Por AGUSTIN BARLETTI - Cronista.com
Antes de fin de año, se lanza la licitación pública internacional. Habrá dos terminales privadas de carga, una pública y otra de cruceros.
En 2019 vencen las concesiones del Puerto Buenos Aires y desde la Administración General de Puertos (AGP) le están dando los últimos retoques a un ambicioso plan de rediseño.
Ya hay varias certezas. Se descarta absolutamente la posibilidad de negociar con los actuales concesionarios una prorroga de sus contratos a cambio de obras de infraestructura.
Antes de fin de año los pliegos de la licitación pública e internacional estarán subidos a Internet para que nadie sepa quién se presenta, y además tendrán costo cero. Habrá una terminal de pasajeros, dos de carga operadas por privados y una publica. A esto se suma la actual terminal fluvial de pasajeros que recibirá una inversión privada de u$s 42 millones de Buquebus. Aún resta definir el tiempo de concesión pero todo parece indicar que sería de 35 años con opción a 15 más.
"Desde que asumimos la gestión, en marzo de 2016, impulsamos el rediseño del puerto con el equipo de AGP pero también con consultoría nacional e internacional. Participaron los principales referentes y entidades del sector tanto privado como sindical y también tomamos la experiencia de los puertos de Barcelona, Rotterdam y Valencia, en este último caso en lo que es pre gate. Aquí no habrá sorpresas porque este plan emana de todos", dijo a Transport & Cargo Gonzalo Mórtola, Interventor de AGP.
La nueva disposición establecerá un enclave para los cruceros que ocupará las actuales terminales 1, 2 y parte de la 3. Los cruceristas tendrán acceso directo y a pie al centro de la ciudad, algo que no sucede con la actual terminal Quinquela Martín.
La primera terminal de carga que se licitará, abarcará una parte del espigón 3, el 4, el 5 y el espacio que hoy ocupa Terbasa cuyos silos y elevadores serán demolidos para liberar sus muelles. Esta nueva instalación estará en capacidad de operar más contendores que todo el puerto en su actual configuración. Está claro que Buenos Aires no se achica. Todo lo contrario, y esto implicará la generación de más puestos de trabajo y mayor zona operativa.
La actual Dársena E se mantendrá púbica, pero tendrá mayor capacidad a partir de la obra de cerramiento y relleno que se está llevando a cabo en la Dársena F. Allí seguirán operando los buques con carga de proyecto, rieles, material rodante y demás inversiones que lleva a cabo el gobierno nacional para modernizar la infraestructura de transporte. También se prevé un gran movimiento de trasbordo de barcazas y operación de vacíos las 24 horas.
"Existe una clara decisión del Presidente Macri y el ministro Dietrich de facilitar los procedimientos de todo el Comercio Exterior con el trabajo articulado entre el puerto y la Aduana. Hemos visto el ejemplo de otros puertos del mundo donde solo se escanea la carga de exportación en casos puntuales.", señaló Mórtola.
El rediseño culmina con un sitio exterior que se licitará con posterioridad, donde funcionará la segunda terminal de carga privada. El relleno para el abrigo y a la vez acceso a este nuevo enclave está en curso de ejecución. De esta manera, el puerto estará en condiciones de llevar a cabo uno de los cambios más profundos de su historia sin detener uno solo segundo su actividad.
En este concepto multimodal e intermodal a la vez, el puerto será servido por la obra del Paseo del Bajo y por un ferrocarril de carga que circulará entre todas las terminales. Estas opciones más el nuevo pre gate ordenarán de forma definitiva la circulación de camiones.
"La capacidad del puerto la da su rotación y la rotación la da su tecnología. El pre gate tendrá portales para escaneo, esto es lo que se viene y que no había", sentenció Mortola.
Mientras tanto, Buenos Aires acompaña el esfuerzo de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación para bajar los costos en temas tan sensibles como el remolque y el practicaje.
"Hubo baja de costos con el seguro de Transporte Argentino Protegido (TAP), que ya no es obligatorio. Estamos reduciendo el costo de high cube entre un 15% y un 20%. Se trabaja para que en el nuevo pliego no se contemple el costo de high cube, con lo que se bajaría a u$s 195 el valor del contenedor. El promedio de costo operativo de un contenedor en Buenos Aires es de u$s 650 cuando en la región es de u$s 350. En el caso de los forzosos que hoy está 70 a 30, también estamos trabajando para llevarlo a un 90 a 10. Estamos encarando la eliminación del costo de barrido y limpieza de contenedores que es de u$s 80, para ser competitivos frente a los parámetros regionales", adelantó Gonzalo Mortola.
Haciendo hincapié en ejes de gestión basadas en "Reglas Claras", "Planificación Estratégica", Mórtola sostuvo que "los funcionarios debemos ser útiles, no importantes."
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