LPO - El nuevo barrio en la ex Ciudad Deportiva de la Boca y el Shopping de Caballito no se tratarán este año.
El 2018 no traerá buenas noticias para Eduardo Elsztain desde la Legislatura porteña. Ni Solares de Santa María, ni el shopping de Caballito, ni una nueva concesión del Buenos Aires Desing avanzarán este año, por un veto explícito a los intereses del dueño de Irsa de la diputada Lilita Carrió.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, explicó a sus legisladores que si bien el proyecto de recuperación e integración urbana de los terrenos de la ex Ciudad Deportiva de la Boca es bueno para la Ciudad, decidió priorizar la alianza con Carrió y evitar que se produzca una fractura en la Legislatura, si se lo pone a consideración.
La iniciativa de Elsztain plantea la creación de un nuevo barrio de 70 hectáreas frente al río que conectaría La Boca y Barracas con Puerto Madero. El empresario, dueño de esos terrenos, aceptó luego de duras negociaciones, ceder lo más valioso: Toda la línea de terrenos frente al Río quedará para construir un parque. Además se construirá una sala de salud, una escuela y se abrirán calles y avenidas, entre otras mejoras a cargo de Irsa.
Sería por lejos el proyecto urbano más importante de la Ciudad, con una inversión prevista de 2.000 millones de dólares y la creación de unos 20 mil empleos directos e indirectos. Sin embargo, ninguno de estos argumentos ablandó la férrea oposición de Carrió, que arrastra con Elsztain una pelea que ni los más hábiles intermediarios lograron suavizar.
"Como está planteado es un negocio inmobiliario para un particular sin un convenio urbanístico claro y sin una ley plusvalía", critican desde el bloque de la Coalición Cívica. Argumentan que con la rezonificación que apruebe la Legislatura, el valor del terreno aumentará cinco o seis veces.
Si bien es cierto el argumento, también es verdad que el desarrollo de unos terrenos que hoy son baldíos abandonados, aportaría a la Ciudad millones por el pago de ingresos brutos y ABL que implicaría la construcción de un barrio de tanto poder adquisitivo como Puerto Madero, que además incluiría un shopping.
Pero el veto de Lilita excede el proyecto emblema de Elsztain y abarca las otras dos iniciativas que tiene el empresario para la Ciudad y requieren la aprobación de la Legislatura: la creación de un nuevo shopping en Caballito y la convocatoria a una nueva licitación del Buenos Aires Design de la Recoleta, que permita amortizar las inversiones que le están reclamando.
El Design, cuya concesión vence el 2019 puede convertirse en un banco de pruebas para aplicar el nuevo Código Civil en la Ciudad a cambio de importantes inversiones. "El derecho de superficie, como está planteado, permite ceder el uso de una superficie por hasta 70 años. Los plazos actuales son 20 o 30. Es una oportunidad", comentaron a LPO desde el gobierno.
La posición de Macri
"Esto sólo podría destrabarlo una orden directa de Macri", reconocieron a LPO en el bloque oficialista.
El presidente está desesperado por conseguir inversiones y 2.000 millones de dólares volcados a la economía real no son para despreciar. Pero como él mismo le dijo a Elsztain, no está en condiciones de soportar un choque con Carrió. "Lo lamento, pero no me puedo pelear con Lilita", fueron sus palabras.
"Esto sólo podría destrabarlo un pedido directo de Macri", reconocen en el bloque del PRO. Sin embargo, el presidente le dijo a Elsztain: "Lo lamento, no me puedo pelear con Lilita".
Esa situación le impide al PRO buscar apoyos en otros bloques de la Legislatura, que conseguiría muy fácilmente.
"Es una decisión inteligente del Jefe de Gobierno no tensar la cuerda en un tema tan sensible y que tengamos votar distinto", señalaron a LPO desde la Coalición Cívica.
La oposición de la Coalición Cívica a apoyar "cuestiones" inmobiliarias fue uno de los temas de conversación antes de que el partido terminara por integrar el bloque oficialista. Incluso la posición de la CC llegó a los oídos del propio Presidente. "Lilita se lo planteó directamente a Rodríguez Larreta y a Macri. Hay cosas que no podemos convalidar", aseguraron.
Elsztain y Macri se conocen hace décadas y su relación ha tenido altibajos, como le pasa al presidente con los principales empresarios del país, con los que a veces parece competir y plantear tensiones más propias de rivalidades de pares, que de un jefe de Estado con hombres de negocios del país que le toca administrar.
Continua la maquina de impedir. Humm, Carrió...
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