(La Razón) - En 2013 se retuvieron más de mil vehículos. Y la mayoría tenía licencia vencida o no contaban con seguro.
El 93,1% de las motos secuestradas en los controles
del Gobierno porteño el año pasado presentaron algún tipo de
irregularidad en los papeles: sus conductores circulaban sin licencia,
con la licencia vencida o no poseían el seguro obligatorio. Según cifras
de la Dirección General de Seguridad Vial, se hicieron 17.535 controles
durante 2013 y se secuestraron 1.117 motos y, de ellas, 1.040 tenían
problemas con la documentación.
En tanto, los motociclistas son los partícipes más frecuentes en accidentes viales, conformando casi el 40% de las víctimas en los choques. Además del casco, los controles revisan la chapa patente y que el conductor posea cédula verde, licencia de conducir y seguro por responsabilidad civil. “Es frecuente encontrar motos que se compraron sin patentar. Y es muy común que después del secuestro, las motos queden en los depósitos de la Ciudad, sin que las reclamen sus dueños”, le contaron a Clarín desde la Subsecretaría de Transporte.
Una vez que pasan 60 días luego del secuestro, se notifica al titular. Si desde ese aviso pasan otros 30 días, la Ciudad está autorizada a enviar el vehículo a desguace. “En relación a los conductores que no poseen licencia, hay que entender que es una falta importante, porque tiene que ver directamente con la seguridad vial”, opinó Hernán de Jorge, del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI). “Pueden ser conductores que no estén capacitados para hacerlo e incluso puede estar manejando un menor. Lo mismo ocurre con quienes no poseen seguro”, explicó.
En tanto, los motociclistas son los partícipes más frecuentes en accidentes viales, conformando casi el 40% de las víctimas en los choques. Además del casco, los controles revisan la chapa patente y que el conductor posea cédula verde, licencia de conducir y seguro por responsabilidad civil. “Es frecuente encontrar motos que se compraron sin patentar. Y es muy común que después del secuestro, las motos queden en los depósitos de la Ciudad, sin que las reclamen sus dueños”, le contaron a Clarín desde la Subsecretaría de Transporte.
Una vez que pasan 60 días luego del secuestro, se notifica al titular. Si desde ese aviso pasan otros 30 días, la Ciudad está autorizada a enviar el vehículo a desguace. “En relación a los conductores que no poseen licencia, hay que entender que es una falta importante, porque tiene que ver directamente con la seguridad vial”, opinó Hernán de Jorge, del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI). “Pueden ser conductores que no estén capacitados para hacerlo e incluso puede estar manejando un menor. Lo mismo ocurre con quienes no poseen seguro”, explicó.
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