Mientras algunos sectores acusan al gobierno de impulsar la "chavización" de las Fuerzas Armadas, el nuevo titular de la cartera pretende revertir el proceso de desmantelamiento iniciado en los '90. Los intereses afectados.
La primera reacción fue acusar al nuevo ministro de Defensa, Agustín Rossi, de estar empujando a las Fuerzas Armadas hacia "una chavización". La definición, de tono apocalíptico, buscaba responder al primer discurso del designado jefe del Ejército, César Milani, pronunciado ante la presidenta en el Colegio Militar de la Nación.
En aquel acto, Milani convocó a los miembros de las FF AA a "acompañar con renovadas ansias el proyecto nacional". Enseguida se prendieron las luces de alarma. Y comenzaron a repetirse las condenas de tono estigmatizador. El primero en salir a repudiar fue el radical Horacio Jaunarena, ex ministro de Defensa de Alfonsín, quien acaba de editar un libro financiado por el empresario Mario Montoto. "Quieren transformar una institución al servicio de la defensa en una institución al servicio del gobierno", cuestionó.
Las voces de alarma se superponen con la polémica que generó el
ascenso de Milani a jefe del Ejército. Aunque su nombre no figura en
causas por delitos de lesa humanidad, al menos hasta ahora, el ex preso
de la dictadura Ramón Olivera lo denunció como el responsable de un
allanamiento y la detención de su padre. Como Olivera ratificó la
denuncia ante la justicia federal de La Rioja, la fiscalía de esa
provincia abrirá una investigación sobre los hechos mencionados. Este es
el contexto, agitado por cierto, en el cual se está profundizando un
giro en la política de Defensa que ya había empezado Nilda Garré.
El giro en cuestión remite a una tradición histórica del peronismo,
pero también del ala nacionalista del Ejército: su compromiso con la
industrialización a través de la industria de la Defensa. Tras la
designación de Rossi como ministro, una de sus primeras decisiones
–acordada con la presidenta– fue la creación de la Secretaría de
Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa. Otra novedad, que se
conoció en la cena de camaradería de las FF AA, fue el traspaso de la
empresa estatal Fabricaciones Militares a la órbita del ministerio
conducido por Rossi. Esos cambios apuntan a reforzar el legado histórico
de los generales Enrique Mosconi, Nicolás Savio y Juan Perón: que las
FF AA contribuyan al desarrollo económico soberano a partir de su
actuación como parte del Estado.
"Nuestro objetivo es potenciar la capacidad del Estado argentino.
Acordémonos del aporte clave que tuvieron las FF AA en las industrias
petrolera, siderúrgica y ferroviaria", aseguró el propio Rossi, en
diálogo con Tiempo Argentino. "Lamentablemente, durante los '90 se
declararon sujetas a privatización 27 empresas estatales que dependían
del Ministerio de Defensa.
Desde 2003 venimos desandando ese camino:
potenciamos Fabricaciones Militares, fortalecimos los astilleros
Tandanor y Domecq García, recuperamos la Fábrica Argentina de Aviones
(FADEA) y con el INVAP estamos desarrollando un plan de radarización que
logrará cubrir todo el espacio aéreo", se explayó el ministro. Claro
que el proyecto de recuperar la industria de la Defensa implica algunos
riesgos: por lo pronto, sustituir importaciones de insumos y bienes de
capital estratégicos provoca pérdidas económicas para las empresas
privadas proveedoras de esos productos. La mayoría, además, son
extranjeras: hay estadounidenses, israelíes, españolas, chinas.
En el corto plazo, la cartera de Defensa ya asignó prioridades a la
hora de poner en marcha nuevos proyectos y fortalecer los que ya están
en curso. La empresa Fabricaciones Militares (FM) tendrá un protagonismo
estratégico: en la fábrica Fray Luis Beltrán de Rosario se producirán
chalecos antibalas con nivel de protección RB2, de uso habitual entre
los agentes de policía de todo el mundo. La misma empresa producirá
explosivos para la minería –gelatinosos y derivados de nitrato de
amonio– en la planta de la ciudad sanjuanina de Jáchal. Pero la apuesta
más innovadora de todas, y que también implica un perjuicio para las
empresas extranjeras del sector, como la estadounidense Trinity, es la
fabricación de vagones de carga (tolva para cargar granos y
contenedores) que serán utilizados por el reestatizado Ferrocarril
Belgrano Cargas.
La política de sustitución de importaciones en materia de Defensa
tiene un pilar que ya lleva varios años: la empresa INVAP, con sede en
Bariloche, que a pesar del lobby a favor de intereses foráneos terminó
ganándose el reconocimiento de todo el mundo para desarrollar reactores
nucleares y satélites. En la Argentina, además, INVAP está fabricando
seis radares primarios (de uso militar) 3D de largo alcance (cuya sigla
es RP3DLA-S). No hay muchas empresas en el mundo que estén capacitadas
para la fabricación de radares de control del espacio aéreo. Fabricar
los radares en suelo argentino permite quedarse con la propiedad
intelectual y tener el know-how para las reparaciones y "la extensión de
media vida", como se llama al service que se les hace para que sigan en
actividad unos años más.
En el mediano plazo, el Ministerio de Defensa pretende firmar un
convenio con la Federación Rusa para fabricar, en conjunto, buques
rompehielos o de navegación en zonas polares. La sustitución, como se
sabe, implica sustituir algo por otra cosa. Y aquello que es sustituido
–en este caso, aquellos empresarios que lo son– no suelen ver ese
proceso con felicidad. «
estimado, 2003-2013 Y tuvimos 10 años y tragedias de 11 para no olvidar. Suenan a espasmos nacionalistas con un club de buenas intenciones (de los que esta empedrado el camino del infierno) para la gilada. Estamos ante un fin de ciclo por fin. Esperemos que el ciclo que comienza sea verdaderamente nacional.
ResponderEliminarEsta "noticia" no tiene desperdicio por lo hipócrita que suena, este gobierno no hizo más que profundizar la caída de las capacidades de las FF.AA. y no hay que olvidarse que fueron ellos mismos los que le sacaron fabricaciones militares al ministerio de defensa no hace mucho tiempo atrás, ahora solo están desandando sus propios pasos y pusieron a otro inepto a cargo del ministerio... lo digo a sabiendas, soy de Rosario y Rossi es un inútil, acá nunca hizo nada y solo vivió de criticar y obstaculizar al ejecutivo municipal en propuestas que la ciudad necesita y la gente quiere.
ResponderEliminarLa actualidad de nuestras queridas FF.AA. me llena de tristeza y lo peor de todo es que aún se vislumbra lejano un posible cambio de curso... espero que el amigo Roberto quien comenta arriba tenga razón, y este ciclo de gobierno destructivo llegue a su fin de una vez por todas.