La multinacional estadounidense Boeing ha ofrecido al presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, la instalación de una cadena de montaje final de F-18 Super Hornet en Brasil, la primera fuera de Estados Unidos, si le adjudica el contrato de adquisición de cazas de combate.
La oferta cuenta con el respaldo y autorización de la Administración Obama en una concesión sin precedentes por parte del gigante aeronáutico estadounidense que hasta ahora ha sido completamente reacio a la transferencia de tecnología de esta clase incluso a aliados más estrechos y cercanos de Washington.
La oferta cuenta con el respaldo y autorización de la Administración Obama en una concesión sin precedentes por parte del gigante aeronáutico estadounidense que hasta ahora ha sido completamente reacio a la transferencia de tecnología de esta clase incluso a aliados más estrechos y cercanos de Washington.
En un comunicado de prensa hecho público por la embajada de EEUU en Brasilia, Boeing reitera su interés por ganar la licitación internacional para proveer modernos cazas para Brasil, uno de sus principales aliados en América Latina, y califica su oferta como "sólida y competitiva" en relación con las presentadas por los otros dos competidores internacionales, la francesa Dassault y la sueca Saab.
La compañía norteamericana, que recibió con satisfacción la decisión de conceder un plazo de diez para presentar ofertas finales, recordó que en la comunicación al Congreso de EEUU para su aprobación incluía la oferta de instalar en Brasil una cadena de montaje de F-18, un caza que considera muy superior técnicamente a los ofrecidos por Francia (Rafale) y Suecia (Gripen GN).
Sin embargo, en la documentación pública remitida por la Defense Security Cooperation Agency (DSCA), dependiente del Pentágono, a mediados de agosto se hace referencia a una lista de equipos y sistemas pero no concretamente a la transferencia de una cadena de montaje final, algo que, sin embargo, si ofreció la francesa Dassault desde un principio, según fuentes de esta empresa. Por otra parte, las autoridades brasileñas recordaron el veto político que impuso Washington hace unos años a una posible venta de aviones Tucano de la brasileña Embraer a Venezuela por contener equipos norteamericanos, lo que impidió la realización de la operación y causó un profundo malestar en Brasilia.
Boeing recordó, por otra parte, que la Administración Obama revisó sin objeciones el pasado cinco de septiembre su petición, lo que implica, explica, su autorización para la transferencia de la tecnología propuesta. "Una cadena de montaje final de los Super Hornet en Brasil también ha sido aprobado por el Gobierno de EEUU", agregó. La embajada de EEUU en Brasilia resalta que la Administración Obama "respalda firmemente" la venta de F-18 y la transferencia necesaria, tanto militar y civil, por entender que contribuirá a mejorar las relaciones entre ambos países.
"La multimillonaria oferta de offset de Boeing -agrega- para invertir directamente en la industria aeroespacial brasileña transferirá la tecnología necesaria para el diseño y producción militar, autonomía en áreas significativas del programa y el desarrollo de la industria aeroespacial brasileña mucho más allá de un caza de combate, a través de la relación directa de la compañía aeroespacial más grande del mundo".
En julio, Jim Albaugh, responsable de la división de Defensa de la multinacional estadounidense afirmó haber llegado a acuerdos con 27 empresas brasileñas, incluida Embraer, y se ha comprometido a crear hasta 5.000 empleados, si gana el concurso. "Gran parte del F-18 se construirá allí. Todo dólar que contenga el contrato regresará a Brasil en forma de manufactura, software, aviónica y electrónica", explicó Albaugh en declaraciones a varios medios de prensa en relación con el contrato abierto por la Fuerza Aérea Brasileña para la adquisición de 36 nuevos cazas de combate.
En julio, Jim Albaugh, responsable de la división de Defensa de la multinacional estadounidense afirmó haber llegado a acuerdos con 27 empresas brasileñas, incluida Embraer, y se ha comprometido a crear hasta 5.000 empleados, si gana el concurso. "Gran parte del F-18 se construirá allí. Todo dólar que contenga el contrato regresará a Brasil en forma de manufactura, software, aviónica y electrónica", explicó Albaugh en declaraciones a varios medios de prensa en relación con el contrato abierto por la Fuerza Aérea Brasileña para la adquisición de 36 nuevos cazas de combate.
En la comunicación de la DSCA, Boeing pide autorización para vender a Brasil una flota de 36 cazas F-18 Super Hornets más radares y misiles por valor conjunto de 7.000 millones de dólares como parte de la competición abierta por el país suramericano para elegir su próximo caza de combate. En concreto, menciona 28 F-18 E Super Hornets, ocho F-18 F Super Hornets, 72 motores instalados por General Electric, radares AN/APG-79 y AN/ALR-67 (V), misiles SideWinder, AMRAAM y HARM, y sistemas de armas M61A2 20mm, entre otras cosas.
Fuente: Infodefensa.com
Assim, o Brasil ainda ganhará os caças do Fx2 de graça, como disse o presidente Lula...
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