Las necesidades de saneamiento van creciendo en paralelo con la expansión de la población. Plantas de tratamiento y potabilizadoras de agua, son clave para dar respuesta a una demanda que va en aumento con la inclusión de más usuarios a las redes.
La inauguración de la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales del Bicentenario, ubicada en Berazategui, marca un punto de inflexión en la planificación de saneamiento, no sólo por la envergadura de la obra sino porque se enmarca en una estrategia para el tratamiento de los efluentes para las próximas décadas.
Con una inversión de $ 786 millones, la nueva planta de tratamiento constituye el emprendimiento de mayor envergadura en materia de saneamiento de la historia argentina, una de las más grandes del mundo. Con una topografía llana en la región metropolitana, la empresa estatal AySA se vio en la necesidad de construir una planta con una gran capacidad de tratamiento, ya que colecta los efluentes desde la región Norte del conurbano hasta la zona Sur, más el 100% de los desechos de la Ciudad de Buenos Aires. Es por eso que la Planta Depuradora del Bicentenario tiene una capacidad de tratamiento de 32 m3/seg. "En la historia del sanitarismo en la Argentina, jamás hubo emprendimientos de este tamaño", afirmó el ingeniero Oscar Vélez, miembro del directorio de AySA, en diálogo con Ambito Municipal&Desarrollo Federal.
Historia
Originariamente todo el sistema cloacal que recolectaba efluentes iba a una estación de bombeo en Wilde y de ahí se bombeaba directamente al Río de la Plata, sin ningún tratamiento. Recién en 1972 se hizo la planta depuradora Sudoeste, en Aldo Bonzi, La Matanza, que fue la primera planta de tratamiento que empezó a colectar efluentes para volcarlo al río Matanza-Riachuelo. Tuvieron que pasar 26 años, para que en 1998 se abriera la planta Norte, ubicada en San Fernando que descarga en el río Reconquista. Esas dos plantas son las únicas que trataban adecuadamente los efluentes, el resto de todos los efluentes iban a la estación de Wilde para ser bombeada al Río de la Plata sin tratamiento.
AySA tiene por objeto proveer los servicios de agua potable y saneamiento de efluentes cloacales en la Ciudad de Buenos Aires y en 17 partidos del conurbano bonaerense (Almirante Brown, Avellaneda, Esteban Echeverría, Ezeiza, San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Morón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, Tres de Febrero, Tigre y Vicente López).
"Lo que se ha logrado con la planta del Bicentenario es el tratamiento de casi el 100% de los efluentes recolectados por AySA. Y en la medida que en la ciudad ha ido creciendo y que nosotros hemos ido creciendo en nuestro sistema de cloacas hacia el oeste, han aparecido una serie de plantas sobre el Matanza-Riachuelo y también una expansión de la planta Norte y de Hurlingham y la de El Jagüel que descargan también en los ríos interiores", explicó Vélez.
Futuro
Las condiciones de autodepuración de los ríos dependen de varios factores, entre los que pueden contarse la pendiente de su curso y el caudal. Es por eso que en los ríos interiores en el que las aguas corren a baja velocidad debido a la planicie pampeana, la capacidad de depuración es muy baja, mientras que el Río de la Plata tiene una gran capacidad de absorción de aguas tratadas. Al respecto, Vélez sostuvo: "Si sumamos todo el caudal de todas las plantas que vamos a ampliar o a construir sobre el Matanza-Riachuelo y el Reconquista, no llegan a los 12 m3/seg, mientras que sobre el Río de la Plata tenemos la de Berazategui que trata 32 m3/seg y vamos a construir con el sistema de margen izquierdo en Dock Sud, al costado del Riachuelo, una planta de 25 m3/seg, es decir, que en el Río de la Plata se van a volcar más de 50 m3/seg, y en los ríos interiores no va a pasar de 10 m3/seg. Esto es una relación de cuál es la planificación que tenemos en AySA, del destino de los efluentes de acá a los próximos 30 años".
Si bien la planta del Bicentenario está al 100% de su capacidad, Velez explicó que "el día que se abrió, ya entraron 25 m3/seg, entonces poner en marcha y ajustarla a su mejor rendimiento, así de golpe, no es lo mismo que poner en marcha una planta en forma progresiva con módulos de 1 m3/seg. Está en el periodo de ajuste, que es lógico en una planta de tal magnitud. Para tener una idea, incluso en las ciudades grandes como San Pablo, Río de Janeiro y Santiago, por la topografía tienen diferentes cuencas, entonces las plantas no son de más de 4 o 5 m3".
Aunque la flamante planta ya contaba con un emisario de 2 km, el proyecto contempla la construcción de una planta de bombeo y un emisario de 7 km, lo que es una garantía de que bajo cualquier condición de las mareas no se vaya a afectar ninguna de las tomas de agua corriente que están en el Río de la Plata.
Desechos
A diferencia de otras plantas, donde el volumen de tratamiento es bajo, la del Bicentenario podrá depurar 2,2 millones de m3 diarios, producidos por una población de cuatro millones de habitantes. Además, se estima que la planta removerá diariamente 22 toneladas de residuos sólidos, 52 toneladas de arena y 95 toneladas de grasas.
Como la disposición final de los materiales filtrados también es un problema, Vélez explicó que "la intención es que las grasas y aceites se deshidraten y posteriormente sean comercializados para la fabricación de biocombustibles. Hemos hecho pruebas y se han llevado muestras dos fabricantes de biodiésel. Además, las arenas u otros precipitados que son inertes se lavan y está previsto su utilización para fabricar con agregados de cal y cemento insumos para la construcción como baldosas o ladrillos. Hemos hecho una experiencia piloto en la fabricación, que tiene la aprobación del Instituto de Ensayo de Materiales".
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