Nuevo peaje. Empalma la avenida Castillo con la autopista. Evitará que los camiones usen la Costanera.
Por los desacuerdos entre los gobiernos nacional y porteño, tardaron diez años en terminar
los 3,15 km que conectarán a la autopista Illia con la avenida
Cantilo. En medio de otro clima político, finalmente los inaugurarán la
semana próxima, con la presencia de la presidenta, Cristina Fernández de
Kirchner, y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri. Además,
el Ejecutivo porteño empezó a construir un acceso y una bajada para
vincular la Illia con avenida Libertador. Mientras, está terminando otra
subida a la altura de la avenida Ramón Castillo para los camiones que
salen del Puerto.
La autopista Illia es transitada por 82.000 vehículos por día, 52.000 de los cuales circulan hacia el Centro y 30.000 hacia el Norte. Según calculan en el Ejecutivo, las cifras se equipararán cuando se habilite la ampliación que conectará a la autopista con las avenidas Cantilo y General Paz. Entonces la Illia tendrá 10 km de extensión.
En el Gobierno porteño están preparando una gran inauguración para la semana próxima, en un día a definir en función de las agendas de Macri y de Cristina. Ayer, el secretario general de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, Marcos Peña, estuvo reunido en la Casa Rosada con Oscar Parrilli, el secretario general de la Presidencia de la Nación, para arreglar los detalles del acto. Por lo pronto, los guardarrails de la nueva traza ya lucen banderas argentinas.
La extensión de la autopista se pudo concluir en el marco de la mejor relación entre las autoridades nacionales y porteñas, que incluyó varios pactos para aprobar diferentes leyes, como el polémico convenio por el juego en la Ciudad que beneficia al empresario Cristóbal López o la de cesión del predio de la ex Esma a la Nación. Para poder ampliar la Illia, la gestión macrista necesitaba que la Nación corriera hacia el Oeste las vías del ferrocarril Belgrano Norte y hacia el Este el cerco del Aeroparque Jorge Newbery. Parte de estos desplazamientos se hicieron y la obra comenzó en 2010. Construyeron los primeros 1.500 metros, más otros 400 en el empalme con Cantilo. Pero en enero de 2011, cuando faltaban 1.100 metros entre La Pampa y avenida de los Ombúes, el Gobierno nacional dejó de colaborar y la obra se frenó.
Desde la Nación, argumentaron que para correr lo que faltaba del cerco de Aeroparque había que desplazar el Sistema de Aterrizaje Instrumental o ILS del aeropuerto. Y le pidieron a la Ciudad que se hiciera cargo de la tarea. En el Gobierno porteño dijeron que hacerlo era responsabilidad de la Nación y pusieron carteles en la Illia acusándola de las demoras. El conflicto se destrabó después de las últimas elecciones, por el acercamiento entre ambas gestiones. Y la empresa estatal Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), que depende de la Ciudad, terminó de construir los 1.100 metros que faltaban.
Estos 3,15 nuevos kilómetros ayudarán a descongestionar otras vías hacia el Norte, como la avenida Figueroa Alcorta. O la Costanera Norte, que finalmente podrá convertirse en un paseo. Allí la Ciudad ya construyó una traza nueva de la avenida, paralela a la anterior, para permitir la ampliación de la pista del Aeroparque.
El mayor cambio de paisaje de la Costanera será la desaparición de los camiones, que a través de la Illia y de Cantilo podrán llegar a la General Paz y empalmar con la Panamericana. Además, AUSA está terminando un nuevo acceso a la Illia en Retiro, a la altura de la avenida Ramón Carrillo, para que puedan subir los vehículos que salen del puerto. Ya instalaron cuatro cabinas de peaje, aunque en la empresa todavía no informaron cuándo habilitarán esta subida.
Al mismo tiempo, AUSA comenzó la remoción de tierras para construir un acceso y una salida para conectar la Illia con Libertador. Los harán desde la calle paralela, Brigadier Facundo Quiroga, sobre una estructura de viaducto elevada. Los trabajos costarán $ 35 millones y estarían para fin de año. Estas vinculaciones permitirán que los autos que llegan desde el Norte puedan bajar hacia Recoleta sin tener que llegar hasta el Centro. Y los que van hacia el Norte podrán subir desde Libertador.
Esta obra también estaba frenada desde 2011: como las rampas estarán montadas sobre un predio ferroviario, que está bajo la órbita de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), hacía falta que la Nación cediera los terrenos. El acuerdo de cesión fue anunciado en enero por el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
Ahora que la autopista Illia tendrá 10 km, se abrirá un debate con respecto al peaje. Con sus actuales 3,7 km siempre se cobró menos que en las demás. Hoy la tarifa es de $ 4,50 y de $ 7 en hora pico. Mientras, en la 25 de Mayo y en la Perito Moreno, es de $ 13 y $ 17. En la Ciudad admiten que la tarifa de la Illia podría subir, aunque por ahora no hubo definiciones.
