El Déficit Energético es el gran agujero por donde se van las divisas argentinas.
La
producción de crudo viene en caída desde 2001. En ese año producíamos
280 millones de barriles. Once años más tarde solamente 203. Una
diferencia de 77 millones, que a un precio de mercado de u$s 100 el
barril significa que el país no tiene u$s 7.700 millones disponibles al
año. Lo curioso es que esta caída se debió principalmente a YPF (-48
millones de barriles) y a Chevron (-18 millones).
Durante el primer cuatrimestre de 2013 la disminución fue de otro 5% con respecto a 2012.
La producción de gas tuvo su pico en 2004 con un promedio de 143 millones de m3/día. A partir de ese año no paró de caer. En 2012 la producción fue de 121 millones de m3/día. Nuevamente, el efecto económico para el país de la falta de 21 millones de m3/día de gas natural a precios de sustitución de las importaciones (Bolivia - GNL) es de u$s 3.600 millones al año.
Durante el primer cuatrimestre de 2013 la disminución fue de otro 7% con respecto a 2012.
La generación de electricidad es el único rubro que creció constantemente. En hidroelectricidad, fue Yacyretá casi en forma única quien aumentó su capacidad. El promedio desde 2000 hasta 2012 fue de 38.700 GWh.
La generación nuclear fue pareja con un promedio de 6.500 GWh.
Todo el crecimiento de generación para abastecer el aumento de la demanda fue hecha con generación a gas natural para los nuevos ciclos combinado y gasoil para los motores. La generación térmica creció dos veces y media desde el 2003 hasta el 2012.
Este incremento de generación consumió 72% más de gas natural, 103 veces más de gasoil y 26 veces más de fueloil. El efecto económico fue de u$s 4.400 millones. Como no hubo aumento de tarifas a los usuarios, lo subsidia el Estado.
La observación de la caída en la producción de crudo no puede ser tomada como un caso aislado puesto que sucede desde 2001. Como nuestro consumo es totalmente abastecido por el crudo nacional, no hay todavía un efecto económico o percepción de escasez.
La caída en la producción de gas natural tiene mayores consecuencias. Desde 2004 a 2012 la producción disminuyó en 8.000 millones m3. La mitad de esa disminución se verificó en YPF. El Gobierno tuvo que aumentar la importación de gas desde Bolivia y desarrollar rápidamente dos regasificadoras por barco de GNL para abastecer la demanda residencial y la generación de electricidad.
Lo paga el Gobierno, el país, todos. ¿Hay solución?
Los efectos de la menor producción de crudo y gas sumado a los esfuerzos para abastecer los aumentos de generación de electricidad representan aproximadamente un monto de u$s 15.500 millones anuales. Parece un despilfarro en la Argentina de hoy. La situación se agrava cuando vemos la falta de una prospectiva energética, la última publicada fue en el año 2002.
Es presuntuoso tratar de sugerir soluciones a un problema tan complejo y de tanto tiempo. Varios expertos coinciden en:
a- Incentivar la producción de crudo y gas con políticas abiertas y consensuadas;
b- Desarrollar la construcción de represas hidroeléctricas que tienen un muy alto componente de fabricación nacional. Por ej. Corpus de 2.880 MW (la Comisión Binacional creada y financiada desde 1971 sabe hasta el número de tuerca y arandela en cada junta). El complejo Garabí de 1.800 MW fue presentado originalmente en 1977;
c- Volver a la ley y nombrar por concurso y con acuerdo del Senado a los integrantes de los entes regulatorios de gas y electricidad;
d- Llamar a audiencia pública para la actualización de tarifas de gas y electricidad en base a sus costos de explotación.
La Energía es fuente de Competitividad Económica de una Nación. Deberíamos tratarla como una cuestión de Estado.
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