
Militares de varios países del mundo creen que en el futuro aumentará significativamente el rol de varios sistemas robóticos en los conflictos armados. Se considera que gracias a los robots se disminuirá el costo de las operaciones militares, y se reducirán significativamente las pérdidas humanas. Además, los robots aumentarán la precisión de los ataques contra objetivos enemigos.
Las pruebas aéreas del Wing-Loong II se llevan a cabo desde el año pasado. El aparato se desarrolla por orden del Ministerio de Defensa de China. El exterior de Wing-Loong II copia casi por completo al dron estadounidense MQ-9 Reaper en su nueva versión ER, también conocido como Block 5.
La longitud del aparato chino es de 11 metros, la altura es de 4.1 metros y la envergadura de 20.5 metros. El dispositivo es capaz de acelerar hasta 340 kilómetros por hora y realizar vuelos a una altitud de 9.000 metros. El peso máximo de despegue de Wing-Loong II es de 4.2 toneladas. Puede llevar una carga de combate de 480 kilogramos debajo del ala y permanecer en el aire hasta 20 horas.
En junio de 2017, la compañía aeronáutica China Aerospace Science and Technology Corporation (CASC) puso a prueba su dron no tripulado de gran altitud que opera con paneles solares. El CH-T4 pertenece a la familia de las naves no tripuladas Chai Hong (que significa arcoiris). La envergadura de esta nave es de 45 metros y, durante la prueba, voló durante 15 horas a una altura cercana de los 20 km. Su aterrizaje también fue exitoso.
Vasily Sychev - Texto traducido por María Cervantes
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