Mi querida amiga y arquitecta Lucila Gueron me mostró hace unos días un concepto original de casa sustentable, llamada "Domespace", o "Chalet Tournesol", tal como el profesor de la tira animada Tintin. Su inventor es el francés Patrick Marsilli, y el primer modelo fue construido en 1988 en la región francesa de Bretaña.
El "domespace" se define como una casa de arquitectura contemporánea en forma de cúpula o domo, construida primordialmente en madera, con la particularidad de tener la capacidad de girar de manera a seguir los rayos del sol. La arquitectura de esta casa rompe con el concepto arquitectónico greco romano, de espacios angulares y formas arbitrarias en el cual vivimos hace siglos, para integrar el concepto de esfera y curvas presentes tanto en el reino vegetal, como mineral o animal.
Está construida en un 95% de madera certificada FSC (Forest Stewardship Council), sin tratamientos químicos. Esta certificación acredita el origen de la madera así como su política de reforestación. Su estructura se forma por un armazón de laminas encoladas. Se utiliza cedro rojo para el techo, corcho como aislante natural térmico y acústico y picea para el recubrimiento interior. La construcción soporta unos 150 kilos por metro cuadrado, aunque puede reforzarse aún más. A su vez, resiste vientos de hasta 240 kilómetros por hora y obtuvo una clasificación 8 en la escala de Richter de movimientos sísmicos.
El Domespace está fijado sobre un gran rulemán circular de acero. La rotación puede realizarse en forma manual o bien programada por una pequeña computadora para lograr una orientación deseada a una hora determinada. La velocidad de rotación puede variar entre los 2 y 10 centímetros por segundo. Su rotación permite optimizar el uso de la energía solar: en invierno sigue al sol para aprovechar al máximo su calor, ubicando las ventanas en esa dirección y en verano, ubica las paredes al sol para que actúen como un escudo térmico, dejando las ventanas a la sombra. Si se colocan paneles solares, se incrementa aún más el rendimiento energético. A su vez, permite posicionar las habitaciones del lado opuesto al viento en caso de tormentas.
Esta construcción posee gran luminosidad, gracias a sus numerosas ventanas orientadas al cielo y a la madera clara utilizada en su interior, reduciendo así el consumo de luz artificial. Además, gracias a su movimiento, todas las zonas de la casa pueden quedar iluminadas. El particular diseño del Domespace permite optimizar los recursos energéticos naturales al máximo, gracias al sistema de rotación que sigue los rayos solares
En cuanto a las cañerías, toda la infraestructura está provista de tubos flexibles que tienen la capacidad de girar con el Domespace, cuyo ángulo de rotación llega a los 330 grados.
Otra característica es el aislamiento acústico logrado. Su forma curva evita que las ondas sonoras encuentren una pared que ofrezca resonancia obteniendo una homogeneidad de sonidos y voces. El aislamiento exterior está constituido por corcho natural que varia entre 18 y 38 centímetros de espesor. A su vez, para las puertas interiores también se utilizó corcho de distintos espesores, de acuerdo al nivel de aislamiento buscado. Tanto el piso macizo de 40 milímetros colocado sobre fieltro como la carpintería realizada con vigas laminadas evitan cualquier tipo de crujido luego de cambios bruscos de temperatura o durante la rotación.
Gracias a su elevación, no se ve afectada por inundaciones provocadas por grandes lluvias. A su vez, la madera logra regular el vapor de la siguiente manera: absorbe la humedad cuando la atmósfera está saturada y la devuelve cuando esta última esta demasiado seca. El Domespace puede ser adaptado para vivienda individual o utilizada para ámbitos comerciales o culturales. Existen 10 medidas pre-establecidas de construcción, que varían entre los 44 y los 500 metros cuadrados habitables, definidos como aquellos metros cuya altura iguala o supera el 1.8 metros.
En cuanto a su precio, para un Domespace de 7,2 (116 metros cuadrados habitables), se estima entre 2030 y 2350 euros por metro cuadrado, a precios de enero 2009. Sin duda, el Domespace propone un verdadero cambio en materia de construcción en cuanto al consumo energético y balance medioambiental para el planeta. Por su selección de materiales durables y ambientalmente responsables, su excelente aislamiento y su eficiencia lograda en cuanto a la calefacción y regulación de la temperatura ambiental la considero un ejemplo de integración de diseño, arquitectura, tecnología y sustentabilidad.
(*) Rodrigo Herrera Vegas es cofundador de sustentator.org
Foto: domespace.com
Fuente: lanacion.com
Y es verdad, la realidad supera la ficción. Hace una buena cantidad de años leí un libro, que presté y perdí, preciosa novela que se llamaba "La casa redonda" y como ésta, giraba, con vista al mar o según uno quisiera.
ResponderEliminarHermoso invento.
Desmesura entre letras.