Por Deautos
Dos nuevas pick-ups fueron enviadas por Toyota a la base Marambio, donde hay temperaturas que llegan a los -45°C. Las modificaciones que incorporan y cómo es su funcionamiento.
La vida en la Antártida no es fácil. Los que viven allí son profesionales que pasan un determinado tiempo y después vuelven. Las poblaciones existentes en la zona argentina son bases militares y científicas dedicadas a tareas de investigación. En ese contexto de blanco eterno, hay vehículos especialmente diseñados para esos climas. Pero también otros como los que vemos diariamente en nuestras calles.
Es el caso de la Toyota Hilux, que presta servicios en la Antártida desde hace 12 años. En esta oportunidad llegaron dos nuevas unidades que, enviadas desde la planta que la marca japonesa tiene en Zárate, se suman como vehículos de apoyo y de socorro para la base Marambio, cumpliendo tareas de ambulancia, de traslado de personas entre la base y los vuelos, y de servicios de comunicaciones. Son pick-ups adaptadas para el ámbito tan particular en un lugar tan cercano al Polo Sur.
Las Hilux antárticas cuentan con sistemas de calentamiento en el bloc del motor y en el sistema de refrigeración, para evitar el congelamiento de los fluidos. Esos calefactores deben conectarse a la red eléctrica antes de poner en marcha el vehículo. Por esa razón es que también los propulsores de estos vehículos, una vez en marcha, no se apagan. Y de eso surge una curiosidad: a estas camionetas no se les controla el desgaste por los kilómetros recorridos, sino por las horas de uso, al estilo de máquinas industriales.
Estas pick-ups recorren alrededor de 500 kilómetros en tres meses de utilización, “lo que equivale a un viaje por mes desde la Plaza de Congreso hasta Zárate”, ejemplifica Toyota al unir el punto de inicio de las rutas argentinas con el sitio de su complejo industrial. Pero al mismo tiempo permanecen en marcha horas y horas diariamente.
Las Hilux tienen cubiertas especiales con clavos de tungsteno, para mejor adherencia sobre las superficies heladas. Para mantener el calor adentro, disponen de ventanillas de doble vidrio templado y una aislación térmica con poliuretano expandido en piso, laterales y techo. También cuentan con particularidades como una segunda batería conectada en paralelo o una escotilla superior, que sirve como respiradero pero también como salida de emergencia si las puertas quedan trabadas por nieve en una tormenta violenta. Otros equipamientos útiles y especiales son una eslinga y cadenas para las ruedas, por ejemplo.
Asimismo, la unidad que funciona como ambulancia cuenta con sus propios elementos exclusivos. Por ejemplo, tubo de oxígeno con manómetro, tabuladora y máscara; camilla de aluminio con patas rebatibles, respaldo ortopédico y colchoneta con cinturones de seguridad; botiquín de primeros auxilios y tensiómetro portátil.
Es así que la Hilux se convirtió en el único vehículo para todo tipo de asistencia en la base Marambio. Su mantenimiento, complejo por cierto, es realizado directamente por su personal, capacitado especialmente por Toyota Argentina. No hay otra forma de disponer de estos vehículos que prestan asistencia al establecimiento dependiente de la Fuerza Aérea Argentina, donde no es chiste trabajar a temperaturas de 45°C bajo cero.
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