Por Valeria Musse - LA NACION
Unirá las autopistas Buenos Aires-La Plata e Illia a través de Puerto Madero; el tránsito pesado irá bajo tierra y el liviano, a nivel; los trabajos dificultarán la circulación
El Paseo del Bajo, la vía rápida que enlazará las autopistas Buenos Aires-La Plata y 25 de Mayo con la Illia, empezó a construirse en Puerto Madero. La obra separará la circulación del tránsito pesado de los vehículos particulares para evitar congestionamientos e, indirectamente, agilizar la unión entre el norte y el sur del conurbano a través de la ciudad, una deuda de larga data.
Como segundo objetivo, se prevé la integración de Puerto Madero con el resto de la Capital. Tendrá tramos en trinchera abierta, en trinchera surcada por puentes peatonales y en túnel cerrado. Ejecutados por la empresa estatal AUSA en la franja que delimitan las avenidas Alicia Moreau de Justo y Huergo-Madero, los trabajos finalizarían durante el primer semestre de 2019.
"Va a ser un lío tremendo la ciudad durante dos años y medio", admitió ayer el presidente Mauricio Macri al presentar la obra, pero destacó que, una vez concluida, le cambiará "la vida a la gente". Desde la Ciudad estimaron que 25.000 vehículos mejorarán su circulación diaria por la zona, entre ellos unos 10.000 micros y camiones, que demorarán 15 minutos para realizar el trayecto, cuando hoy les demanda entre 40 y 60.
El pronóstico de Macri suena verosímil. A partir de la próxima semana, estarán instalados los tres obradores que concretarán los distintos tramos del proyecto, informaron desde el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la ciudad. Convivirán en la zona del Bajo porteño con las restricciones al tránsito ya existentes sobre 12 cuadras de la avenida Alem, entre Retiro y la calle Mitre, por la construcción del Metrobus Paseo Colón. Estas tareas se extenderán durante unos cuatro meses e implicarán diversos desvíos, a medida que avancen.
Además del perjuicio sobre el tránsito, el desarrollo del Paseo del Bajo también impactaría sobre el polo gastronómico de los diques de Puerto Madero.
"La obra beneficia muchísimo a los vecinos del barrio que hoy quieren caminar de un lado al otro, a la gente de la provincia que entra en la ciudad por el Norte y por el Sur, y al comercio exterior", dijo el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que acompañó a Macri en el lanzamiento de los trabajos. También estuvo la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
El Paseo del Bajo -que reemplaza la tantas veces anunciada y nunca realizada autopista ribereña- tendrá una longitud de siete kilómetros, desde la bajada de la autopista Buenos Aires-La Plata hasta la avenida Córdoba, continuando su traza por avenida Antártida Argentina-Ramón Castillo.
Espacios verdes
Esa vía rápida en desnivel será de uso exclusivo para el tránsito pesado y contará con cuatro carriles. Los camiones y ómnibus de larga distancia circularán a lo largo del viaducto de un extremo al otro, sin salidas intermedias, para continuar camino por la Illia al Norte o por las autopistas Buenos Aires-La Plata y 25 de Mayo al Sur. O bien para tomar un desvío hacia la terminal de ómnibus o el puerto.
En el "techo" de la obra se crearán 60.000 m2 de espacio verde y puentes transversales de acceso peatonal a Puerto Madero.
A nivel de la superficie habrá ocho carriles para el tránsito liviano. Cuatro de ellos, en Alicia Moreau de Justo, con sentido norte; otros cuatro funcionarán en el eje Madero-Huergo, con sentido sur. Hoy, esas arterias son de doble mano.
La construcción es financiada con fondos del gobierno porteño por un monto de US$ 250 millones; parte de ese dinero será provisto por la venta de terrenos ferroviarios situados detrás de las torres de Catalinas Norte. También recibirá el aporte de un préstamo internacional del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), avalado por el gobierno nacional, por US$ 400 millones.
La ejecución de la obra se dividió en tres tramos que se inician de manera simultánea: los viaductos que correrán en altura a cada extremo de la traza (700 metros al Sur y otros 2300 al Norte); la trinchera semicubierta sur, de 1,5 kilómetros, entre las calles Humberto I, Carlos Calvo y Bartolomé Mitre; y la trinchera norte, que se extiende hasta el inicio del viaducto norte.
Mientras dure la ejecución de las tareas, conductores y transportistas deberán lidiar con diversos obstáculos y desvíos.
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