La Armada española ha modificado la configuración de los sistemas de armas y la dotación de la fragata Victoria (F-82), que zarpó el sábado para las aguas de Somalia, con el objeto de enfrentarse mejor a una guerra asimétrica, lo que representa una innovación en la estrategia de combate naval española.
En la ceremonia de despedida, el jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Manuel Rebollo, especificó que se trata de una "misión muy original" ya que es la primera vez que España aprueba el envío de unidades navales para la lucha contra la piratería marítima, una forma de delincuencia irregular en el medio marino.
Durante los últimos meses, el Estado Mayor de la Armada ha estudiado como responder a la amenaza asimétrica que representan estos piratas que han demostrado no sólo ventajas tácticas contra mercantes civiles sino también una depurada operativa basada en la sorpresa y en medios bélicos diferentes a los de las fuerzas armadas tradicionales.
Entre las modificaciones implementadas en la fragata destaca, por ejemplo, que su protección exterior ha sido reforzada con la instalación de manteletes de protección blindados para las ametralladoras de calibre 12,7 mm para incrementar su capacidad de defensa cercana contra naves pequeñas o helicópteros menores, según publicó el diario El País que pudo comprobarlo antes de que el buque zarpara de la base de Rota.
Los piratas somalíes han utilizado frecuentemente para apoderarse de mercantes y petroleros armas ligeras con las que han ametrallado los puentes de mando u otras zonas vitales de los barcos e, incluso, en alguna ocasión han empleado lanzacohetes contra la carga o los contenedores para obligar al capitán a que accediera a sus demandas.
Los piratas somalíes han utilizado frecuentemente para apoderarse de mercantes y petroleros armas ligeras con las que han ametrallado los puentes de mando u otras zonas vitales de los barcos e, incluso, en alguna ocasión han empleado lanzacohetes contra la carga o los contenedores para obligar al capitán a que accediera a sus demandas.
El teniente de navío Ricardo Salamero, jefe de armas del buque, explicó que estos nuevos sistemas "servirán para el tránsito por espacios confinados o cerca de costa. Cualquier cosa cargada con explosivos es una amenaza y esto se repele con ametralladoras, que es lo que más han potenciado", agregó.
La fragata Victoria, que acaba de finalizar un profundo proceso de modernización programado para el conjunto de las F-80 españolas, cuenta como artillería principal con un cañón de tres pulgadas antiaéreo y antisuperficie capaz de disparar hasta 85 disparos por minuto que, por su fiabilidad y fácil manejo, también puede utilizarse para misiones de defensa cercana.
El armamento estándar del buque esta compuesto por un lanzador MK-13 con capacidad para disparar misiles Standard (antiaéro-antisuperficie) y Harpoon (superficie-superficie). Cuenta, asimismo, el citado cañón OTO MELARA 76/62 mm; un MEROKA 20 mm y dos montajes triples de tubos lanzatorpedos con capacidad para lanzamiento de armas MK-46 Mod. 2/5.
Otra de las novedades de la configuración de la fragata española para esta misión es la decisión de la Armada de embarcar dos helicópteros SH-60B "Seahawk" LAMPS III de la 10ª Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves de la Armada, con base en Rota (Cádiz). Las F-80 están diseñadas para embarcar y operar los dos helicópteros pero normalmente sólo salen a la mar con uno. Salamero explicó que se había decidido embarcar a ambos helicópteros porque en este tipo de misiones los medios aéreos son "fundamentales. Todo lo que se identificar desde el aire y que el barco le llegue la información cuanto antes es vital", agregó. La unidad embarcada está al mando, en esta ocasión, de Adolfo Martín quien reconoció al diario que la decisión de embarcar los dos helicópteros aumenta de forma muy considerable las horas de vuelo y, por tanto, las capacidades de vigilancia y ataque y defensa del buque frente a otras embarcaciones en la mar.
Otra de las novedades de la configuración de la fragata española para esta misión es la decisión de la Armada de embarcar dos helicópteros SH-60B "Seahawk" LAMPS III de la 10ª Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves de la Armada, con base en Rota (Cádiz). Las F-80 están diseñadas para embarcar y operar los dos helicópteros pero normalmente sólo salen a la mar con uno. Salamero explicó que se había decidido embarcar a ambos helicópteros porque en este tipo de misiones los medios aéreos son "fundamentales. Todo lo que se identificar desde el aire y que el barco le llegue la información cuanto antes es vital", agregó. La unidad embarcada está al mando, en esta ocasión, de Adolfo Martín quien reconoció al diario que la decisión de embarcar los dos helicópteros aumenta de forma muy considerable las horas de vuelo y, por tanto, las capacidades de vigilancia y ataque y defensa del buque frente a otras embarcaciones en la mar.
