Las represas del Sur, sin crédito

Por Pablo Fernández Blanco  | LA NACION

Ninguno de los cuatro grupos oferentes tiene la financiación confirmada. 

La construcción de las hidroeléctricas santacruceñas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, el mayor proyecto de infraestructura del Gobierno, aún debe sortear el escollo más difícil. De acuerdo con documentos a los que accedió LA NACION, ninguno de los cuatro grupos que llegaron al final de la compulsa presentó ofertas firmes para financiar las obras, que tienen un presupuesto de 24.358 millones de pesos (US$ 4400 millones al tipo de cambio oficial).

 

Anteayer, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el orden de mérito, que arrojó como ganador al consorcio liderado por Electroingeniería, de Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta. Junto a otras compañías internacionales, la lista se completó con Helport, de Eduardo Eurnekian, y Iecsa y Austral Construcciones, de Angelo Calcaterra y Lázaro Báez, respectivamente. La Unidad Técnica Mixta, encargada de evaluar las propuestas, sugirió dejar fuera de la compulsa al consorcio liderado por Impsa, del empresario mendocino Enrique Pescarmona, porque no cumplió con los requisitos de financiamiento.

En la práctica, ninguna tiene el crédito asegurado. La ganadora Electroingeniería presentó financiamiento del China Development Bank por un 85% del costo de obra, y del Bank of Communications por la porción restante. En la carta enviada al Gobierno, el primero aclara: "Tenga en cuenta que los términos establecidos en esta hoja son indicativos y para fines de debate y no constituyen una oferta para organizar o financiar el crédito. La disponibilidad del crédito está sujeta a la debida diligencia, a la aprobación del comité de crédito, a la aprobación del gobierno, de las corporaciones y de terceras personas, a la documentación satisfactoria y opiniones legales".

Un condicionamiento casi idéntico planteó la oferta del grupo liderado por Báez, que analiza impugnar la victoria de la Electroingeniería.

Eurnekian, que organizó la oferta en conjunto con Isolux y Panedile, presentó una nota en la que señala: "Las condiciones suspensivas principales de concesión de la línea de crédito son: confirmación por parte de Vnesheconombank de la rentabilidad del proyecto, aprobación por los órganos administrativos correspondientes [de la entidad financiera]" y la obtención de la garantía soberana de la "Federación de Rusia que cubra el 100% de las obligaciones del tomador del crédito".

El consorcio de Pescarmona, en tanto, presentó una nota de la compañía aseguradora del Bndes, el banco de desarrollo de Brasil, donde sostiene que la operación apenas está siendo analizada. También ofreció financiamiento del Banco Nación y la Unión de Bancos Suizos.

En el sector privado sostienen que el Gobierno quiere adjudicar la obra antes de las elecciones primarias, que se realizarán el 11 de agosto. Eso no asegura, ni mucho menos, que la obra se realice. En 2010, la compañía de Pescarmona se adjudicó el proyecto Cóndor Cliff-La Barrancosa, que luego fue rebautizado por los nombres actuales. Dos años después, tras un pedido del Gobierno, debió resignar su contrato y volver a presentarse a la licitación.

Parece una tragicomedia, solo falta Filomena Marturano que andará no se por donde...