En el corredor de la 9 de Julio, los micros irán a contramano por carriles exclusivos. Un corte haría colapsar el sistema.
Avances. Las estructuras de las futuras estaciones ya están instaladas entre Perón y el Obelisco. El Metrobús de la 9 de Julio estaría listo para el segundo semestre del año. / MARCELO CARROLL
En los últimos años la 9 de Julio se convirtió en un escenario habitual de protestas, tanto en el Obelisco como en las puertas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a la altura de la avenida Belgrano. Ante la próxima inauguración del Metrobús en la avenida, que concentrará 10 líneas de colectivos, la necesidad de encontrar un modo rápido de reordenar el tránsito cuando haya interrupciones cobra mucha más importancia. Para ello, el Gobierno porteño prometió crear un cuerpo especial de Agentes de Tránsito para los operativos en la avenida.
Las propias características del Metrobús, que comenzará a funcionar en el segundo semestre del año, lo convertirán en un punto crítico en caso de piquetes. En primer lugar, porque circularán 10 líneas de colectivos. Además, porque los vehículos irán por los carriles centrales, en sentido contrario al del tránsito particular, y encerrados
por bulevares con canteros. Si hubiera un corte, desviar a los
colectivos será complicado. Y si a esto se le suma que el Gobierno
porteño también está peatonalizando varias calles del Microcentro, el
panorama sería peor, porque los colectivos tendrían menos calles para usar como vías alternativas.
Ya hoy con la obra del Metrobús en marcha, que afecta todo el eje central de la avenida, el tránsito es caótico. El jueves pasado, un corte que protagonizaron vecinos de Villa Lugano en las puertas del Instituto de Vivienda de la Ciudad, a la altura de Perón, generó muchas complicaciones en la circulación durante unas tres horas.
Fuentes de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte porteña informaron: “A partir del sistema de monitoreo por cámaras que tendrá todo el corredor, se posibilitará la detección temprana de incidentes. Desde allí se comunicará a la base del Cuerpo de Agentes de Tránsito que se situará debajo del Obelisco (en la actual playa de estacionamiento), de forma tal que podrán acceder a cualquier punto del corredor en no más de tres minutos utilizando sus motos en situación de emergencia en los carriles para transporte público”.
Ese cuerpo estará compuesto por 25 motos y 50 agentes divididos en dos turnos, durante las horas de actividad en las cuales puede haber piquetes. Se ocupará de los operativos de tránsito para prevenir demoras, programando el desvío de los colectivos hasta que vuelvan a encausarse en los carriles del Metrobús. Además, en el Gobierno prometen que los choferes de los colectivos recibirán una capacitación especial sobre cómo actuar en los casos de cortes en los carriles exclusivos. Hoy el Cuerpo de Agentes de Tránsito cuenta en total con 1.000 efectivos en las calles, y para fin de año se sumarán otros 260.
La base debajo del Obelisco estará junto al playón de estacionamiento que se está construyendo para llevar allí a las combis que hasta ahora se detenían sobre Cerrito y Carlos Pellegrini.
La necesidad de un cuerpo de acción rápida se sostiene además porque la cantidad de piquetes viene en aumento. De hecho, el año pasado la Legislatura aprobó una ley por la cual el Ejecutivo deberá presentar planes de contingencia para reordenar el tránsito con agentes de tránsito, cartelería móvil y otras herramientas en toda la Ciudad, especialmente en las zonas críticas como los alrededores del Congreso o el Ministerio de Trabajo.
Ya hoy con la obra del Metrobús en marcha, que afecta todo el eje central de la avenida, el tránsito es caótico. El jueves pasado, un corte que protagonizaron vecinos de Villa Lugano en las puertas del Instituto de Vivienda de la Ciudad, a la altura de Perón, generó muchas complicaciones en la circulación durante unas tres horas.
Fuentes de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte porteña informaron: “A partir del sistema de monitoreo por cámaras que tendrá todo el corredor, se posibilitará la detección temprana de incidentes. Desde allí se comunicará a la base del Cuerpo de Agentes de Tránsito que se situará debajo del Obelisco (en la actual playa de estacionamiento), de forma tal que podrán acceder a cualquier punto del corredor en no más de tres minutos utilizando sus motos en situación de emergencia en los carriles para transporte público”.
Ese cuerpo estará compuesto por 25 motos y 50 agentes divididos en dos turnos, durante las horas de actividad en las cuales puede haber piquetes. Se ocupará de los operativos de tránsito para prevenir demoras, programando el desvío de los colectivos hasta que vuelvan a encausarse en los carriles del Metrobús. Además, en el Gobierno prometen que los choferes de los colectivos recibirán una capacitación especial sobre cómo actuar en los casos de cortes en los carriles exclusivos. Hoy el Cuerpo de Agentes de Tránsito cuenta en total con 1.000 efectivos en las calles, y para fin de año se sumarán otros 260.
La base debajo del Obelisco estará junto al playón de estacionamiento que se está construyendo para llevar allí a las combis que hasta ahora se detenían sobre Cerrito y Carlos Pellegrini.
La necesidad de un cuerpo de acción rápida se sostiene además porque la cantidad de piquetes viene en aumento. De hecho, el año pasado la Legislatura aprobó una ley por la cual el Ejecutivo deberá presentar planes de contingencia para reordenar el tránsito con agentes de tránsito, cartelería móvil y otras herramientas en toda la Ciudad, especialmente en las zonas críticas como los alrededores del Congreso o el Ministerio de Trabajo.
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