jueves, 12 de noviembre de 2009

La Argentina busca su lugar en el escenario internacional a la sombra de Brasil

Por Matt Moffett
El creciente protagonismo de Brasil en el ámbito internacional, coronado con su exitosa candidatura a ser sede de los Juegos Olímpicos de 2016, lleva a su vecino Argentina a evaluar su propio, e inferior, lugar en el escenario mundial.
En artículos de opinión, blogs y ensayos de investigación, los argentinos están aceptando a regañadientes la idea de que su antiguo rival los está superando, a medida que el centrismo pragmático del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, le gana al populismo nacionalista de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Mientras Brasil ganó la distinción de ser el anfitrión tanto de los Juegos Olímpicos de 2016 como del Mundial de 2014, Argentina se ha enredado en una serie de peleas diplomáticas con sus vecinos del Cono Sur, al igual que con Estados Unidos. Mientras el año pasado Brasil obtuvo el codiciado grado de inversión en Wall Street, la calificación de inversión de la Argentina está a la par de la de Pakistán. Da Silva, que ostenta un índice de aprobación del 81%, es un estadista internacional que mantiene buenas relaciones con el presidente estadounidense, Barack Obama. Kirchner, que tiene un índice de aprobación de 23%, tiene relativamente pocos amigos extranjeros fuera del venezolano Hugo Chávez.

Horacio Pozzo, un economista del sitio financiero Latinforme.com, escribió hace poco: "En una foto, Lula palmea la espalda de Cristina como diciéndole: ?Seguí así que nos está yendo muy bien?". Y agrega Pozzo: "La Argentina sigue dudando hacia dónde avanzar. Mientras tanto, sigue perdiendo mercados a nivel internacional, los cuales están siendo captados por la economía brasileña."

Brasil tiene una superficie casi tres veces mayor y una población casi cinco veces superior a la Argentina. Pero desde alrededor de 1890 a 1940, en medio de una bonanza agraria en las pampas, la producción económica de la Argentina superó la de Brasil. Desde mediados del siglo pasado, sin embargo, la economía argentina sufrió una caída notable en comparación con el resto de la región, y quedó relegada a una "insignificancia dentro del contexto internacional", lamentó un ensayo reciente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, un centro de estudios en Buenos Aires. El ensayo afirmó que, durante la mayor parte de los últimos 60 años, Argentina fue perjudicada por un pensamiento económico estatista y localista, el tipo al que se adhiere la presidenta Kirchner.

Las diferencias entre las políticas argentinas y brasileñas sin dudas han sido notorias en los años desde que en 2001 la Argentina declaró la mayor cesación de pagos de deuda soberana de la historia. La Argentina soportó una horrenda contracción económica en 2002, pero se recuperó con fortaleza en medio del auge de las commodities con seis años de crecimiento promedio de 8%. Brasil se tambaleó al borde de la cesación de pagos en 2002, pero siguió cumpliendo con sus obligaciones, y ahora de hecho se ha convertido en un acreedor neto. Aun así, la tasa de crecimiento de Brasil desde 2003 ha sido alrededor de la mitad de la de la Argentina. Sin embargo, el clima político y económico estable que impera en Brasil lo ha convertido en un país que prefieren mucho más tanto los inversionistas extranjeros como los cancilleres de otros países.
Un puñado de analistas argentinos cree que las virtudes de Brasil se exageran. Uno de los bloggers sobre economía más influyentes de la Argentina, Lucas Llach, hace poco escribió un texto al que tituló "¿No somos Brasil?: por suerte". Señaló que Argentina tiene un déficit fiscal más bajo y un crecimiento reciente más vigoroso del PIB per cápita que Brasil, sin mencionar una tasa de homicidios per cápita que es un quinto de la de Brasil. Llach afirmó que la capacidad de marketing de Da Silva ha hecho de Brasil el país de moda entre los mercados emergentes, al igual que lo fue la Argentina hace una década, no mucho antes de que su economía cayera en picada. Llach, que nunca se ha guardado las críticas a la presidenta Kirchner, obtuvo más de 800 comentarios acerca de la entrada sobre Brasil, la mayoría de los cuales insistía en que estaba completamente equivocado.

Javier González Fraga, un empresario y ex presidente del Banco Central, afirmó en un artículo de opinión que Argentina debería dejar de preocuparse sobre el éxito de Brasil y comenzar a colgarse de él. Si Brasil está destinado a ser el EE.UU. de América del Sur, entonces la Argentina debe convertirse en algo más parecido a Canadá que a México, escribió.

Fuente: Wall Street Journal

2 comentarios:

  1. Já és la hora de Argentina parar de ter Brasil como un concorrente, un adversário. Las economias se cumplementam, los paises se cumplementam. Y Brasil era un gigante adormecido que ahora lebantase. Por las dimensiones diferentes, Argentina nunca podria concorrer com Brasil en projección mundial. Brasil tiene un destino en el mundo que Argentina non tiene. Mas Argentina pude ganar mucho com el crecimiento de Brasil. Y és muy triste un argentino como Lucas Llach, que visivelmente tiene envidia de Brasil, de los brasileños. Bueno, inteligente e exemplar és Javier Gonzales Fraga, por su comentario.

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  2. Estuve viendo una entrevista al presidente Lula y no tiene desperdicio. Sabe de donde viene y tiene muy claro a donde va. Nuestros gobernantes y políticos deberían dedicarle tiempo a escucharlo.

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