Muchos imaginan que alcanza con apretar un botón rojo; aunque no es cierto, sí se trata de un procedimiento expedito que puede llegar a tomar tan sólo un minuto; mirá cómo funciona en Estados Unidos, Rusia y Reino Unido
El lanzamiento de un misil puede tomar un minuto. Las consecuencias son catastróficas y se sufren por años. Pero para concretar el lanzamiento de un misil nuclear, bastan unos pocos minutos. Además, quienes se encargan de activar el mecanismo están listos para hacerlo en cualquier momento, las 24 horas del día y los 365 días del año.
Hay variantes en los procedimientos que activan el protocolo nuclear entre los países que poseen este tipo de arsenales y muy pocos conocen los detalles. No obstante, hay denominadores comunes: trabajan con sigilo absoluto y tienen un procedimiento de acción claramente definido.
Según la Campaña Internacional para la Abolición de Armas Nucleares Estados, nueves países tienen capacidad nuclear:
- Estados Unidos
- Rusia
- Reino Unido
- Francia
- China
- India
- Pakistán
- Se cree que Israel tiene menos de 100 ojivas nucleares, pero el gobierno de ese país nunca lo ha confirmado o negado
- Recientemente, Corea del Norte ha realizado pruebas nucleares pero se desconoce si está en capacidad de realizar un ataque.
En Estados Unidos
En Estados Unidos la clave para activar un ataque nuclear está en una pequeña tarjeta de plástico que el presidente de ese país guarda en un bolsillo. Se le conoce como "código de oro" o "galleta". El mandatario debe romperla por la mitad para verificar su identidad cuando contacta a la Unidad de Guerra en el Pentágono, la sede del Ministerio de la Defensa, para autorizar un ataque. "El presidente siempre está acompañado de un militar que lleva un maletín conocido como la 'pelota nuclear'. Allí está el equipo que necesita para comunicarse con los asesores de mayor rango", le dice a la BBC Bruce Blair, un miembro del equipo de lanzamiento nuclear de EE.UU. ya retirado.
"En el maletín también hay un plan de guerra gráfico, en una sola hoja se especifican los objetivos, el número de muertos y las armas a disposición. Así es fácil entender la dimensión de la situación en pocos segundos", añade Blair.
Una vez que se ha confirmado que la orden viene del presidente, el personal a cargo del control de las armas saca de una caja de seguridad la clave que permite desbloquear los dispositivos nucleares. "Son dos personas quienes tienen la responsabilidad de activar el lanzamiento, lo único que cada uno tiene que hacer es darle vuelta a una llave. Este procedimiento no toma más de un minuto", indica Blair, quien trabajaba en un búnker bajo una montaña en Nevada, un estado en el oeste de EE.UU.
Blair no tiene duda de que si él hubiera recibido la orden de iniciar un ataque militar, la hubiera cumplido. Está convencido de que lo mismo haría el personal que está a cargo en este preciso instante. La acción de darle la vuelta a la llave para lanzar un misil depende de cada individuo, pero quienes están a cargo de esta tarea están entrenados para obedecer al presidente.
Foto: Archivo
En Rusia
El presidente ruso también tiene un maletín con las mismas funciones de la "pelota de fútbol nuclear" estadounidense. "Ese maletín siempre está al alcance del presidente ruso. Cuando está durmiendo, el personal que está a su cargo, está despierto en la habitación contigua", le cuenta a la BBC Igor Sutyagin, del Instituto de los Servicios Reales Unidos, un centro de investigación británico. "Si Rusia está bajo ataque, suena una alarma y se enciende un luz roja en el maletín. El ministro de la defensa y el primer ministro también tienen un maletín, pero la decisión final depende del presidente", explica Sutyagin.
Al igual que ocurre en EE.UU., el dispositivo permite la comunicación con quienes están a cargo de activar el lanzamiento nuclear, sin necesidad de teléfonos. El personal que activa el lanzamiento de un misil está listo para atacar en cualquier momento.
Según cuenta Sutyagin, en una ocasión, la alarma en el maletín del expresidente ruso Boris Yeltsin se activó. Fue el 25 de enero de 1995. Los servicios de seguridad detectaron un objeto que se movía con rapidez sobre en el Mar de Bering, localizado entre Alaska, EE.UU., y Siberia, Rusia. "El mandatario abrió el maletín para comunicarse con el personal a cargo, pero la consulta para tomar la decisión no podía durar más de 9 minutos porque el misil ya se había lanzado", recuerda Sutyagin. Si se tardaban más, el proyectil tendría tiempo de llegar a Rusia.
Pero el misil no era tal. Se trataba de un cohete científico lanzado desde Noruega para estudiar las auroras boreales. "Hay personal preparado para lidiar con esta situación apenas se presente, pero si se selecciona una retaliación en 'modo rápido', la cadena de mando no puede hacer nada para impedirlo. Así se aseguran de que no haya nadie que se niegue a lanzar el misil", indica Sutyagin.
Foto: Archivo
En el Reino Unido
En el Atlántico Norte siempre hay un submarino británico que patrulla la zona y está listo para atacar. Reino Unido tiene una flota de cuatro submarinos equipados con misiles Trident. El primer ministro es la única persona que puede autorizar un ataque nuclear. "No es necesario estar en un lugar específico para ordenar el ataque, la persona sólo tiene que tener los dos dispositivos que permiten iniciar el lanzamiento", afirma Peter Hennessy, profesor de historia contemporánea británica de la Universidad Queen Mary, en Londres y autor de un libro acerca de la Marina Británica.
Y continúa: "La orden se le trasmite a dos marinos, quienes la procesan y la transmiten a un búnker fuera de Londres. De allí, la instrucción se le envía al submarino que está patrullando". Dentro del submarino, el catedrático explica que el oficial ejecutivo y el de ingeniería de armas reciben el mensaje, lo imprimen, lo verifican y van juntos al control de mando para lanzar el misil.
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