Subió a razón de US$ 134 millones por día; en poder de inversores está el 39,6%. La deuda pública bruta total, que incluye las obligaciones contraídas aquí y en el exterior en pesos o moneda extranjera (y los cupones atados el PBI emitidos en la reestructuración de 2005), creció en US$ 49.137 millones en el último año (+19%) y alcanzó los US$ 307.295,6 millones al cierre del primer semestre, según informó el Ministerio de Finanzas al actualizar ayer esas cifras.
De este modo, este pasivo creció a razón de US$ 134 millones por día en los últimos 12 meses y es uno de los principales factores de explicación del sostenido aumento que, paralelamente, muestran las reservas del BCRA , que ayer marcaron un nuevo récord al cerrar en US$ 55.002 millones.
En el desagregado se observa que subió de US$ 275.446 millones a 293.789 millones en el año, incluyendo los bonos no presentados en canjes. Pero crece hasta los US$ 307.295 millones antes mencionados si se agrega lo comprometido en cupones PBI. Esto explica el creciente peso que el pago de intereses tiene en la partida oficial de gastos, al aumentar 79% en lo que va del año y llevarse consigo el 80% del gasto que el Estado consiguió al reducir subsidios.
El pasivo total (que no incluye los provinciales ni la deuda del BCRA) ya equivale al 56,2% del PBI, según un informe del Ministerio de Finanzas, y mantiene una progresión ascendente (significaba 38,7% en 2011, 53,5% en 2015 y 54,2% en 2016) que la está "haciendo crecer 1,6 puntos del PBI al año y se prolongará hasta el año 2020, momento en que se estabilizará y comenzará a descender", sostuvo el ministro Luis Caputo al presentar el proyecto de presupuesto 2018 al Congreso semanas atrás.
El informe detalla que poco más de la mitad (51%) de los US$ 284.881 millones adeudados a junio corresponde a compromisos tomados con el BCRA, la Anses y otros organismos públicos. Es decir, es deuda intraestatal que se considera refinanciable. Luego el 39,6% con compromisos asumidos por la emisión de bonos en manos de inversores privados. El resto se reparte entre deuda tomada con organismos internacionales (US$ 27.427 millones o 9,3%) y un remanente de US$ 2833 millones en bonos emitidos alguna vez y nunca canjeados o reclamados. En el reparto por monedas, 67,6% está en divisas y 32,4% en pesos.
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