Por Eduardo Szklarz/Diálogo
Vehículos aéreos remotamente tripulados serán usados en tareas militares, asistencia a desastres naturales y ayuda a la comunidad.
El prototipo Vigía 2A, que tiene alrededor de 380 kilogramos, 8 metros de envergadura y un motor de 60 caballos de fuerza, es utilizado como modelo de valuación tecnológica. (Foto: Fuerza Aérea Argentina)
La Fuerza Aérea Argentina (FAA) está desarrollando vehículos aéreos remotamente tripulados (VART) con equipos de última generación para operaciones de vigilancia, control, y búsqueda y rescate. Los prototipos Aukán y Vigía 2B, actualmente en fase de evaluación, son fruto de un trabajo coordinado de la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) y del Centro de Investigaciones Aplicadas (CIA) de la FAA.
Con multisensor de alta definición y visión infrarroja, el Aukán puede servir de apoyo para acciones militares y tareas de ayuda a la comunidad. (Foto: Fuerza Aérea Argentina).
“Es un desarrollo con ingeniería totalmente nacional”, dijo a Diálogo el Brigadier Guillermo José Alsúa, jefe del Programa de Incorporación de la Capacidad SART [Sistema Aéreo Remotamente Tripulado] a la FAA. “Todo el equipo de ingeniería que ha intervenido en el desarrollo pertenece a la FAA.”
Según el Brig. Alsúa, el Aukán y el Vigía 2B “rompen con la concepción tradicional, aún presente en muchas fuerzas aéreas, de que todo lo que vuela implica que el piloto u operador esté en la aeronave”. El desarrollo del programa “refleja la necesidad que tuvo la FAA de cambiar la forma de incorporación de esos sistemas de armas a la institución”, añadió.
Los VART podrán servir de apoyo no sólo a acciones militares, sino también a tareas de ayuda a la comunidad y situaciones de desastres naturales, explicó el Brig. Alsúa. “El Aukán trabajará en un rango táctico: desde una base hasta alrededor de 150 kilómetros”, afirmó. “A su vez, el Vigía 2B tiene la posibilidad de operar prácticamente a la distancia que uno quiere, independientemente del lugar de la base.”
El Comodoro César Daniel Cunietti, subdirector general de Investigación y Desarrollo de la FAA, dijo a Diálogo que la información generada por los drones en tiempo real podrá ser utilizada por las fuerzas de seguridad o por distintas agencias del Estado. “Podrían ser aprovechadas por el Ministerio de Producción o el Ministerio de Ciencia y Tecnología, por ejemplo, para relevamiento de distintos aspectos, como la evolución de sembradíos y cosechas”, agregó el Comod. Cunietti.
Vigía 1 y Vigía 2A
El proceso de desarrollo de los drones argentinos empezó en 2010, a través de un abordaje integral de la DGID y el CIA. “Ese equipo de trabajo desarrolló primero un modelo que se ensayó en túnel de viento, que permite, simulando las condiciones de vuelo, realizar rigurosas mediciones”, recordó el Brig. Alsúa. A partir de ese modelo se produjo un primer equipo, el Vigía 1, que era un prototipo eléctrico pequeño, con configuración tipo pusher (con la hélice montada en la parte trasera) y cola en V, declaró.
Dados los buenos resultados del Vigía 1, la FAA empezó a producir otro prototipo, el Vigía 2A – que tiene alrededor de 380 kilogramos de peso, 8 metros de envergadura y un motor de 60 caballos de fuerza. El Vigía 2A realizó su primer vuelo en 2015 y continuó volando con éxito desde entonces. “Conservaremos el Vigía 2A como modelo de evaluación tecnológica para probar sensores, sistemas de autopiloto y sistemas de comunicaciones, que después van a formar parte de los dos prototipos que serán producidos en serie para la Fuerza Aérea”, afirmó el Brig. Alsúa.
Aukán: acciones en el campo táctico
Uno de esos prototipos es el Aukán, que pesa entre 90 y 100 kg. Si bien es un modelo Clase I (hasta 150 kg), tiene equipamiento de última generación para entrenar a los pilotos que después van a volar el prototipo más pesado, el Vigía 2B.
