Macri pide poder endeudarse para extender el subte

Por Angeles Castro

Buscará préstamos por 350 millones de dólares; ya no necesita el aval del gobierno nacional
El mismo día en que la Legislatura reformó la ley fiscal de la ciudad para que el distrito ya no necesite el visto bueno del gobierno nacional para endeudarse, el Poder Ejecutivo porteño envió anteayer un proyecto de ley en el que solicita a los diputados locales autorización para endeudarse en 350 millones de dólares para concluir la extensión de las líneas A y B de subtes, y continuar la ampliación de la H.

La apuesta es clara: si el gobierno de Mauricio Macri consigue el dinero prestado, logrará avanzar con una de las obras estructurales no sólo más reclamadas por los vecinos, sino también por dirigentes de la oposición, que no podrían en estas circunstancias negarse a avalar con sus votos la iniciativa oficial. Pero hay más. Según fuentes oficiales, si el financiamiento aparece en los próximos tres meses, esas obras podrían estar terminadas para fines de 2011, cuando Pro pondrá en juego su permanencia en el gobierno porteño y tendría, así, una megaobra para exhibir como legado de este mandato.

Más precisamente, lo que el gobierno solicita a la Legislatura es permiso para endeudarse por 50 millones de dólares con la Corporación Andina de Fomento (CAF) y por otros 300 millones de dólares adicionales, que serán buscados en el mercado financiero por medio de la emisión de un bono. Fuentes oficiales recordaron que el convenio de financiamiento con la CAF ya está firmado, pero que el proceso no había sido impulsado hasta ahora porque la Capital dependía de la Nación para contraer deuda, y el gobierno nacional venía trabando los expedientes remitidos en ese sentido.

Con los 350 millones de dólares, la administración porteña planifica extender la línea A hasta Nazca, en el barrio de Flores; la línea B hasta la estación de trenes de Villa Urquiza, en el barrio homónimo, y la línea H hasta la avenida Corrientes, antes de fines de 2011. Así lo señalaron fuentes oficiales y recordaron que se trata de obras ya contratadas a las empresas Dycasa, Benito Roggio y José Cartellone, pero a las que le han bajado el ritmo por imposibilidad de afrontar los pagos correspondientes.

La intención del gobierno porteño es que el proyecto de ley sea aprobado por la Legislatura este año, antes de que termine el período ordinario de sesiones, o en alguna sesión extraordinaria, que deberá habilitar el propio Macri. De esta manera, durante el primer trimestre de 2010, el Ministerio de Hacienda porteño saldría al mercado a buscar los inversores y las obras recobrarían impulso.

En diálogo con LA NACION, fuentes oficiales consideraron que se trata de un buen momento en los mercados financieros, porque registran "movimiento" y podrían invertir en Buenos Aires.
Sin embargo, como todavía no se ha recuperado la estabilidad internacional, el plazo de endeudamiento sería por cinco o siete años, mientras que en épocas de bonanza eran habituales las operaciones a 10 o 15 años.

En cuanto a la tasa en la que serían tomados los préstamos, el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo no prevé ninguna. Probablemente, dijeron las fuentes, la Legislatura incorpore en el texto una tasa límite, como lo hizo cuando aprobó el lanzamiento de otro bono por 1500 millones de dólares para obras de infraestructura. Precisamente, este bono no recibió el aval del gobierno nacional. De cualquier manera, se pretendía que fueran las AFJP las inversoras y, tras la estatización del sistema de jubilaciones, el bono no se hubiera podido colocar. Ahora, liberado del gobierno nacional a la hora de contraer deuda, el macrismo busca avanzar con una obras clave para la movilidad.

Fuente: Diario La Nación