Colaboración de nuestro amigo Diego Estigarribia.
(politicaonline.com) - Dilma Rousseff aprobó un crédito para la realización de la postergada obra. Es para el tramo Caballito-Haedo, el más complejo del soterramiento. El préstamo demorará unos seis meses en concretarse y la obra tiene un plazo de ejecución de tres años.
En medio de una relación bilateral que no atraviesa su mejor momento, el gobierno de Brasil aprobó un préstamo de 1.500 millones de dólares para el soterramiento del Sarmiento. La noticia llega en un momento clave para la Casa Rosada: se produce en medio de la campaña electoral y ante grandes cuestionamientos por el estado de la línea que une a la Ciudad de Buenos Aires con el oeste del Conurbano.
Ayer, el Consejo de Ministros de Brasil terminó de aprobar los detalles del crédito, que será canalizado a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el mayor inversor en obra pública de América Latina.
Según el diario Clarín, el crédito de 1.500 millones de dólares es a diez años, con dos de gracia, y una tasa del 4% anual, condiciones imposibles de conseguir para Argentina en los mercados internacionales.
De acuerdo a la explicación de Página 12, los trámites para la formalización del crédito no son sencillos y demandan la realización de pliegos y fiscalizaciones que demorarán de tres a seis meses, aunque Argentina buscará acortar esos tiempos. El diario indica que se firmará un contrato de cooperación financiera entre el Bndes y el gobierno argentino, y recién ahí comenzarán los desembolsos.
LPO había adelantado a comienzos de año que Dilma Rousseff había autorizado la concreción del préstamo para la Argentina, pero a partir de allí la relación bilateral comenzó a deteriorarse al punto que la última visita de la brasileña a Buenos Aires terminó sin ningún anunció concreto y rodeada de tensión. La semana pasada, las mandatarias coincidieron en la cumbre del Mercosur pero no tuvieron un encuentro a solas, algo que sucede habitualmente.
Un dato clave para que finalmente se libere el dinero es que ahora el consorcio encargado de la obra no estará liderado por IECSA, la empresa del sobrino de Franco Macri, sino por la brasileña Odebrecht, la mayor constructora de obra pública de la región. Esa firma habría sido la encargada de concretar las gestiones con el BNDES y el gobierno de Dilma.
Una obra postergada y compleja
Los 1.500 millones de dólares que aportará Brasil estarán destinados a la primera etapa del soterramiento: el tramo Caballito-Haedo, el más complejo y extenso de la obra (16,7 kilómetros).
Las demoras en la financiación de la obra mantienen inutilizada desde hace meses a la tuneladora que debe hacer el grueso de los trabajos, ya que una vez que comienza no puede detener las obras. Lo que sí se hizo fueron obras de ingeniería complementarias –completadas en un 90%-, el informe de impacto ambiental, la trinchera de trabajo y el 80% del viaducto Moreno, según reseñó Clarín.
Para el futuro quedarán los otros dos tramos. El segundo, entre Haedo y Castelar, tiene 3,95 kilómetros de extensión e incluye el soterramiento de dos estaciones: Morón y Castelar.
El tercero y último, entre Castelar y Moreno, tiene más de 14 kilómetros y comprende la construcción de 5 estaciones (Ituzaingó, Padua, Merlo, Paso del Rey y Moreno), y de la rampa de vinculación con el taller de Francisco Álvarez, según el proyecto oficial. Para estas dos etapas se necesitará una cifra similar a la que desembolsará ahora el BNDES.
Me pregunto si no hubiese sido mas efectivo y economico hacer tuneles en todos los pasos a nivel de la traza, asi mejorar la frecuenca y seguridad, ademas de mantener las cuatro vias para servicios de larga distancia y carga hasta Once.
ResponderEliminarTodas las mejoras en obras que hacen en la actualidad es tirar dinero a la basura cuando este listo el soterramiento.
Suerte