Por Diego Cabot
| LA NACION
Lo reconocieron ante la Comisión de Valores norteamericana; entre las involucradas está Avon.
La fabricante de
cosméticos Avon, la metalúrgica Ball, la de servicios petroleros
Helmerich & Payne se sumaron así a los ya conocidos casos de la
fabricante de aviones Embraer, la tecnológica IBM y la casa de modas Ralph Lauren.
Hay una cuarta, la de servicios ortopédicos Biomet, que se
autoincriminó diciendo que pagó dinero a médicos, alguno de ellos de
hospitales públicos, para que receten sus productos.
Algunas corporaciones han sido más específicas sobre la Argentina. Helmerich & Payne es una compañía norteamericana de servicios petroleros que opera plataformas de exploración en la Argentina. Según un documento enviado a la SEC el 30 de julio de 2009, pagó coimas tanto en la Argentina como en Venezuela. Aquí, el monto fue de 166.000 dólares, y en Venezuela, de 19.673.
En un apartado titulado "Los pagos a los funcionarios de aduanas argentinos", la empresa se explaya: "En relación con la operación de sus plataformas petroleras en la Argentina, H&P importó y exportó equipos y materiales relacionados con el funcionamiento de los equipos de perforación. Éstos fueron inspeccionados por la Aduana. Desde 2004 hasta 2008, H&P Argentina pagó a los funcionarios de aduanas aproximadamente 166.000 dólares para permitir la importación y exportación de equipos y materiales necesarios, sin certificaciones".
En el siguiente punto, la empresa aclara: "H&P Argentina hizo la mayor parte de estos pagos indebidos indirectamente a través de agentes de aduana que facturaron por sus servicios de despacho, incluyendo como parte del importe de la factura los pagos indebidos a los funcionarios de la Aduana. Los pagos fueron falsamente, o al menos equívocamente, descriptos como atribuibles a, por ejemplo, "evaluaciones adicionales", "costos adicionales", o "gastos extraordinarios". Al hacer estos pagos a funcionarios del Gobierno, H&P, a través de H&P Argentina, evitó un estimado de más 186.000 dólares en los gastos que habría que tenido que pagar si, por el contrario, hubiera importado y exportado correctamente los equipos".
Ball es una empresa india con sede en Broomfield, Colorado, y fabrica envases metálicos para bebidas, alimentos y productos para el hogar. En un comunicado enviado a la SEC el 24 de marzo de 2011, reconoció haber pagado, a través de su filial argentina Formametal, por lo menos 10 sobornos por un total de al menos 106.749 dólares a empleados del gobierno argentino para asegurar la importación de maquinaria usada prohibida y la exportación de materias primas con aranceles reducidos. "En junio de 2006, aproximadamente tres meses después de que Ball adquirió Formametal, un analista financiero del grupo de contabilidad hizo una visita de rutina a la subsidiaria (...). Durante el curso de su visita, descubrió que los empleados de Formametal podrían haber hecho pagos cuestionables y causado otros problemas en el pasado".
Según la empresa, ese informe "destacó las infracciones de Formametal, incluyendo las tasas de aduana cuestionables, uso de maquinaria declarada nueva para eludir las regulaciones aduaneras y otras declaraciones deshonestas, y la destrucción de los documentos". La empresa detalla la magnitud de las coimas. "Entre julio de 2006 y octubre de 2007, y después de los descubrimientos de los analistas, altos directivos de Formametal autorizaron por lo menos 10 pagos ilegales por un total de $ 106.749 a los funcionarios del gobierno argentino.
Luego sí se detalla el modo en que pagó las coimas. "Formametal pagó sobornos por un total de más de 100.000 dólares entre 2006 y 2007 para asegurar la importación de equipos para el uso en su proceso de fabricación. El presidente de la compañía autorizó al menos dos de estos pagos. En la mayoría de los casos, se pagaron para inducir a los funcionarios de la Aduana a eludir las leyes argentinas que prohíben la importación de maquinaria y partes.
Los sobornos a menudo aparecían en las facturas de un agente de aduanas no gubernamental para Formametal. Se facturaron como partidas separadas descriptas erróneamente como "honorarios de asistencia aduanera" o "servicios de asesoramiento" o "carga de verificación" o simplemente "honorarios" y fueron facturados además de otros cargos relacionados con la Aduanas. A veces en cantidades en pesos redondeados. Para además ocultar que los pagos habían sido realmente sobornos, Formametal los publicó identificados como "asesoramiento de Aduana" u "honorarios profesionales" en una cuenta de "Otros Gastos" o, en algunos casos, una cuenta denominada para el equipo en cuestión", detalla el documento público que consta en la SEC y al que LA NACION accedió.
El caso del fabricante de prótesis Biomet tiene otras características. La empresa con sede en Indiana reconoció haber pagado comisiones de entre 15 y 20% del precio de la prótesis a médicos de la Argentina, China y Brasil. Respecto de la Argentina, la investigación de la SEC dice que los pagos fueron realizados a médicos, alguno de ellos "médicos públicos". La firma resolvió pagar una multa de 22 millones de dólares en Estados Unidos por utilizar prácticas corruptas.
Son un puñado de casos que cuentan cómo se hacen los negocios en la Argentina de la regulación asfixiante. Actualmente, miles de empresas dejan sus pedidos para importar o exportar en la Aduana y en la Secretaría de Comercio Interior. Algunas logran la venia y otras no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.