Transporte en Puerto Madero: a pesar de los anuncios oficiales de marzo pasado, la obra no avanza. Iba a llegar a Retiro en septiembre; sólo el lunes próximo activarán la licitación; además, hay que devolver los vagones a Francia.
El regreso del tranvía a las calles porteñas y la extensión de su trayecto por Puerto Madero fueron los anuncios conjuntos más reiterados por los gobiernos nacional y porteño en el último año. Sin embargo, no sólo no se extenderán sus vías, sino que podría perder sus dos únicas formaciones.
El denominado Tren del Este corre hoy paralelo a Alicia Moreau de Justo, entre las avenidas Córdoba e Independencia. Estaba previsto que llegara a Retiro en septiembre próximo, según fue anunciado en marzo de este año, en un acto en la Casa Rosada, del que participaron la presidenta Cristina Kirchner y el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
Ese encuentro se hizo para comunicar que se llamaba a licitación nacional e internacional para la construcción de las formaciones y su mantenimiento, y la construcción de talleres y cocheras.
Pasaron cuatro meses y ayer, ante la consulta de LA NACION, la Secretaría de Transporte, que conduce Ricardo Jaime, informó que sólo el próximo lunes se concretará ese llamado a licitación, cuyo costo ronda los 180 millones de pesos. El plazo de ejecución previsto es de seis meses.
Mientras tanto, el viernes de la semana próxima se cumple un año de que empezó a correr con dos formaciones alquiladas por el Estado nacional a la empresa francesa Alstom. Ambas deben ser devueltas a Francia en lo inmediato. Todo ello, sin contar con que una de las dos hoy no funciona por hallarse en mantenimiento.
La obra para la extensión de rieles tiene aún menos definiciones. En la Secretaría de Transporte dijeron que probablemente dentro de dos semanas se licitarán dichos trabajos, que están incluidos en la concesión que hoy explota la empresa Ferrovías. No se precisó el monto que requerirá esa obra.
Según el proyecto original, la extensión hasta Retiro seguiría por Moreau de Justo, por las estaciones Catalinas, Torre de los Ingleses y Terminal de Omnibus. Desde el actual extremo sur se sumarían a Independencia y hasta La Boca las estaciones Garay, hospital Argerich, cancha de Boca y Caminito-La Boca.
Según aquel proyecto, el total de vías adicionales por tender alcanza 5,2 km y se construirán dos subestaciones transformadoras, que se sumarán a la que existe actualmente. El recorrido agregará 16 pasos a nivel.
El Estado nacional desembolsa por los trenes franceses 350.000 euros por año. Son los que hay que devolver a la empresa Alstom para que puedan mostrar sus cualidades en otras ciudades donde seguirán rodando. A cambio, según aseguran en la Secretaría de Transporte de la Nación, llegarán dos formaciones iguales que circulaban en Madrid. Voceros de Jaime informaron a LA NACION que los trenes ya salieron de España rumbo a Buenos Aires. Según las estimaciones oficiales, estarían circulando por Puerto Madero a mediados del mes próximo.
Lo que no se precisó, a pesar de los reiterados pedidos de LA NACION, es cuál es el arreglo económico al que se llegó con el ayuntamiento español. Con capacidad para transportar unos 300 pasajeros cada formación, el Tranvía del Este paseó hasta el momento a 350.875 personas, es decir, en promedio, menos de 1000 pasajeros por día.
Manuel Fernández, de la Asociación Vecinal República de San Telmo, se lamentó: "Esto es un mal negocio porque hubiésemos tenido 35 tranvías y una obra mayor si se hubiesen aceptado las formaciones que quería donar Alemania. Es una pésima acción del gobierno nacional en la ciudad, amén de no dejarle ejercer su autonomía. Sólo con el dinero del alquiler de los tranvías se pueden adquirir los vagones de Sttutgart".
En 2006, cuando la ciudad de Buenos Aires rechazó el proyecto presentado por los vecinos de San Telmo, se explicó que el costo no sólo debía calcularse con la donación simbólica de la ciudad alemana, de 3500 euros por cada vagón.
Oficialmente, se dijo entonces que la consultora Studio A-Switch Transit Consult, que impulsaba la aceptación de las formaciones alemanas había presupuestado para la obra completa 10 millones de euros para la consultoría y otros 90 millones de euros para los trabajos construcción.
En el proyecto del Tranvía del Este, la ciudad financió la iluminación ornamental y los cruces de semáforos. Aportó para ello 1.500.000 pesos. Ese acuerdo fue el que permitió al ex jefe de gobierno Jorge Telerman fotografiarse el día de la inauguración con Cristina Kirchner a pesar de que ya había perdido las elecciones frente a Macri en el ballottage del 23 de junio del año pasado.
Y ocurrió algo curioso. Aunque ese día se cortó la cinta de las obras y se hizo un recorrido con la formación denominada Celeris, sólo empezó a funcionar para el público una semana después, el 25 de julio del año pasado. Meses más tarde, en marzo de 2008, Macri llegó a la Casa Rosada para anunciar el llamado a licitación.
En aquel momento, un poco más feliz que el actual, se encontraban presentes en el acto el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, y miembros del gabinete nacional, como el ministro de Planificación, Julio De Vido; su par de Interior, Florencio Randazzo; Jaime, y el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, entre otros.
Macri disparó la primera referencia futbolística: "Lamento el conflicto emocional que puede llegar a tener el ingeniero Jaime, porque es hincha de River Plate y la terminal de este tranvía se hace en el estadio más místico de América del Sur: el de Boca Juniors". La Presidenta le retrucó: "Esto nunca se hubiera hecho en la anterior gestión, porque Néstor Kirchner es fanático de Racing".
Por el momento, la obra no avanza. LA NACION quiso saber de parte del gobierno porteño cuál sería su aporte a la continuidad del Tranvía del Este, pero no recibió respuesta. En el Ministerio de Desarrollo Urbano sólo se dijo lo que ya se sabía: que la ciudad le aporta la señalización, los semáforos y ayuda durante la ejecución de la obra. Cabe destacar que en el flamante plan de ordenamiento de tránsito que anunció Macri hace poco más de un mes, ese tranvía figura como uno de los medios de transporte que aliviará el caos vehicular porteño.
Fuente: Por Laura Rocha (Diario LA NACION)