Por Silvia Naishtat - Diario Clarin
La central atómica de Embalse, inaugurada en 1984, es la primera
que en Argentina llegó al fin de su vida útil en 2012. Ubicada en Río
Tercero, a 100 kilómetros de la ciudad de Córdoba y a 700 de la de
Buenos Aires, sigue funcionado gracias a una prórroga del ministro Julio
De Vido que se extiende hasta mayo de 2014. Los expertos califican esta
situación como confusa y ya se ha desatado un debate que
polarizó a la sociedad cordobesa. Aunque cada grupo tiene sus motivos,
lo cierto es que predominan los que comparten su oposición a que Embalse
siga en marcha. Mauro Fernández, de Greenpeace, advierte sobre riesgos
que en el tema nuclear nunca se desvanecen.
Embalse es del tipo de centrales de tubos de presión, cuyo combustible es el uranio natural. Posee lo que se ha dado en llamar Calandria con 380 canales de combustible para el reactor. De Vido mencionó un desembolso de US$ 1.366 millones primero, que saltaron a US$1.700 millones, para la puesta a punto de Embalse, que aporta el 3% de la energía total. ¿Hace falta?, se pregunta Fernández para responder que los residuos nucleares tardan 24 siglos, sí siglos, en reducir su peligrosidad. “Podrían adoptarse otros caminos para la generación de energía”, sostiene.
El descontento sobre Embalse es algo que tomaron en cuenta los diputados provinciales Roberto Birri, del Frente Cívico y Social y los radicales Amalia Vagni y Rodrigo de Loredo. Señalan que “el máximo accidente posible en un reactor atómico es la fusión de su núcleo, que en Embalse pondría en riesgo a 4 millones de personas que viven a 300 km. a la redonda”.
La última semana había euforia en un movimiento con múltiples organizaciones: están superando las 25.000 firmas imprescindibles para que se debata la posibilidad de que Córdoba sea declarada como provincia no nuclear. En el camino ganaron una batalla. Relacionado con Embalse, en Alta Córdoba, un barrio de la ciudad, se encuentra la fábrica purificadora de uranio, Dioxitek. Tras la presión de los vecinos se firmó un acuerdo para que Dioxitek abandone esa localización en 2014.
Embalse es del tipo de centrales de tubos de presión, cuyo combustible es el uranio natural. Posee lo que se ha dado en llamar Calandria con 380 canales de combustible para el reactor. De Vido mencionó un desembolso de US$ 1.366 millones primero, que saltaron a US$1.700 millones, para la puesta a punto de Embalse, que aporta el 3% de la energía total. ¿Hace falta?, se pregunta Fernández para responder que los residuos nucleares tardan 24 siglos, sí siglos, en reducir su peligrosidad. “Podrían adoptarse otros caminos para la generación de energía”, sostiene.
El descontento sobre Embalse es algo que tomaron en cuenta los diputados provinciales Roberto Birri, del Frente Cívico y Social y los radicales Amalia Vagni y Rodrigo de Loredo. Señalan que “el máximo accidente posible en un reactor atómico es la fusión de su núcleo, que en Embalse pondría en riesgo a 4 millones de personas que viven a 300 km. a la redonda”.
La última semana había euforia en un movimiento con múltiples organizaciones: están superando las 25.000 firmas imprescindibles para que se debata la posibilidad de que Córdoba sea declarada como provincia no nuclear. En el camino ganaron una batalla. Relacionado con Embalse, en Alta Córdoba, un barrio de la ciudad, se encuentra la fábrica purificadora de uranio, Dioxitek. Tras la presión de los vecinos se firmó un acuerdo para que Dioxitek abandone esa localización en 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.