Las fragatas del Tipo 23, en uso en la marina chilena y de origen ingles, tienen una eslora o largo de 133 metros y desplazan 4.500 toneladas a plena carga, con una tripulación de 174 marinos y 12 oficiales.
Concebidas originalmente como plataformas de lucha antisubmarina, el diseño hidrodinámico de su casco se combina con un sistema de propulsión eléctrico CODLAG –que las hace particularmente silenciosas a baja velocidad- permitiendo explotar al máximo las capacidades de detección de sus sensores antisubmarinos.
La planta motriz principal de las fragatas del Tipo 23 está conformada por dos turbinas de gas Rolls Royce Spey SM1A de 34.000hp y dos motores eléctricos Alstom 1.5MW de 4.4000hp, y también disponen de cuatro motores auxiliares diesel Alstom Paxman Valenta 12 RP2000CZ 1.3MW de 7.000hp. Con propulsión diesel-eléctrica estas naves desarrollan una velocidad económica de 15 nudos, que les permite cubrir una distancia de 7.800 millas náuticas, mientras que su velocidad máxima es de 28 nudos.
Aparte de estar equipadas con sonar de casco activo/pasivo bajo la proa, las fragatas del Tipo 23 también están configuradas para operar con un radar remolcado de tipo pasivo, que también incrementa substancialmente tanto el alcance como las capacidades de detección y discriminación del sensor.
Las armas anti-submarinas de a bordo incluyen cuatro lanzadores de torpedos ligeros anti-submarinos, con un alcance de 11 km a una profundidad de 750 metros. Sin embargo, las capacidades de lucha anti-submarina de la nave son substancialmente incrementadas por el helicóptero embarcado.
Las armas anti-submarinas de a bordo incluyen cuatro lanzadores de torpedos ligeros anti-submarinos, con un alcance de 11 km a una profundidad de 750 metros. Sin embargo, las capacidades de lucha anti-submarina de la nave son substancialmente incrementadas por el helicóptero embarcado.
En el caso de la Armada de Chile, se tratará de helicópteros medianos AS 532SC Super Puma, que están armados con sus propios torpedos ligeros anti-submarinos y cargas de profundidad. Además de contar con su propio sonar de inmersión para detectar y seguir submarinos, los Super Puma están también equipados con radar de rebusca de 360 grados y misiles anti-buque AM-39 Exocet.
Sin embargo, las fragatas del Tipo 23 están también bien configuradas para la lucha de superficie. Su principal arma anti-buque son ocho misiles Harpoon, con un alcance de 90 km, que están instalados en dos montajes cuádruples.
Un cañón de 114mm provee una capacidad de fuego naval contra naves y blancos costeros, con un alcance regular de 22 km, que puede ser extendido a 27 km con munición especial. El cañón también tiene una capacidad anti-aérea, con munición de fragmentación por proximidad, para un alcance de 6 km. Pero la principal arma anti-aérea de estas fragatas es el misil Seawolf en su versión VLS de lanzamiento vertical, con un alcance efectivo de 6 km.
Para barrido de superficie y descubierta aérea cuentan con un radar 3-D del Tipo 996, que es suplementado por dos radares de control de fuego del Tipo 911. También dispone de un radar de navegación del Tipo 1007.
El set de contramedidas incluye cuatro lanzadores de señuelos anti-misil de 130mm, en montaje de seis tubos, y un señuelo anti-torpedo remolcado del Tipo 182.
El set de contramedidas incluye cuatro lanzadores de señuelos anti-misil de 130mm, en montaje de seis tubos, y un señuelo anti-torpedo remolcado del Tipo 182.
Fuente: Enfoque Estrategico
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