La autopista Illia es transitada por 82.000 vehículos por día, 52.000 de los cuales circulan hacia el Centro y 30.000 hacia el Norte. Según calculan en el Ejecutivo, las cifras se equipararán cuando se habilite la ampliación que conectará a la autopista con las avenidas Cantilo y General Paz. Entonces la Illia tendrá 10 km de extensión.
En el Gobierno porteño están preparando una gran inauguración para la semana próxima, en un día a definir en función de las agendas de Macri y de Cristina. Ayer, el secretario general de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, Marcos Peña, estuvo reunido en la Casa Rosada con Oscar Parrilli, el secretario general de la Presidencia de la Nación, para arreglar los detalles del acto. Por lo pronto, los guardarrails de la nueva traza ya lucen banderas argentinas.
La extensión de la autopista se pudo concluir en el marco de la mejor relación entre las autoridades nacionales y porteñas, que incluyó varios pactos para aprobar diferentes leyes, como el polémico convenio por el juego en la Ciudad que beneficia al empresario Cristóbal López o la de cesión del predio de la ex Esma a la Nación. Para poder ampliar la Illia, la gestión macrista necesitaba que la Nación corriera hacia el Oeste las vías del ferrocarril Belgrano Norte y hacia el Este el cerco del Aeroparque Jorge Newbery. Parte de estos desplazamientos se hicieron y la obra comenzó en 2010. Construyeron los primeros 1.500 metros, más otros 400 en el empalme con Cantilo. Pero en enero de 2011, cuando faltaban 1.100 metros entre La Pampa y avenida de los Ombúes, el Gobierno nacional dejó de colaborar y la obra se frenó.
Desde la Nación, argumentaron que para correr lo que faltaba del cerco de Aeroparque había que desplazar el Sistema de Aterrizaje Instrumental o ILS del aeropuerto. Y le pidieron a la Ciudad que se hiciera cargo de la tarea. En el Gobierno porteño dijeron que hacerlo era responsabilidad de la Nación y pusieron carteles en la Illia acusándola de las demoras. El conflicto se destrabó después de las últimas elecciones, por el acercamiento entre ambas gestiones. Y la empresa estatal Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), que depende de la Ciudad, terminó de construir los 1.100 metros que faltaban.
Estos 3,15 nuevos kilómetros ayudarán a descongestionar otras vías hacia el Norte, como la avenida Figueroa Alcorta. O la Costanera Norte, que finalmente podrá convertirse en un paseo. Allí la Ciudad ya construyó una traza nueva de la avenida, paralela a la anterior, para permitir la ampliación de la pista del Aeroparque.
El mayor cambio de paisaje de la Costanera será la desaparición de los camiones, que a través de la Illia y de Cantilo podrán llegar a la General Paz y empalmar con la Panamericana. Además, AUSA está terminando un nuevo acceso a la Illia en Retiro, a la altura de la avenida Ramón Carrillo, para que puedan subir los vehículos que salen del puerto. Ya instalaron cuatro cabinas de peaje, aunque en la empresa todavía no informaron cuándo habilitarán esta subida.
Al mismo tiempo, AUSA comenzó la remoción de tierras para construir un acceso y una salida para conectar la Illia con Libertador. Los harán desde la calle paralela, Brigadier Facundo Quiroga, sobre una estructura de viaducto elevada. Los trabajos costarán $ 35 millones y estarían para fin de año. Estas vinculaciones permitirán que los autos que llegan desde el Norte puedan bajar hacia Recoleta sin tener que llegar hasta el Centro. Y los que van hacia el Norte podrán subir desde Libertador.
Esta obra también estaba frenada desde 2011: como las rampas estarán montadas sobre un predio ferroviario, que está bajo la órbita de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), hacía falta que la Nación cediera los terrenos. El acuerdo de cesión fue anunciado en enero por el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
Ahora que la autopista Illia tendrá 10 km, se abrirá un debate con respecto al peaje. Con sus actuales 3,7 km siempre se cobró menos que en las demás. Hoy la tarifa es de $ 4,50 y de $ 7 en hora pico. Mientras, en la 25 de Mayo y en la Perito Moreno, es de $ 13 y $ 17. En la Ciudad admiten que la tarifa de la Illia podría subir, aunque por ahora no hubo definiciones.
BIEN, MIENTRAS LOS POLITICOS HISTERIQUEAN, A LA GENTE QUE LA PARTA UN RAYO...BIEN, Y ESTOS TIPOS NOS GOBIERNAN...???
ResponderEliminarL.B.A.