brasil y Garay que pasan frente a la estación proponen hacer una terminal techada de colectivos para los que salen y pasan por la zona. Mientras, en los predios bajo autopista entre Garay y avenida Caseros ampliarían la ya existente playa de estacionamiento y espera de ómnibus para las líneas que terminan en Constitución. El plan también proyecta galerías subterráneas de interconexión con locales y patio de comidas y la construcción de dos subsuelos bajo la plaza para montar un estacionamiento para autos particulares. Según Cometrans, el objetivo es que los automovilistas provenientes de la zona sur dejen allí sus vehículos y sigan su viaje en colectivo o subte.
Más allá de la infraestructura, Cometrans propone reorganizar la circulación de los colectivos en la zona y eliminar los vehículos de transporte no autorizados, que en la actualidad operan en Constitución. Sin embargo, se dejarían corredores para vehículos particulares. Al mismo tiempo, el proyecto incluye la recuperación de la plaza y la eliminación de los puestos de venta clandestinos. Además, pretende distribuir cámaras de video que serían controladas desde un Centro de Seguridad, que también contaría con personal propio. La Policía tendría su propio local.
Cometrans calcula una inversión de $ 124.952.100 para diseñar y construir el proyecto, que financiaría en forma privada. A cambio, obtendría la concesión gratuita para administrar y explotar el centro por 25 años. Según el Gobierno porteño, la empresa presentó una carta de compromiso de financiamiento del Banco Macro.
La Dirección General de Gestión de Inversiones, que depende del jefe de Gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta, declaró al proyecto de interés público. Antes, la Subsecretaría de Transporte le pidió a Cometrans un estudio de tránsito y que reformulara el proyecto contemplando la reciente puesta en valor de la estación Constitución y una propuesta paisajística para la plaza. La empresa cumplió. Como se trata de una concesión de obra sobre inmuebles del dominio público, ahora el Ejecutivo envió el proyecto a la Legislatura, donde deberá pasar por las comisiones de Planeamiento Obras Públicas y Presupuesto."El proyecto de ley tiene un único artículo que es un llamado a licitación que contempla una concesión por 25 años -cuenta la diputada kirchnerista Silvina Pedreira, presidente de la Comisión de Planeamiento-. El 10 de febrero enviamos un pedido de informes al Ejecutivo para que amplíe los datos, pero aún no respondió. Hay que ver bien en qué consiste y qué pasaría con el entorno".
Fuente: Diario Clarín
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