El
silencio y las persianas bajas en varias cuadras de la popular calle
Necochea, entre Brandsen y Pedro de Mendoza, en La Boca, le colgaron el
cartel de "recuerdo" a la vida agitada que supo tener esta arteria en
tiempos no tan lejanos. O sí: cuando en la década del 50 era el paso
obligado de marineros y turistas en busca de cantinas, cigarrerías e
incluso burdeles.
Render que muestra cómo quedará Caffarena y Villafañe, otra esquina de La Boca que será modificada, como Necochea. Foto: Gentileza GCBA |
El Ministerio de Desarrollo Económico invertirá unos 10 millones de pesos para remozar estas cuatro cuadras, más otras obras similares que se harán en varias calles del barrio. Incluso, tras varias reuniones con propietarios y vecinos, se formó la Asociación de Amigos de la calle Necochea, con la finalidad de acompañar este proceso de cambio.
Por lo pronto, 18 frentistas dieron el visto bueno para alquilar o ceder en comodato sus locales, hoy cerrados; el plan es que puedan reabrir cantinas o que sean ocupados por artistas importantes.
Algunos proyectos incluyen, además, el reciclaje y la puesta en valor del hotel Riachuelo, por ejemplo, o del museo de la obra de Mildred Burton. También se prevé la reapertura de La Cueva de Zingarella, con la incorporación de estudios para artistas plásticos, músicos y escritores, y la generación de anclajes turísticos con la instalación de cafés-librerías, y vintage de bares de tango, entre otros atractivos. Esas iniciativas privadas demandarán una inversión estimada en unos 15 millones de pesos.
"La sinergia entre los vecinos y el gobierno de la ciudad devolverá a La Boca, y fundamentalmente a la calle Necochea, su olvidado esplendor y, a la vez, generará nuevas inversiones y desarrollo en la zona", dijo Francisco Cabrera, ministro de Desarrollo Económico de la ciudad.
La calle Necochea fue llamada también "del Camino Viejo", ya que el "Camino Nuevo" era la avenida paralela, Almirante Brown. Más tarde, la nombraron popularmente como "la Calle del Pecado", por la gran cantidad de casas de "citas" que crecieron a la sombra de cantinas como Spadavecchia, La Gaviota, Priano, Rimini, La Cueva de Zingarella, Gennarino, La Barca de Bachicha, Il Piccolo Navio y All'Italia, entre otras. Aunque, vaya paradoja, esta angosta arteria no tenía árboles.
No pocos vecinos del barrio se quejan hoy de aquella vida de sobresaltos que supo tener la calle Necochea, ya que solía convertirse en un basural tras el paso ruidoso de los marineros y turistas que "cerraban" las cantinas entrada la madrugada.
Más arbolado
El gobierno porteño planea destinar 10 millones de pesos para recuperar el espacio público con la reparación de aceras, ordenamiento de terrazas, instalación de nuevas luminarias LED y la colocación de nuevos árboles. La obra debería estar terminada en seis meses, según las estimaciones iniciales.Vecinos del barrio no rechazan las mejoras en esta histórica arteria mientras la Ciudad cumpla con una promesa: que los cambios acerquen más trabajo, seguridad y limpieza. Algo que para los vecinos del barrio todavía sigue siendo una asignatura pendiente..
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