domingo, 15 de septiembre de 2013

La carrera militar, un camino en busca de definiciones

Por Paula Urien  | LA NACION
Un escenario cambiante marca el rumbo de quienes deciden sumarse a las Fuerzas Armadas

En el mundo se debate el rol de la milicia en tiempos de paz y sólida democracia. En la Argentina, su objetivo está establecido por la Constitución y diversas leyes: defender a la Nación de ataques externos.

También actuar en situaciones de crisis y catástrofes, como los incendios forestales que azotaron recientemente el norte del país. Y ser una fuerza de paz, como los cascos azules en Haití. Hasta dónde pueden ser convocadas para otras tareas, como la reparación de vías, como lo anunció hace pocos días el ministro de Defensa, Agustín Rossi, no está claro en estos tiempos.

Quienes tienen esta vocación cuentan con la inscripción abierta en las tres fuerzas para cursar la carrera como suboficial, en general una tecnicatura de dos años o, como oficial, una carrera de 5 años. También se incorporan a profesionales en diversas áreas, como abogados, médicos, ingenieros.

El licenciado Juan Carlos Poceiro, capitán de Fragata (RE), que pertenece a la delegación Incorporación Naval Buenos Aires, presenta una idea de la formación en la Armada Argentina, que hoy cuenta con 27.308 personas. "La Escuela Naval Militar (en La Plata) y la Escuela de Suboficiales de la Armada (en El Puerto Belgrano, a 26 km de Bahía Blanca) incorporan a jóvenes con el secundario completo, solteros, ciudadanos nativos o por opción. Los exámenes de ingreso se toman en diferentes regiones, para dar una mayor oportunidad a los postulantes del interior."

Dentro de las tecnicaturas hay unas 45 especialidades, que enseñan los roles que hay que desempeñar a bordo de un buque. La tarea del oficial, por otro lado, es conducir los buques que defienden los intereses argentinos en el mar y también los Recursos Humanos. Son 5 años de carrera, el último a bordo de la Fragata Libertad, que también tiene aulas. Este año, los estudiantes no pudieron realizar el viaje a causa del conflicto por un pedido de embargo solicitado por un fondo de inversión que retuvo en Ghana a la Fragata del 2 de octubre al 19 de diciembre. Por eso, el año que viene serán dos las camadas que realizarán el viaje de instrucción.

Según fuentes en la Armada, un capitán de Fragata con 28 años de servicio gana 12.000 pesos netos, mientras que un suboficial con 31 años de servicio percibe la misma suma. "Cuanto más postulantes tengamos, mejor", dice Poceiro. "Para la escuela de suboficiales unos 3000 jóvenes se disputan 700 puestos, mientras que en la Escuela Naval hay unos 1000 postulantes por año para 270 vacantes."

En cuanto a la Fuerza Aérea, con 20.431 personas trabajando, también está abierta la inscripción para el curso lectivo 2014. La Escuela de Aviación Militar, en Córdoba, instruye a los futuros oficiales en un plan de estudios de 4 años. Después viene la especialización en piloto de caza, de transporte o helicóptero, navegador militar, entre otras.

La Escuela de Suboficiales, también en Córdoba, forma en dos años en las especialidades de aeronáutica, electrónica, telecomunicaciones, entre otras. También está el Instituto de Formación Ezeiza, que brinda un año de formación en Vigilancia y Control Aeroespacial, oficinista y apoyo sanitario.

Al igual que en las otras dos fuerzas, en el Colegio Militar de la Nación estudian los oficiales y en la Escuela de Suboficiales del Ejército Sargento Cabral. En esta rama hay una particularidad, que también se da en la conducción de trenes y que es un privilegio por parentesco: por un lado la elección de armas, se realizará por estricto orden de mérito obtenido en el examen de admisión, el día de la incorporación al instituto. Pero los hijos del personal militar en actividad, retiro o fallecidos tendrán prioridad para la elección, siempre que elijan el arma a la que pertenece o pertenecía su progenitor. Quienes no ingresen al plan armas, lo harán en el plan especialidades y oficios.

La página Web del ejército, que hoy cuenta con 53.281 puestos, tiene una particularidad: presenta dos videos donde se muestra parte del trabajo en el ejército, el entrenamiento militar y la acción humanitaria en Haití. Por encima, un gran cartel que dice Incorporate al ejército.

