Por Javier Navia - jnavia@lanacion.com.ar
Las crónicas periodísticas rara vez acompañan su apellido sin el adjetivo de "polémico". Y es que los fallos del juez Roberto Gallardo le han merecido ciertamente esa fama.
La última de una larga lista de resoluciones controversiales la tomó hace diez días: ordenó al gobierno porteño suspender todas las acciones para la elección de delegados en la villa 31, paso indispensable para comenzar un diálogo que permita una solución consensuada sobre el asentamiento. Además, Gallardo dispuso que el gobierno le informe "con cinco días de anticipación" cualquier reunión con representantes de la villa y declaró nulo el censo de pobladores llevado adelante.
Las crónicas periodísticas rara vez acompañan su apellido sin el adjetivo de "polémico". Y es que los fallos del juez Roberto Gallardo le han merecido ciertamente esa fama.
La última de una larga lista de resoluciones controversiales la tomó hace diez días: ordenó al gobierno porteño suspender todas las acciones para la elección de delegados en la villa 31, paso indispensable para comenzar un diálogo que permita una solución consensuada sobre el asentamiento. Además, Gallardo dispuso que el gobierno le informe "con cinco días de anticipación" cualquier reunión con representantes de la villa y declaró nulo el censo de pobladores llevado adelante.
Hay quienes dentro del gobierno explican esta decisión en la estrecha relación que Gallardo tiene con la Asociación Madres de Plaza de Mayo (es coordinador de la carrera de abogacía de la universidad de las Madres), que tiene fuerte presencia en la villa y se opone a los planes de Mauricio Macri. Otros simplemente ven en la resolución una muestra más del "activismo judicial" al que adscribe el juez.
"Yo creo que existe el gran tabú de que los jueces no son expresión política y no tienen ideología, que son como lavarropas. Eso es una gran mentira -dijo alguna vez en una entrevista-. Todas las sentencias destilan ideología, por donde se las mire." Las suyas evidentemente así lo hacen.
Entre sus acciones más controvertidas se encuentran los allanamientos, en 2005, del barco-casino de Puerto Madero, que, por encontrarse en terrenos federales, le valieron que los jueces María Servini de Cubría y Norberto Oyarbide iniciaran causas en su contra. Pero la lista es muy amplia. Ya en 2005 embargó al Estado porteño en 1100 millones de pesos hasta que no implementara un subsidio de 205 pesos para los hijos de cartoneros.
Entre sus acciones más controvertidas se encuentran los allanamientos, en 2005, del barco-casino de Puerto Madero, que, por encontrarse en terrenos federales, le valieron que los jueces María Servini de Cubría y Norberto Oyarbide iniciaran causas en su contra. Pero la lista es muy amplia. Ya en 2005 embargó al Estado porteño en 1100 millones de pesos hasta que no implementara un subsidio de 205 pesos para los hijos de cartoneros.
Para el gobierno de Macri se ha convertido en el mayor obstáculo: en 2007 ordenó mantener el servicio del llamado Tren Blanco, pese a que TBA advertía sobre los riesgos de seguridad de esa línea para cartoneros; impidió que no se les renovaran los contratos a 2400 empleados del Estado; bloqueó el intento del gobierno de la ciudad de levantar las carpas kirchneristas montadas en la Plaza del Congreso durante la crisis del campo; embargó a la ciudad por 14 millones de pesos por la supuesta demora en la construcción de viviendas en el predio de Casa Amarilla (la Cámara revocó la decisión y lo apartó de la causa); frenó el desalojo de un basural usurpado en Caballito (los vecinos marcharon contra su decisión); prohibió cualquier intento de desalojo o demolición en la villa 31 (tras una presentación del gobierno ante la justicia federal por los riesgos de derrumbe); ordenó restituir al kirchnerista Donato Sccapavento como director del hospital Argerich, y ordenó a Macri pagar a los docentes los días no trabajados por huelga.
Los ejemplos podrían seguir. Su fama es tal que cuando la oposición busca bloquear una orden de Macri sólo necesita golpear las puertas de su despacho. Una definición de Gallardo con la que Macri coincidiría la formuló hace años Aníbal Ibarra: "Es peligroso porque hace prevalecer sus intenciones políticas antes que sus fallos. Actúa como Luis XIV, cree que él es el Estado".
Fuente: Diario La Nación
Comentario: Pobre país...Qué de intereses ocultos parecerían moverse entre las penumbras de la miseria. No alcanzan estos personajes a comprender que un país se construye entre todos sus habitantes. Emplean sus transitorios sitios de trabajo o conchavos para el mezquino juego de provocar impedimentos en las gestiones. Pero, estos individuos desconocen que el mundo sigue su ciclo evolutivo eterno: Si hay ricos, siempre va existir alguien pobre; si hay felicidad también existirá la tristeza; si existe el nacimiento también esta la muerte. No comprenden que solo somos elementos transitorios que determinamos conductas, hechos y acciones que solo influirán cierto tiempo, y la historia, luego de evaluarlos lo arrojara como estiércol en el lodazal de los tiempos.
Comprendamos, que la solución mutua es facilitarnos entre los ciudadanos, el menor sufrimiento, la menor infelicidad, ser puramente responsables de nuestros actos, buscando el bienestar humano de todos y no de un grupo apañado por las circunstancias. La comunidad se hace, no nace espontáneamente por el supuesto designio místico que eslabona decisiones opuesta al bien común protegiendo a todos aquellos que se aprovechan y atacan a la sociedad humana.
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