Es el viaje que hacía desde Ushuaia a Mar del Plata. No descartan que haya habido un error humano.
Oscar Aguad, ministro de Defensa, junto al Jefe de Estado Mayor de la Armada, Marcelo Eduardo Hipólito, en el Comando de Operaciones Naval de la Base Naval de Puerto Belgrano a donde llegó al interiorizarse de la operación de busqueda del submarino ARA San Juan. Foto: Télam
El sumario administrativo dispuesto por el Ministerio de Defensa para “averiguar lo que pasó” con el ARA San Juan abarcará desde el inicio de su viaje final, con el foco en lo que sucedió entre su partida de la Base Naval Austral de Ushuaia y el 15 de noviembre, la jornada de la última comunicación y el sonido identificado como una presunta explosión. La investigación no incluirá el estado del submarino en la previa ni la pertinencia de la autorización técnica para salir, según altas fuentes del Gabinete con el argumento de que se le habían hecho pruebas antes de su partida.
Además, el Gobierno comenzó a evaluar la posibilidad de un “error humano” como una de las principales hipótesis del accidente que provocó la desaparición del San Juan, con 44 tripulantes a bordo.
“Quiero decir con mucha certeza que estamos ante una situación excepcional. Que nuestro primer recuerdo es para los hombres que van dentro del submarino y para las familias que están sufriendo la angustia de la espera”, dijo Oscar Aguad, en el Comando de Operaciones de Adiestramiento y Alistamiento, a 30 kilómetros de Bahía Blanca. A su lado estaba Enrique Balbi, el vocero de la Armada. “Hemos iniciado un sumario administrativo, que corresponde de acuerdo a la ley, para averiguar lo que pasó”, agregó el ministro de Defensa en su reaparición pública, luego de que Balbi acaparara la comunicación del caso.
El sumario arrancará desde la partida en Ushuaia, un dato relevante ante las controversias sobre el estado del submarino, la caída del presupuesto para Defensa en las últimas décadas (hasta llegar a menos de un punto del PBI) y presuntas irregularidades en la llamada reparación de media vida, terminada en 2014. La Oficina Anticorrupción abrió una actuación administrativa (ver aparte), al margen de su incidencia en la desaparición. “Es casi imposible que lo que pasó tenga que ver con eso. El San Juan hace dos años que navega y está comprobado que tenía autorización para salir”, dijo a Clarín una alta fuente del Gobierno, apoyado en “la prueba de 48 horas” al submarino en Ushuaia, antes de su último viaje, sin que presentara problemas.
Por un lado eventuales hechos de corrupción como sobreprecios no necesariamente afectan la reparación y el estado del San Juan; y en ese caso el macrismo no podría señalar exclusivamente a la gestión anterior, a casi dos años del cambio de Gobierno y la autorización técnica bajo su responsabilidad.
En su único discurso público sobre el tema, Mauricio Macri había señalado el viernes esa misma línea de argumentación al considerar “en perfectas condiciones” el estado de la nave. “Esto que ha sucedido va a requerir una investigación seria, profunda, que arroje certezas para entender cómo un submarino, al que se había llevado a reparación de media vida y que estaba en perfectas condiciones para navegar, sufrió aparentemente esta explosión”, aseguró el Presidente, y pidió no buscar responsables hasta “tener certidumbre sobre lo que pasó y por qué pasó”.
Con la investigación limitada a la salida desde Ushuaia, fuentes del Gobierno admitieron el margen acotado para conocer los motivos de la presunta explosión -se limitaría a las comunicaciones registradas hasta perder contacto-, salvo que se logre detectar y sobre todo rescatar el submarino para avanzar con las pericias. En ese contexto la Casa Rosada comenzó a manejar como hipótesis el “factor humano”, lo que descontaron generará una reacción de los familiares que ya expresaron bronca y reclamos a doce días de la desaparición sin rastros de la nave. “Ha habido un accidente y el tema es saber si se cometió alguna imprudencia, porque se trata de algo excepcional. En estos casos suele haber un error humano, es algo que marca la estadística. El ingreso de agua es algo excepcional y hay que determinar por qué pasó”, sostuvo a Clarín una alta fuente del Gabinete. Más allá del sumario administrativo del Gobierno, Marta Yánez -jueza federal de Caleta Olivia- quedó a cargo de la investigación de la desaparición del submarino.
Aguad negó que el ministerio de Defensa hubiera impulsado la apertura de 40 sumarios, como había trascendido de fuentes oficiales, y desestimó las internas con las autoridades de la Armada. “Somos un equipo. El comandante (Marcelo) Srur tiene absolutamente nuestro respaldo”, dijo en línea con la exigencia de Macri de concentrarse en la búsqueda de la tripulación y del submarino. “Había dudas, por la ansiedad. Ahora las quejas son pocas”, minimizaron los funcionarios los ruidos iniciales por la demora y las contradicciones en la información, sin que eso asegure la continuidad de la cúpula de la Armada.
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