Por Pablo Tomino - LA NACION - Twitter: @prtomino - Mail: ptomino@lanacion.com.ar
Una nueva imagen para la ciudad con las unidades del sistema Metrobus circulando por los carriles centrales de la avenida 9 de Julio. Foto: Ignacio Coló
El esperado Metrobus de la avenida 9 de Julio superó la primera prueba. El debut del sistema de carriles exclusivos, un cambio radical para el tránsito por la emblemática avenida porteña, tuvo buena aceptación entre pasajeros de colectivos, automovilistas y taxistas. Los testimonios fueron coincidentes: hubo una sensible reducción en los tiempos de viaje, tanto en el transporte público como en automóvil.
A las 16, un cronista de LA NACION demoró en el Metrobus 22 minutos desde San Juan hasta Avenida del Libertador. Antes, ese viaje podía durar 40 minutos. Otro, a la misma hora y en un auto particular, cubrió ese trayecto por Bernardo de Irigoyen y Carlos Pellegrini en 25 minutos.
Anoche, en hora pico, los vehículos particulares circulaban a paso lento por la avenida frente al avance rápido de los buses, como ocurre en Juan B. Justo, donde también funciona el Metrobus. En pleno receso invernal, sin clases en colegios ni universidades y con feria judicial, el volumen de autos que circulan por la ciudad es inferior al habitual, pero de todas formas se puede afirmar que el día de su lanzamiento el Metrobus funcionó bien.
Poco después de las 14.30, las primeras unidades de las 11 líneas que usan el corredor exclusivo irrumpieron en los carriles centrales que unen Constitución con Retiro, entre usuarios algo confundidos por la ubicación de las paradas en estaciones adornadas con cientos de globos amarillos.
La inauguración de la obra que le costó a la Ciudad 150 millones de pesos es la gran apuesta de Pro, y sirvió también como escenario político para mostrar a sus principales candidatos para las próximas elecciones, como Gabriela Michetti y Sergio Bergman. "Es una transformación histórica. El Metrobus mejora la calidad de vida de miles de personas y es un gran orgullo para la ciudad", dijo el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, durante la inauguración, al mediodía, en la estación Teatro Colón.
En medio de la expectativa generaliza por ver en marcha el nuevo sistema que cambió radicalmente la fisonomía de la 9 de Julio, los pasajeros de las líneas 9, 10, 17, 45, 59, 67, 70, 91, 98, 100 y 129, que ya circulan por los carriles centrales, fueron poblando las estaciones.
Algunos usuarios desconocían dónde debían esperar el colectivo que iba a Retiro. Las dudas eran evacuadas por extraños personajes tocados con pelucas de rulos rojos, parte del staff informativo puesto por la Ciudad. Una señora mayor se quejaba en la estación Paraguay, porque un colectivo de la línea 10 "no había respetado la parada". En cambio, otros pasajeros que descendían de las unidades sostenían que el viaje era notoriamente "más rápido" que antes, cuando los colectivos circulaban por las laterales de la avenida 9 de Julio.
Según constató LA NACION en distintas recorridas (sobre lo que se informa por separado), tanto automovilistas como usuarios de colectivos dijeron verse favorecidos por una reducción en los tiempos de viaje. Para los choferes, los carriles exclusivos no parecieron representar complicaciones. Incluso, fueron más respetuosos del tránsito peatonal -algo basta inusual, por cierto-. Lógicamente ayer ése era un escenario en el que se concentraron todas las miradas, incluso la de los agentes viales.
Los peatones, en cambio, sí fueron más imprudentes: varios cruzaron por lugares indebidos y en ocasiones quedaron detenidos en los descansos más estrechos para cruzar la avenida 9 de Julio, entre el Metrobus y los vehículos particulares, que circulan en sentido inverso.
"En esta zona se colocaron bolardos de protección, justamente, para evitar cualquier accidente. De todas maneras, el Metrobus comenzó a funcionar hace pocas horas y este gran cambio representa un aprendizaje para todos los que convivimos en la avenida 9 de Julio. Entiendo que esta obra será de vital importancia porque acorta la calidad del viaje de los usuarios", dijo Guillermo Dietrich, subsecretario de Transporte de la ciudad.
Los automovilistas no coincidieron tanto respecto de los beneficios o perjuicios que les representa el sistema del Metrobus. Algunos consideraron que era problemático recordar los giros y que, por ejemplo, no se interpretaba la señalización al cruzar la avenida San Juan, en sentido Norte-Sur, ya que varios automovilistas subían a la autopista 9 de Julio Sur para evitar compartir carriles con los colectivos, cuando, en realidad, en ese tramo ya no hay carriles exclusivos para los ómnibus.
En cambio, otros conductores particulares notaron que circularon con mayor fluidez y que podían hacer 15 cuadras "en tiempo récord", aunque habrá que considerar que esta semana hay menos flujo de tránsito en la ciudad en virtud de las vacaciones de invierno y la feria en los tribunales. Los carriles centrales por donde circulan 11 líneas liberaron las calles laterales y en total 22 líneas que transitan por la zona también modificaron sus recorridos.
Acto y política
Dos horas antes del estreno oficial del Metrobus, hubo una presentación simbólica, en la que Mauricio Macri, junto con otros funcionarios de la Ciudad y candidatos a las próximas elecciones llegaron a la estación Teatro Colón en un colectivo de la línea 45.
Al jefe de gobierno lo esperaba allí una sorpresa: unas 20 personas que decían ser "trabajadores de la Ciudad" no reconocidos como planta permanente se apostaron en el lugar con un bombo y ensayaron una decena de cánticos contra el líder de Pro. Para mitigar esta acción que el macrismo calificó de "política clásica de la oposición", una decena de oficialistas se pararon delante de los manifestantes que pedían por "viviendas, salud, educación y trabajo digno", para cantar, más fuerte, en favor de Macri. Resultado: en medio del griterío, el jefe de gobierno intentó hablar de las bondades del Metrobus, de la apuesta verde de la Ciudad y del beneficio de vivir en un sitio cada vez más "amigable".
Algo molesto, el jefe de gobierno advirtió a las personas que reclamaban (varios de ellos estaban parados en los canteros de cemento donde se plantaron nuevos árboles) y mirando al grupo les dijo: "Gracias por la democracia". Y se marchó. Más tarde, la estación Teatro Colón se fue ocupando de pasajeros y colectivos que cambiaron sensiblemente la estética de la tradicional avenida 9 de Julio.
Las claves del sistema - Cuánto costó, qué tiempo insumió y cómo se controla
Costo: Según los funcionarios porteños, se invirtieron 150 millones de pesos en la construcción de los carriles exclusivos
Tiempo: La obra demandó casi siete meses de trabajo. Comenzó en enero pasado y terminó anteayer
Amparos: Vecinos que reclamaban por la poda y traslado de árboles frenaron la obra con amparos hasta que la Justicia los desestimó
Favorecidos: Se estima que el Metrobus en la avenida 9 de Julio beneficiará a unos 250.000 usuarios por día
Operativos: Unos 140 agentes de tránsito controlan el Metrobus en la 9 de Julio
Información: Se dispuso de la presencia de orientadores en las estaciones para los usuarios
Del editor: qué significa: Un cambio positivo. Otro paso hacia una ciudad moderna, que se suma a la peatonalización del microcentro y la expansión de las ciclovías.
http://autoblog.com.ar/2013/07/del-donto-p1-al-freedom/
ResponderEliminarah fadea tiene nueva web-...
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