El sistema de combate multipropósito de estas aeronaves, denominado "LAMPS" (por su acrónimo inglés "Light Aiborne Multipurpose System"), permite aumentar el alcance de los sensores de la fragata y posibilita al buque "ver" más allá del horizonte mediante la información que manda ka aeronave por enlace de datos ( "data-link"). El "data-link" es capaz de enviar y recibir datos en tiempo real, permitiendo a los operadores del barco observar en directo lo que captan los sensores del helicóptero.
Aunque originalmente fue diseñado prioritariamente para la lucha antisubmarina, la misión principal del LAMPS en la actualidad es colaborar en el establecimiento de la situación de superficie.
El SH-60B tiene un radio de acción máximo de 450 millas y un tiempo de permanencia operativa en vuelo de cuatro horas. Su radar "Texas Instrument AN/APS-124" es capaz de "barrer" una extensión de 160 millas en 360º. Igualmente, su equipo de medidas de apoyo electrónico (ESM) Raytheon AH/ALQ-142 proporciona inteligencia sobre las emisiones electromagnéticas presentes en el espacio de vigilancia.
Estos helicópteros llevan embarcados habitualmente tres tripulantes: un piloto, un oficial táctico y un operador de sensores. El oficial táctico es el responsable de la situación táctica y el control de la misión. Las F-80 cuentan con un sistema de anclaje que permite apontar y mantener estos helicópteros en la cubierta en condiciones de muy mala mar.
Algunos expertos han resaltado que es una pena que la Armada no haya decidido todavía de dotarse de Aviones No Tripulados (UAV) porque también hubieran sido de mucha utilidad para mantener grandes zonas bajo vigilancia a un coste inferior.
El buque, que quedará integrado dentro de la Operación Atalaya de la Unión Europea, lleva 210 tripulantes a bordo, entre la dotación del buque, personal de la unidad aérea embarcada y un trozo de abordaje de Infantería de Marina. De este personal, 40 son mujeres. La dotación de la fragata está compuesta por unos 180 miembros, de los cuales 15 son oficiales y 27 suboficiales. El resto pertenece a la Escala de Tropa y Marinería, que incluye a los cabos primeros, cabos y marineros.
El equipo de Infantería de Marina está especializado en misiones de seguridad, protección y operaciones de interdicción marítima. Todos sus miembros están destinados en el 2º Batallón de Desembarco de la Brigada de Infantería de Marina (Brimar). Estos infantes de marina, que han recibido adiestramiento en operaciones especiales, serían fundamentales en el caso de que se tenga de producir una identificación con abordaje o inspección o se proceda a la detención de piratas. Pueden operar desde embarcaciones o helicópteros.
La F-82 es uno de las dos fragatas de la serie 80 que primero han sido modernizadas por los astilleros Navantia para aumentar sus capacidades como plataforma y como sistema de combate. Por ejemplo, se ha incorporado el novedoso equipo de guerra electrónica Rigel; la sustitución del radar de navegación por uno LPI de baja capacidad de interceptación; el reemplazo de los equipos del interrogador amigo-enemigo y la instalación de un IFF modo 5; la sustitución de las consolas del CIC y del sistema de carga de programas; la instalación en el puente de una central meteorológica y de una consola de presentación de cartografía digital; la actualización del sistema de comunicaciones y del enlace por satélite SATCOM; la modernización del sistema de control de fuego MK-92; el reemplazo de la consola de control del cañón de 76/62 mm por un nuevo modelo de OTO MELARA o la retirada del sonar remolcado TACTASS (Tactical Towed Array Sonar System).
El buque también ha sido objeto de numerosas innovaciones para mejorar su habitabilidad y dotarla con nuevo sistema contra incendios, ampliar su capacidad de obtención de agua potable con una planta de osmosis inversa y de tratamiento de residuos, y transformar el conjunto de refrigeración para adaptarlo a los nuevos equipos instalados en locales como la radio o el Centro de Información y Combate (CIC). Especialmente importantes han sido las reformas en la planta eléctrica, pues los cuatro motores originales han sido reemplazados por otros MTU nuevos y se efectúa un recorrido de alternadores, integrando todo el conjunto en la plataforma existente y añadiendo cuadros de control de nuevo diseño.
Fuente: Infodefensa.com
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