Por Silvia Naishtat - Clarin.com
Con 25 escuelas técnicas y varias universidades se facilitó la radicación de industrias. En el cruce de varias rutas y con un puerto de gran calado llegaron más inversiones.
Un ingeniero controla la producción de tubos en Tenaris. Se basan en un modelo matemático que regula temperatura y velocidades.
Afanosos por superar la historia familiar, cada uno con su lista de proyectos, unos 300 chicos se preparan en la escuela técnica Roberto Rocca que en el kilómetro 71 de la ruta 9 emerge como edificio futurista en una combinación de vidrio, cemento y por supuesto acero, en honor a su mecenas, el grupo Techint que la inauguró en 2013 con la intención de convertirla en un “faro educativo”. Hay otras 25 en Campana, que entendió desde sus inicios a la educación como una de las bases para el desarrollo industrial. A ese tejido se añade la UTN, la Universidad de Luján y en breve una sede de la UBA. Con el INTA y dado que parte del territorio de Campana se encuentra en el Delta, desarrollan un centro forestal. Campana es, después de todo, el mayor productor de álamos y sauces del país, con 3.000 hectáreas plantadas.
La localidad, a 70 kilómetros de la Capital, era la última estación del ferrocarril y ubicada sobre el Paraná fue visualizada a comienzos del siglo XX como el lugar ideal para radicar la industria petroquímica. Dio un vuelco cuando en 1954, desde la planta de Siderca, salió el primer tubo para la industria petrolera. La fábrica, desde el año 2000 con el nombre global, Tenaris- Siderca, es imponente. Javier Martínez Álvarez, manager regional, cuenta orgulloso que ganaron una licitación para proveer tubos para dos gasoductos en Arabia, el Leviatán y Zubair, a lo que se agrega una creciente demanda por Vaca Muerta. Así, regresaron las jornadas de seis días y una ocupación del 100% de su capacidad.
Un modelo matemático comanda las máquinas. Es parte de los secretos industriales de Techint que le permite regular temperaturas y velocidades de la salida de los tubos. Dicen que a la fábrica de Campana sólo la supera otra, del mismo grupo: está en Bay City, cerca de Houston. Pero los ingenieros aseguran que Campana tiene poco para envidiarle.
En el moderno centro de investigación, que concentra a 80 profesionales entre físicos, químicos, matemáticos e ingenieros electrónicos, muestran los tubos inteligentes con sensores que permiten monitorear lo que pasa en el pozo a miles de metros de profundidad. Decididamente, es el siglo XXI en una industria del siglo XIX. Allí se descubre una estrategia focalizada en la diferenciación para que el tubo de acero no sea un commodity. Por ejemplo, un recubrimiento que otorga protección extra para los que van al Mar del Norte.
Rodeando la planta, interminables filas de camiones, máquinas viales y obreros trabajando son en estos días un indicio de intensa actividad en ese nudo industrial en medio de la pampa húmeda. La vía de acceso principal es la ruta 9 que cruza su territorio paralelo al Paraná y la vincula con Buenos Aires, Rosario, Córdoba y el norte del país. La 6 nace en Campana y la comunica con Pilar y La Plata, y hace conexión con las rutas 5, 7 y 8 con acceso al oeste y a través de la ruta 3 se conecta con la zona sur.
A su vez, Campana se encuentra a 10 kilómetros de Zárate, casi una continuidad física urbana, fortalecida por un camino que las une y la vincula con el puente Zarate–Brazo Largo, vía directa a Brasil y a Uruguay. Cuenta con una vía navegable de gran calado, que convierte a su puerto en el segundo en importancia después del de Buenos Aires. Pero todo parece haber quedado chico para una zona que fabrica acero, petroquímica, madera, autos, motos y combustible. Según Sergio Roses, director de la Agencia de Desarrollo de Campana, hoy constituyen el polo industrial más relevante de la provincia de Buenos Aires. La Agencia articula al sector público, la academia y a los privados. La preside Roses, un ex Exxon, e integran su directorio Tenaris, Axion, Honda y Tecmaco, entre otras.
Con 110.00 habitantes y 3.800 nuevos empleos creados este año, Campana carece de infraestructura para alojar a los trabajadores. Honda, junto a su vecina Toyota en Zárate, envía diariamente 72 ómnibus al conurbano para transportar a su gente.
Para Rodolfo González, de Tecmaco, que importa máquinas viales y grúas, además de operarlas, “estamos en el mejor momento de la década”. Ingeniero de profesión, trae equipos de a cientos desde China. González asegura que no se fabrican en el país y cuenta que en Beijing le brindan créditos millonarios para facilitar sus compras. Incorporó 300 nuevos empleados y abrió una sucursal en Neuquén para atender a YPF con sus grúas capaces de manipular hasta 1.000 toneladas.
Juan Sajnin, titular de la Unión Industrial de Campana, congrega a 140 firmas de todo tamaño. Sajnin se dedica a fabricar el mobiliario urbano que se puede observar en la Ciudad de Buenos Aires. Otra de sus actividades es el pavimento articulado. Roses contabiliza 320 empresas. Se destacan: CMP (estructuras metalmecánicas), KTM (motos), Holcim (cemento), Arauco (madera), Newsan (electrodomésticos), Axion (combustibles), Cabot (negro de humo para neumáticos), Bunge (agroindustria), Polimex (plásticos) y la ascendente Alquivial (viviendas prefabricadas). w
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