La transformación del puerto de Buenos Aires comienza a partir de 1992 con la ley de actividades portuarias Nº 24.093, que permitió el concesionamiento privado de las terminales. Las fuertes inversiones en equipamiento de última generación y las mejoras estructurales realizadas permitieron incrementar el movimiento de contenedores de 250.000 TEU (unidad de medida equivalente a un contenedor de 20 pies) en 1992 a 1.187.500 en 2008.
Esta reactivación dio lugar a un mayor movimiento de camiones en las proximidades del puerto, problema que se agudiza en las horas pico y que debe resolverse con la demorada obra de vinculación de la autopista Buenos Aires-La Plata con la Presidente Íllia, que está fuera de la órbita de esta administración. Para solucionar los problemas dentro de la jurisdicción portuaria y potenciar los logros obtenidos, esta administración elaboró el Programa de Desarrollo Portuario 2030, en respuesta a las crecientes demandas operativas y logísticas impuestas por las nuevas generaciones de buques, la expansión de la ciudad sobre el puerto y la necesidad de dimensionar al puerto en función de su crecimiento futuro. Dicho plan apunta a consolidar al puerto de Buenos Aires como primer centro de movimiento de contenedores del país.
Para ello, se mejorarán los accesos náuticos, viales y ferroviarios, así como también las condiciones de seguridad para la navegación en el interior del puerto y en los 12 kilómetros del canal de acceso, al tiempo que se incrementarán las áreas operativas y logísticas. Entre las principales obras en ejecución se pueden citar, por un lado, el dragado de adecuación del interior del puerto, que comprende el ensanche y profundización a 33 pies del círculo de maniobras en el antepuerto Norte y del canal de pasaje por un monto aproximado de $ 60.000.000, y por el otro, los nuevos accesos ferroviarios (primera etapa), que permitirán recuperar este transporte -hoy sólo representa el 5% de la entrada y salida de contenedores- para lo que se invertirán $ 35.000.000, lo que reducirá los costos del transporte, descongestionará el tránsito en Retiro y ayudará a minimizar la contaminación sonora y ambiental.
Para ello, se mejorarán los accesos náuticos, viales y ferroviarios, así como también las condiciones de seguridad para la navegación en el interior del puerto y en los 12 kilómetros del canal de acceso, al tiempo que se incrementarán las áreas operativas y logísticas. Entre las principales obras en ejecución se pueden citar, por un lado, el dragado de adecuación del interior del puerto, que comprende el ensanche y profundización a 33 pies del círculo de maniobras en el antepuerto Norte y del canal de pasaje por un monto aproximado de $ 60.000.000, y por el otro, los nuevos accesos ferroviarios (primera etapa), que permitirán recuperar este transporte -hoy sólo representa el 5% de la entrada y salida de contenedores- para lo que se invertirán $ 35.000.000, lo que reducirá los costos del transporte, descongestionará el tránsito en Retiro y ayudará a minimizar la contaminación sonora y ambiental.
La segunda etapa de los nuevos accesos ferroviarios incluirá la construcción de una estación de transferencia para descargar formaciones completas de 40 vagones de 15 metros de largo cada uno. Tendrá una capacidad operativa de 170.000 contenedores por año. Por otro lado, se encuentra en estudio la modificación del tercer espigón para permitir el ingreso de buques de más de 265 metros de eslora a la Dársena B y facilitar el amarre de dos buques de 300 metros de eslora en muelle de la Dársena C Sur. También está en estudio el ensanche de la bocana de acceso al puerto, para mejorar las condiciones de seguridad de los buques de mayores dimensiones, lo que permitiría que enfilaran más rápidamente y con mayor margen al canal de acceso.
Debe mencionarse, además, la construcción de una terminal de cruceros definitiva sobre el antepuerto Norte, con muelles aptos para recibir hasta seis cruceros en forma simultánea, habida cuenta del extraordinario aumento en número, capacidad y dimensiones de estos buques en los últimos años. No pueden dejar de mencionarse las obras de relleno de espejos de agua para aumentar la superficie del puerto, parte de las cuales están contempladas en el pliego de concesión de la futura Terminal 6 -próxima a licitarse- que permitirán aumentar en 50 hectáreas la superficie portuaria, con tres muelles adicionales para buques de gran porte.
Otro proyecto, de inminente comienzo está vinculado a la prestación de la logística portuaria, que se encara en 17 hectáreas ganadas al río. Asimismo, se están elaborando las bases para el desarrollo de una zona de actividades logísticas que se localizaría en 100 hectáreas del Mercado Central de Buenos Aires, entidad con la que se celebraría un convenio en tal sentido.
Por último, es importante destacar la principal obra en desarrollo en materia de seguridad portuaria: la Solución Global de Videovigilancia, que demandó una inversión de $ 3.000.000 y que permitirá visualizar en tiempo real los puntos estratégicos del puerto mediante 117 cámaras, y la construcción de un edificio inteligente como centro de control del sistema.
Fuente: LA NACION (Semanario del Comercio Exterior: XVº Aniversario)
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