El rol de las FAA
En el Preámbulo de la Constitución Nacional está establecido el objetivo de las Fuerzas Armadas en la Argentina: "proveer a la defensa común". La semana pasada, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi, firmaron un convenio para la recuperación de la red ferroviaria de cargas. "El Ministerio de Defensa, a través del Ejército Argentino, destinará unos 1500 efectivos en la reparación y reactivación de vías del Belgrano Cargas en el tramo que va de Rosario al norte", afirmó Rossi. Dijo: "Ésta era una capacidad histórica del ejército que hoy estamos recuperando".

Con relación a la noticia, según el abogado laboralista Gustavo Gallo, "la ley 19101, en su artículo 2, dispone lo que es algo más que una obviedad: el personal militar debe prestar servicios militares. La asignación de tareas atinente a la reparación de vías férreas no parece guardar relación alguna con los servicios militares".

Por otro lado, las fuerzas de seguridad tienen la obligación de actuar en caso de catástrofe, pero "tampoco estamos frente a catástrofes que han justificado en nuestra historia, por vía de excepción, la intervención militar en trabajos ajenos a su cometido propio, como ocurrió en el terremoto de San Juan de 1944", señala Gallo.

Ricardo Foglia, director del departamento de Derecho del Trabajo de la Universidad Austral, por su parte, explica qué leyes regulan a las Fuerzas Armadas:
1º) Ley de defensa nacional 23554: es la integración y la acción coordinada de todas las fuerzas de la nación para la solución de conflictos que requieran el empleo de las Fuerzas Armadas para enfrentar agresiones de origen externo. 2º) Ley de seguridad interior 24059: en el artículo 27 establece que en particular, el Ministerio de Defensa dispondrá en caso de requerimiento del Comité de Crisis, que las Fuerzas Armadas apoyen las operaciones de seguridad interior mediante la afectación a solicitud del mismo, de sus servicios de arsenales, intendencia, sanidad, veterinaria, construcciones y transporte, así como de elementos de ingenieros y comunicaciones, para lo cual se contará en forma permanente con un representante del Estado Mayor Conjunto en el Centro de Planeamiento y Control de la Subsecretaría de Seguridad Interior.
 
 
Hace unos días, el departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella junto con la Red de Seguridad y Defensa de América latina (Resdal) propuso el siguiente debate: Misiones militares: ¿hay un nuevo paradigma? Resdal nació a fines de 2001 como iniciativa de un grupo de expertos de diversos países que pusieron en marcha este espacio de colaboración y diálogo para promover instituciones democráticas en el campo de la seguridad y la defensa.

"Hicimos un estudio sobre la educación militar en América latina; la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala y Nicaragua", dice Paz Tibiletti, coordinadora de programas y relaciones institucionales de Resdal. "Allí quisimos ver cómo se adecuan las escuelas de formación militar a los valores democráticos. Vimos que la Argentina está un paso más adelante ya que en Brasil, por ejemplo, todavía no entran las mujeres a la carrera militar, y en Chile es una carrera de élite ya que es paga y bastante cara. Pero todavía hay cosas por hacer".

Hal Klepak, profesor emérito de historia y estrategia del Royal Military College of Canada e integrante de Resdal, fue el encargado de realizar el libro La democracia y las academias militares nacionales modernas, Desafíos por delante, con recopilaciones de los estudios de campo de diversos países y que se puede leer en la página Web de la organización, www.resdal.org

Una de las conclusiones del libro es que las Fuerzas Armadas, a pesar de haberse subordinado al poder civil y constitucional, siguen siendo sistemas muy cerrados que no reformaron sus sistemas universitarios.
Para un proceso de modernización, propone mayor apertura en la educación, con "la exposición del cadete a los estudiantes civiles que comparten sus clases, profesores civiles en sus instituciones y no necesariamente oficiales retirados de su propio servicio, la visita a otras instituciones no militares etcétera."

Finalmente, según los especialistas consultados, sea cual sea el rol de las Fuerzas Armadas, y el resultado de los debates que se dan a nivel nacional e internacional, hay una cosa segura: debe estar claro, tanto en este trabajo como en cualquier otro.

De esta manera, la persona que se inscribe o se postula cumplirá más tarde su contrato con su empleador, en este caso, el Estado. Pero también debería cumplirse el llamado contrato emocional, aquel que hizo que, en primera instancia, eligiera ese camino.

Para qué sirven las FF.AA.

  • Según la Constitución: Defender la nación de ataques de países extranjeros
  • En momentos de crisis: Intervenir durante crisis o catástrofes, como el terremoto en San Juan o los recientes incendios en Córdoba
  • Fuerza de paz: Asistencia humanitaria, por ejemplo, en Haití

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