El nuevo comandante en jefe de la Armada chilena, almirante Edmundo González Robles, afirmó aumentará los efectivos alistados hasta los 25.000 hombres y dijo que las próximas prioridades de material pasa por un nuevo buque de proyección estratégica y dos patrulleros oceánicos y cuatro barcazas medianas para transporte de vehículos. "Mucho me gustaría que el buque siguiente que hiciéramos fuera un buque de proyección estratégica-apoyo de catástrofes. Estamos hablando del buque más grande que construirán los astilleros de Asmar en Talachuano, con 9.000 toneladas, 155 metros de eslora y con capacidad para llevar 500 infantes de marina", afirmó.
El almirante chileno, que no adelantó calendario o inversión del proyecto, señaló que este buque tendría también capacidad para llevar tres helicópteros pesados -para 20 personas cada uno- y lanchas de desembarco -de 50 personas. El almirante González, que tomó posesión en julio pasado y tiene cuatro de mandato, resaltó que este tipo buque ya existe. "Hay modelos desarrollados, países como Italia, Singapur y Tailandia tienen este tipo de buques. Este es el desafío más grande", sentenció en una entrevista publicada por el diario El Mercurio de Valparaíso.
El comandante en jefe de la Armada chilena dijo que ha propuesta un plan de construcción naval que "no es muy ambicioso" pero "si importante", e incluye dos patrulleros oceánicos (OPV) -número tres y cuatro-, un buque de protección estratégica y cuatro barcazas medianas para reemplazar la Elicura y la Orompello que están en Punta Arenas. Estas barcazas deberían ser de 1.000 toneladas y capaces de transportar vehículos y ganado, y otras tareas de apoyo a la población civil.
El comandante en jefe de la Armada chilena dijo que ha propuesta un plan de construcción naval que "no es muy ambicioso" pero "si importante", e incluye dos patrulleros oceánicos (OPV) -número tres y cuatro-, un buque de protección estratégica y cuatro barcazas medianas para reemplazar la Elicura y la Orompello que están en Punta Arenas. Estas barcazas deberían ser de 1.000 toneladas y capaces de transportar vehículos y ganado, y otras tareas de apoyo a la población civil.
El próximo buque que construirá Chile será el tercer OPV a partir de marzo del año que viene, una vez se haya botado el buque científico Cabo de Hornos. Respecto a los helicópteros, González Robles no reveló el modelo pero agregó que "muy probablemente" serán adquiridos a través de la Dirección General de Territorio Marítimo y deberán tener un largo radio de acción y ser multimisión, para ser utilizado para el rescate oceánico o el transporte de personas, entre otras cosas.
En relación con los efectivos, el almirante chileno afirmó que la Armada debe crecer de los 23.000 actuales a "aproximadamente" 25.000 hombres con el objetivo de aumentar en personal en dos áreas: Infantería de Marina y Fiscalización marítima. En el primer caso, afirmó que es necesario contar con dos nuevas compañías completas, una que este asignada a la operación de paz de Haití, y otra a la fuerza conjunta constituida con Argentina llamada Cruz del Sur. "Las compañías de Infantería de Matina no son muchas, son cinco, y mínimo para las operaciones de proyección yo tengo que tener tres, idealmente cinco, entonces me faltan dos compañías", subrayó. Esto representaría unos 1.000 hombres. Al mismo tiempo es necesario incrementar los efectivos humanos asignados a las tareas de fiscalización marítima para lo que se requieren, agregó, al menos 1.000 hombres y mujeres, más otros 200 ó 300 enfermeros y enfermeras.
El almirante González destacó la alta preparación de la Armada chilena y, en concreto, consideró que aunque pequeña en tamaño se encuentra "en esa primera división en el Pacífico" junto a las de Estados Unidos, Australia y Canadá, como demuestra su desempeño en las maniobras conjuntas que se llevan a cabo. "Nos ha resultado más fácil interoperar con ellos porque tenemos buques más modernos. Hoy día nuestros buques tienen especificación OTAN", recalcó.
Respecto a la reformas legislativa enmarca para modificar la Ley del Cobre, por la que se financian las Fuerzas Armadas, González reconoció que han sido consultadas y que su máxima prioridad es "asegurarnos que la ley que reemplace al financiamiento que daba la Ley del Cobre ojala provea una misma seguridad, frecuencia y cantidad de recursos para el desarrollo de las fuerzas (...). Todo lo demás es aderezo".
En relación con los efectivos, el almirante chileno afirmó que la Armada debe crecer de los 23.000 actuales a "aproximadamente" 25.000 hombres con el objetivo de aumentar en personal en dos áreas: Infantería de Marina y Fiscalización marítima. En el primer caso, afirmó que es necesario contar con dos nuevas compañías completas, una que este asignada a la operación de paz de Haití, y otra a la fuerza conjunta constituida con Argentina llamada Cruz del Sur. "Las compañías de Infantería de Matina no son muchas, son cinco, y mínimo para las operaciones de proyección yo tengo que tener tres, idealmente cinco, entonces me faltan dos compañías", subrayó. Esto representaría unos 1.000 hombres. Al mismo tiempo es necesario incrementar los efectivos humanos asignados a las tareas de fiscalización marítima para lo que se requieren, agregó, al menos 1.000 hombres y mujeres, más otros 200 ó 300 enfermeros y enfermeras.
El almirante González destacó la alta preparación de la Armada chilena y, en concreto, consideró que aunque pequeña en tamaño se encuentra "en esa primera división en el Pacífico" junto a las de Estados Unidos, Australia y Canadá, como demuestra su desempeño en las maniobras conjuntas que se llevan a cabo. "Nos ha resultado más fácil interoperar con ellos porque tenemos buques más modernos. Hoy día nuestros buques tienen especificación OTAN", recalcó.
Respecto a la reformas legislativa enmarca para modificar la Ley del Cobre, por la que se financian las Fuerzas Armadas, González reconoció que han sido consultadas y que su máxima prioridad es "asegurarnos que la ley que reemplace al financiamiento que daba la Ley del Cobre ojala provea una misma seguridad, frecuencia y cantidad de recursos para el desarrollo de las fuerzas (...). Todo lo demás es aderezo".
En este sentido, enfatizó la necesidad de mantener "un piso", un mínimo de recursos que recibirían las FAS en cualquier circunstancia. La Ley del Cobre contempla un piso por institución armada de unos 100 millones de dólares."Algo similar vamos a tener que tener, el nuevo proyecto de ley no lo señala. Podría ser un millón de dólares, podría ser cero. Es complejo porque tenemos que tener una base para hacer y desarrollar proyectos", concluyó.
Fuente: Infodefensa.com
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