domingo, 15 de septiembre de 2013

El Gobierno frena el gasto en seguridad, pese al discurso electoral

Por Laura Serra | LA NACION
En el proyecto enviado al Congreso, los fondos para el área suben 6,6%, menos que la inflación oficial; Gendarmería es la más afectada
La batalla contra la inseguridad, la más relevante de las promesas electorales del Gobierno tras la derrota en las primarias en agosto último, no se refleja en los hechos en el gasto que el Gobierno prevé ejecutar el año próximo en esta materia.

En efecto, según el proyecto de presupuesto 2014, la partida destinada a seguridad interior subirá apenas un 6,6 por ciento respecto de 2013, uno de los índices más bajos de todo el presupuesto, el cual se ubica incluso por debajo de la pauta inflacionaria oficial estimada en un 10,4%.

Este incremento por demás módico para la lucha contra el delito profundiza la tendencia decreciente de esta partida en los últimos años. En 2012, por ejemplo, aumentó 21% respecto de 2011, y en 2013 la suba fue de sólo 9,7%. Para 2014 la asignación bajará tres puntos más, lo que contrasta con otras áreas con partidas crecientes, como por ejemplo la del pago de la deuda pública, que se incrementará en 73,1%.

Esta desaceleración en el ritmo de gasto en seguridad interior se refleja en los fondos que se destinarán a cada fuerza. Por ejemplo, la Policía Federal recibirá un aumento de sólo 13,4% anual, pero en peor situación quedará la Gendarmería, con una caída de casi 9% en su partida. A la Prefectura Naval no le irá mejor, ya que recibirá un exiguo 4,8% de suba.

En cambio, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la fuerza predilecta del secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini (de hecho, la comanda un hombre de su estrecha confianza, Germán Montenegro), recibirá una suba de 32,5 por ciento.

Resulta llamativo comprobar que mientras se frena el gasto en materia de seguridad interior, la partida de inteligencia experimenta una tendencia en alza. En efecto, en el período 2012-2013, el incremento había sido de sólo el 1,7%, pero para el año próximo la partida aumentará un 13,4% respecto de 2013. No corren la misma suerte, en cambio, las partidas destinadas a defensa y a solventar el sistema penal, que, al igual que la de seguridad interior, mantienen un ritmo decreciente.

Todas estas cifras están contempladas en el proyecto de ley de presupuesto que el Gobierno envió el jueves pasado al Congreso, el cual el oficialismo pretende aprobar en un trámite exprés antes de las elecciones de octubre. La oposición, en minoría, no sólo cuestionó el apuro del kirchnerismo por sancionarlo, sino que criticó por "irreal" y "poco serio" un proyecto que, a su juicio, miente sobre la inflación y sobrestima el crecimiento económico al plantearlo en 6,2 por ciento.

Otro dato polémico es el de la suba del gasto público primario, estimado en un 15,6% anual. "A uno se le plantea una duda -indica el diputado Claudio Lozano [Unidad Popular]-. O estamos en presencia de un dibujo estadístico, o el Gobierno pretende transformar su derrota electoral en la puesta en marcha de un ajuste sobre la sociedad argentina."

Y agregó: "Si el gasto público para el presupuesto de 2014 crece por debajo del 20% cuando este año está subiendo un 32%, y si la inflación previsible para 2014 supera el 25%, la conclusión es una sola: dibujo estadístico o ajuste social".
 
 
Reducción en obra públicaNo sería la primera vez -al contrario, ya es un hábito en el Gobierno- que en el presupuesto se subestimen los gastos para que después, a lo largo del ejercicio, el Poder Ejecutivo pueda reasignar los excedentes en la recaudación según su arbitrio por medio de decretos de necesidad y urgencia.

Sin embargo, el presupuesto 2014 arroja algunos indicios de que el Poder Ejecutivo podría ejecutar algún tipo de ajuste después de las elecciones. Un dato llamativo es el recorte brusco en las obras públicas, cuya ejecución recae en el Ministerio de Planificación Federal que conduce Julio De Vido. Para este año electoral, se previó un gasto de casi $ 4600 millones anuales para obras públicas. Sin embargo, para el año próximo esa cifra se reducirá, según el presupuesto, a $ 3861 millones.

En materia de servicios sociales también se observa una desaceleración en el ritmo de gastos. La pauta general crece casi un 19% respecto de este año, pero se observa una caída en salud (crece un 11%, cuando en 2013 había recibido una suba del 30%), y en educación y cultura (aumenta un 11,4%, siete puntos menos que este año). "La propuesta progresista del Gobierno estima un recorte real del gasto en salud y educación por debajo de la inflación verdadera y hasta por debajo del deflactor del PBI del propio Indec. Eso sí, los servicios de la deuda pública aumentarán la friolera de 73%. ¡Esto es progresismo popular!", ironizó Alfonso Prat-Gay (Coalición Cívica).

Otro dato interesante tiene que ver con los subsidios. Durante su exposición ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, el jueves pasado, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, admitió que podría revisarse la asignación de los subsidios con el propósito de reorientarlos hacia los de menores recursos económicos. Sin embargo, no dio más detalles. El proyecto de presupuesto 2014 arroja algunas pistas. Por ejemplo, el fondo fiduciario que solventa los subsidios a los consumidores residenciales de gas apenas sube 5,4% el año próximo respecto del actual. En cambio, el fondo fiduciario que financia los subsidios al transporte subirá 21%.

Esta desaceleración en las erogaciones que se observa en distintos rubros para 2014 puede prenunciar, como advierte Lozano, un ajuste fiscal o, como aseguran otros economistas como Prat-Gay (Coalición Cívica), un nuevo dibujo presupuestario del Gobierno."Sabemos que el gasto va a ser más alto y sabemos también que terminarán financiándolo con emisión", dijo Prat-Gay.

El diputado nacional (CC ARI, Santa Fe) Carlos Comi aseguró que las recientes declaraciones de dirigentes oficialistas "muestran la verdadera cara del kirchnerismo" y convocó a la sociedad al "desarme". Luego de diez años de sobreactuar un discurso artificial sobre derechos humanos, con las declaraciones del gobernador (bonaerense) Daniel Scioli, Alejandro Granados, Hugo Curto y Aníbal Fernández, el kirchnerismo exhibe su verdadera cara", sostuvo el legislador.

El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, en cambio, afirmó que las medidas propuestas en materia de seguridad "no significan mano dura, ni mano blanda, sino justicia e igualdad de oportunidades para todos, sin tener en cuenta dónde hayan nacido, porque ésa es la esencia del peronismo"..

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