El AMX es la principal herramienta de disuasión de la FAB, configurada para ataque aire-superficie y utilizado en misiones de interceptación, apoyo aéreo y reconocimiento. Con nuevos sistemas aviónicos (electrónica de a bordo), armamentos y sensores, el AMX estará capacitado para ejecutar operaciones de combate para los próximos 20 años, afirma el brigadier José Augusto Crepaldi, presidente de la Copac (Comisión Coordinadora del Programa de Aeronave de Combate), órgano responsable de los programas de adquisición y modernización de aeronaves de la FAB.
Según el brigadier, los programas de modernización de aeronaves en curso tienen garantizado el mantenimiento de mano de obra con alto valor añadido y destacado nivel de especialización en los cuadros de Embraer. “Sin estos programas Embraer no tendría cómo mantener estos trabajadores y agregar más conocimiento y habilidad en lo que se refiere a la integración de sistemas, hoy considerada la gran tónica del dominio del software operacional de una aeronave”.
Los nuevos sistemas que equiparan la flota de AMX son similares a los que ya existen en los cazas F-5 y en la aeronave turbohélice de entrenamiento Super Tucano. “Lo común entre los equipos de las tres aeronaves trae ventajas de seguridad, en la medida en que los pilotos pueden realizar una progresión operacional más rápida y segura y también menores costes de entrenamiento y de soporte logístico”, dijo. En Brasil, además de Embraer, dos empresas más están participando en la modernización del AMX: Mectron con el radar multimodo (aire-tierra y aire-mar) del avión y AEL Sistemas en la parte de sistemas aviónicos. La última entrega del A-1M AMX está prevista para 2017.
AEL Sistemas, del grupo israelí Elbit, es una de los principales socios de Embraer y de la FAB en los programas de modernización de aeronaves. “Gracias a una transferencia gradual de tecnología hoy tenemos capacidad de producción y mantenimiento en Brasil de los sistemas de aviónica producidos para el AMX”, afirma el vicepresidente de operaciones de AEL, Vitor Neves.
“Además del mantenimiento de la soberanía nacional, la modernización de las aeronaves AMX está contribuyendo también a la absorción de nuevas tecnologías por la industria nacional en las áreas de aviónica y sistema de autodefensa, integración de radar y misiles, desarrollo del software embarcado, entre otras”, afirma el brigadier Crepaldi. La FAB invirtió cerca de 3.000 millones de dólares (en valores actuales) en el desarrollo del AMX, en la década de los 80. El proyecto dio a Embraer la base tecnológica necesaria para el desarrollo de su línea de jets comerciales.
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