El
máximo tribunal no aceptó la apelación de la Argentina y ratificó el
fallo del juez Griesa; además, habilitó a los fondos buitre a acceder a
los registros bancarios para localizar activos financieros del país y
avanzar con los embargos
NUEVA YORK.- La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos decidió excluirse de la pelea
entre la Argentina y Paul Singer, dueño de los fondos Elliot
Management y NML Capital, dejando al gobierno de Cristina Kirchner en el
peor de los escenarios posibles, frente a un dilema que intentó eludir a
toda costa: pagarles a los fondos buitre o llevar al país a un nuevo
default.
El rechazo del máximo tribunal a la apelación de la Argentina dejó en firme la decisión de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, que había confirmado a su vez un mandato judicial del juez Thomas Griesa que le ordenó al Gobierno pagarles a los fondos Aurelius, NML y un grupo de 13 ahorristas US$ 1330 millones más intereses en efectivo.
"El tribunal más alto de Estados Unidos ha hablado. Ahora es el momento para que la Argentina honre sus compromisos con sus acreedores, que beneficiaría a la economía argentina y a su posición internacional", dijo NML, en una escueta reacción poco después de conocerse la decisión judicial.
La derrota fue doble. La Corte también se expresó en contra de la Argentina en el caso llamado "Discovery", con lo cual les dio a los fondos acceso a registros bancarios para localizar activos financieros de la Argentina para embargar y cobrar su deuda.
El fallo de Griesa le prohíbe a la Argentina pagarles a los acreedores que participaron de los canjes de 2005 y 2010 si no les paga también a los demandantes. "La Argentina no va a defaultear su deuda reestructurada", prometió anoche Cristina Kirchner, en un mensaje transmitido por cadena nacional. Sin explicar cómo se realizarán los pagos, la Presidenta dejó un mensaje mixto: dijo que la Argentina quiere pagar "el 100 por ciento de su deuda", pero, a la vez, aseguró que el país no puede ser sometido "a semejante extorsión".
Toda la atención quedó puesta en la medida cautelar, llamada stay en la jerga judicial norteamericana, que había congelado la orden judicial de la cámara a la espera de la decisión de la Corte Suprema. El futuro del stay depende ahora de la Corte de Apelaciones, que podría levantarlo en cualquier momento. De hecho, NML presentó ayer un escrito a ese tribunal para informar la decisión a su favor con el fin de apurar ese trámite.
La Argentina puede ganar tiempo si presenta un pedido de reconsideración ante la Corte Suprema, llamado rehearing, aunque casi seguro sería rechazado. Los tiempos procesales podrían estirar el stay más allá del 30 de junio, cuando vence el próximo pago de la deuda argentina en el exterior.
Pero esa postergación no está garantizada. "No se debe asumir que la Argentina puede pasar esa fecha límite simplemente pidiéndole a la Corte una nueva audiencia del caso. La Corte de Apelaciones puede levantar la medida cautelar cuando quiera", dijo a LA NACION Mark Weidemaier, profesor de la Universidad de Carolina del Norte en Chappel Hill.
Ayer, la pregunta de todos era la misma que se instaló desde agosto del año pasado, cuando la Corte de Apelaciones falló en contra del país: ¿habrá negociación o un nuevo default? Antes del discurso presidencial, un ejecutivo de un fondo de inversión de Wall Street se recostó en el cambio de postura que ha mostrado el Gobierno en el último tiempo para ensayar una respuesta. "Lo más importante es ver si la Argentina se va a sentar con Elliot o no. Ése es el único escenario relevante ahora. Un default va a ser muy doloroso para el país. Cristina, sabiendo que se va a su casa, no se me ocurre que sea capaz de esto", explicó.
El impacto de la decisión del máximo tribunal se sintió en el precio de las acciones y de los papeles de la deuda, que sufrieron caídas de hasta 13%. Pero a pesar de las bajas, algunas casas de inversión mantenían su recomendación de comprar títulos de la deuda, sobre todo Bonar o Discount que operan bajo la ley argentina. "Siempre hemos recomendado comprar bonos de la deuda de la Argentina, sobre todo los de legislación local. Y lo continuamos haciendo. Este tema va a pasar", afirmó Michael Roche, estratega de mercados emergentes de Seaport Group.
Un informe de Citigroup que circuló ayer unas horas después de conocida la decisión de la Corte daba cuenta del impacto que significaba para los bonos, al afirmar que era un "gran golpe para las expectativas sobredimensionadas del mercado". Ese informe ofrecía dos escenarios alternativos como los más posibles: un "default técnico" si el país decidía seguir una línea dura y desoír a la justicia de Estados Unidos o una negociación con Elliot.
Derrota judicial sin atenuantes
- La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el pedido de la Argentina para que el tribunal revise los fallos adversos de primera y segunda instancia en el juicio contra el país iniciado por los fondos buitre
- Al rechazar la apelación, la Corte ratificó una condena adoptada por un tribunal de Nueva York en favor de los fondos NML Capital y Aurelius, que se negaron a sumarse a las reestructuraciones de la deuda argentina de 2005 y 2010
- Además, en una votación de 7-1, el tribunal dijo que los acreedores podían usar las cortes estadounidenses para forzar a la Argentina a revelar dónde tiene bienes en el mundo para eventualmente embargarlos y asegurarse el cobro
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