“El Aukán va a equipar inicialmente la dotación de la Escuela de Aviación Militar. Dados sus equipamientos y características, es un buen modelo para acciones en el campo táctico”, dijo el Brig. Alsúa. “Es decir que puede servir de apoyo no sólo para acciones militares, sino también para tareas de ayuda a la comunidad, situaciones de desastres y apoyo logístico a otras áreas del gobierno.”
La Estación de Control Terrestre posee los puestos de comando para el operador de la aeronave, el operador de los sistemas y el comandante de misión. (Foto: Fuerza Aérea Argentina)
El Aukán posee multisensor de alta definición, visión infrarroja y designador para seguimiento de blancos en movimiento. Con un motor de 20 caballos de fuerza, ya realizó con éxito varias campañas de ensayos en vuelo. “Hemos comprobado varios equipos y, de no mediar inconvenientes técnicos o presupuestarios, el Aukán estaría en condiciones de ser producido en serie a partir de 2018”, dijo el Brig. Alsúa.
Vigia 2B: tareas operativas
El prototipo Vigía 2B es todavía más avanzado y será certificado bajo la norma STANAG 4671 (Standardization Agreement, o Acuerdo de Normalización), ratificada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Sus dimensiones fueron incrementadas con el objetivo de obtener un vehículo que pudiera satisfacer integralmente el Requerimiento Operativo de la FAA.
“Adoptamos un motor que está por arriba de los 120 caballos de fuerza de potencia, y eso hizo que la aeronave se transforme en un equipo Clase II pesado con un MTOW [maximun takeoff weight, o peso máximo al despegue] de 950 kg, que va a transportar equipamiento electrónico y sensores casi de un clase III”, explicó el Brig. Alsúa. “O sea que es un clase II pesado, pero con muchas capacidades que lo harían un clase III.”
La FAA tiene previstos tres prototipos para el Vigía 2B. Cada uno de ellos hará ensayos diferenciados en tierra y en vuelo. El primer prototipo está más apuntado a la etapa de ensayos en vuelo, cualidades de vuelo, velocidades y alturas. El segundo ya tendrá integración de sensores, mientras que el tercero reunirá todas las recomendaciones necesarias para ser producido.
“El primer prototipo estaría listo para iniciar los ensayos en tierra a fines de este año [2017] o principios del que viene. Lo que implica que, de no haber inconvenientes mayores, podría hacer su primer vuelo a mediados del año que viene [2018]”, dijo el Brig. Alsúa. “El Vigía 2B será utilizado para tareas operativas, que son las propiamente militares desarrolladas por los equipos de SART. Tendrá también una capacidad mayor para cubrir desastres y ayuda a la comunidad”, declaró. “Estimamos que será una aeronave con más de 15 horas de autonomía.”
Estación de Control Terrestre
Otro logro de la FAA es la Estación de Control Terrestre (ECT), que funciona sobre un vehículo de fabricación nacional. La ECT posee los puestos de comando para el operador de la aeronave, el operador de los sistemas y el comandante de misión. “Esa ECT es la misma para el Aukán y el Vigía 2B”, explicó el Brig. Alsúa. “Y como el Aukán vuela con equipos similares a los del Vigía 2B, la transferencia de un operador entrenado en el Aukán al equipo pesado es mucho más rápida y eficiente.”
Chamical: centro operativo de aeronaves remotamente tripuladas
Uno de los futuros centros operativos de los SART de la FAA será la Base Aérea de Chamical, en la provincia de La Rioja, que está en proceso de reactivación. “El objetivo es que la base se convierta en un centro donde se realicen los ensayos y vuelos junto con la formación de los operadores y pilotos de drones de todas las Fuerzas Armadas”, declaró el ministro de la Defensa de Argentina Julio Martínez, durante una visita a la base el 24 de febrero.
El Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados, dependiente de la DGID, funciona en la unidad militar. “En Chamical, tenemos la ventaja de contar con un espacio de importantes dimensiones restringido para el uso aéreo específico de la FAA, sin congestión de tráfico aéreo”, dijo el Comod. Cunietti.
“Pero sería erróneo pensar que Chamical será el único lugar de proyección de vehículos remotamente tripulados. Justamente una de las posibilidades que brindan estos vehículos es que son muy flexibles. Podrán operar desde aeropuertos, locaciones con pistas de tierra o sin necesidad de radioayudas en tierra. Pero, dentro de ese contexto, Chamical es sumamente interesante para la etapa que estamos transcurriendo”, completó el Comod. Cunietti.