Como parte del salvataje y después del anuncio de la firma sobre la cesación de pagos, pretendería convertirse en acreedor de U$S 950 millones por obras no cobradas. Gestión para refinanciar IVA y Ganancias a pymes.
El día después de comunicar la cesación de pagos de cuotas de capital e intereses de Obligaciones Negociables y a todos sus acreedores financieros por atrasos en el cobro a clientes con “contratos significativos” que le deja un lastre de U$S 1.200 millones, el Gobierno nacional define la modalidad del salvataje financiero para aliviar a Impsa.
Esto incluye absorber la acreencia de la multinacional mendocina con los gobiernos de Brasil y Venezuela por casi 950 millones de dólares, mientras en el orden local la Provincia intercede ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para amortiguar la situación de pymes proveedoras del holding forzadas por montos sin cobrar que, en ciertos casos, llegan a $ 2 millones. Esperan, así, diferir y renegociar IVA y Ganancias.
La “gestión de cobranza” que asumiría el Gobierno nacional frente a los de Dilma Rousseff y Rafael Maduro es parte de un acuerdo hasta ayer fraguándose como parte de un salvataje tripartito. Sin duda, el componente sustancial para revertir el default, complementado con subsidios para sostener 1.000 puestos de trabajo en Mendoza y un programa de diferimiento impositivo hasta 2015.
Al día de hoy Brasil le debe a Impsa alrededor de U$S 300 millones en concepto de cancelación de un parque eólico de más de 200 megavatios en Santa Catarina mientras que Venezuela mantiene un saldo cercano a U$S 250 millones por la ejecución de la represa de Tocoma.
“Esto es algo que va día a día. Tenemos licitaciones que atender, no todos podemos correr detrás de la pelota”, admitió con medido optimismo Rubén Valenti, vicepresidente de Impsa, sobre el reparto de roles en las gestiones.
El cobro de un contrato eólico de Energimp de más de 200 MW, en el estado de Santa Catarina, que la empresa estatal brasileña de energía Eletrobras debió cancelar en 2011, alteró el flujo de caja de Impsa (a través de Wind Power Energy, de la sociedad Venti Luxemburgo) y también su modelo de negocio: construir parques eólicos y venderlos en marcha. Aún así, el grupo mendocino pone fichas a 2 contratos por U$S 750 millones para instalar aerogeneradores en la localidad de Furnas.
En tanto, ya puso en venta buena parte de sus activos, que en Brasil excluye por ahora a su planta de fabricación en el esado de Ceará y espera incorporar algún socio capitalista de peso. En una lista de negociaciones iniciadas está, entre otros, la japonesa Toshiba.
Extraoficialmente, y siempre que el combo inicial de medidas para revertir el default (cobranza de contratos, diferimiento impositivo, subsidio de salarios) no sea 100% efectivo, hasta ayer no se descartaba avanzar en una “estatización” parcial del pasivo de Impsa.
Oficialmente, en el Gobierno nacional, con la ministra de Industria Débora Giorgi como referente, hay una “instrucción general de atender la situación de Impsa”. Mientras, desde la compañía notificaron estar “evaluando la situación operacional y financiera, y elaborando un plan que tenga en cuenta sus posibilidades. El propósito es que resguarde el valor de la compañía, le de sustentabilidad operativa y financiera, y promueva la continuidad de puestos de trabajo”.
Gestión por pymes y empleos
Mientras tanto, al menos un grupo de 20 pymes proveedoras del grupo Pescarmona tienen pendientes de cobro facturas de un año o más que acumulan desde $ 200 mil a $ 2 millones como máximo, y que ya complican sus finanzas. Por eso, a la espera de alguna señal acerca de cómo y cuándo se cancelarán (“consideramos la situación pero no tenemos la máquina de imprimir billetes” reflexionaba una fuente de la compañía ayer), algunas ya formalizaron presentaciones ante la AFIP para refinanciar deudas de IVA y Ganancias que llegan a $ 400 mil, y un diferimiento impositivo que, incluso, se planteó en una reunión del Consejo Federal de Trabajo, el jueves 11 en San Juan.
Con preocupación, uno de los empresarios pyme afectados resumía: “No se cobran los trabajos ya realizados y tampoco podemos seguir facturando, pero hay que pagar los impuestos igual”.
A falta de efectivo, algunos lograron cerrar canjes por materiales para no descapitalizarse. “Impsa es una parte, pero está complicado para todos, teniendo en cuenta que desde hace un año no hay demanda de trabajos. Igual, los argentinos no nos podemos permitir que la madre de la metalmecánica de Argentina se pierda, con el conocimiento y la ingeniería que provee desde hace años con origen en Mendoza”, reflexionaba ayer Daniel Gentili, de Othala S.A.
No obstante, en el sector insisten en que la cuestión de fondo no es el salvataje. Para Julio Totero, de Asinmet, “cualquier cosa que llegue, sostenimiento del empleo o diferimiento impositivo, es una aspirina para la enfermedad. Lo que se necesita es mejorar flujo de ingresos y nuevos proyectos”.
Durante la mañana de hoy se sentarán a la mesa representantes de Impsa, de la UOM y la Subsecretaría de Trabajo, para definir la llegada de los Repro ($ 2 mil por trabajador) y qué herramienta del procedimiento preventivo de crisis regirá para evitar despidos.
“Habrá que ver cómo afecta la cesación de pagos, pero la premisa es despidos cero hasta fin de año. Igual, la ayuda en ciernes es mucho más amplia que los Repro”, consignó el subsecretario de Trabajo, Rubén Boris.
La Bolsa la transfiere a “rueda reducida”
La Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) transfirió ayer a “rueda reducida” las Obligaciones Negociables (ON) de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), un día después de que la empresa anunciara que no pagará en término los vencimientos de su deuda corporativa. Esto es una acción estipulada de el reglamento de La Bolsa (artículo 37 al 41) en base al anuncio de la empresa en cuanto a su estado financiero.
La advertencia de la BCBA llegó luego de que Impsa reportara a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que postergó el pago, previsto para el 18 de este mes, de intereses correspondientes a sus ON clases X y XI, así como también el de las cuotas de capital e intereses de todas su deuda corporativa en circulación y de sus restantes obligaciones con acreedores financieros.
La BCBA reportó esta tarde que “ha dispuesto transferir a rueda reducida la cotización de los valores negociables de Industrias Metalúrgicas Pescarmona Sociedad Anónima, Industrial, Comercial y Financiera (Impsa), por aplicación de lo establecido en los artículos 39 inciso a) y 41 inciso b) del Reglamento de Cotización”.
Impsa había explicado el lunes a la CNV que postergó los pagos “debido a su situación financiera y, como consecuencia, de los atrasos sufridos en las cobranzas a algunos clientes en contratos significativos, sin perjuicio de continuar con las gestiones para revertir esta situación”. “Conforme ha sido informado, la Sociedad se encuentra evaluando su situación operacional, comercial y financiera, y elaborando un plan que tenga en cuenta sus posibilidades financieras y brinde sustentabilidad a su negocio”, había señalado Impsa. DYN
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