Barry Rowlan tiene 55 años, es apartidario y posee un master en administración de la Universidad de Durham. (foto: gentileza Chronicle Live).
A casi cuatro meses del triunfo del Brexit en el Reino Unido, el gobierno inglés que mantiene el control de las Islas Malvinas anunció el desembarco del nuevo jefe ejecutivo del archipiélago, Barry Rowland. "Viene de las islas del norte de Inglaterra y lleva más de 30 años de experiencia en el sector público, con 15 años de los que estar en una serie de funciones corporativas con responsabilidades de alta dirección", aseguraron las autoridades británicas, según pudo saber ámbito.com.
El cargo público más reciente de Rowland fue director ejecutivo en un triunvirato al frente del Consejo del Condado de Northumberland. Northumberland es una región rural, ubicada en la frontera norte con Escocia, y famosa por las grandes llanuras montañosas, los castillos medievales y el uso de la gaita. Tiene unos 307.000 habitantes, casi 100 veces menos que la población isleña del sur argentino. "Rowland ha mejorado los servicios públicos y tenía una amplia gama de responsabilidades, incluyendo la seguridad ciudadana, contra incendios y rescates, la planificación y el desarrollo, la técnica y los servicios de primera línea", sostuvieron los ingleses en un comunicado oficial, : en referencia al agua potable, la luz y el gas, entre otros. Por esta posición recibió un salario anual que rondó los u$s 178.566.
El cargo anterior fue de presidente ejecutivo del municipio de Newcastle. Allí, según los kelpers, dirigió "el desarrollo económico de la ciudad, la renovación urbana y social". Ingresó en 1979 como aprendiz de administración y permaneció en el ayuntamiento más de 30 años hasta llegar a ser el intendente en 2009. Fue protagonista de una ola privatizadora de servicios que dominó la comuna, célebre en el auge del neoliberalismo en épocas de Margaret Thatcher. Desde ese puesto, "estableció una fuerte relación con el sector privado y trabajó en estrecha colaboración con las principales instituciones del sector público para ofrecer planes a la ciudad". Sin embargo, es apartidista. En el Reino Unnido se lo define como un "administrador".
El nuevo funcionario llega con el objetivo de conseguir la viabilidad económica de las Islas, luego que el Brexit dejara a los kelpers al borde de la quiebra por la caída de los beneficios contratos con Comunidad Europea, en materia pesquera e hidrocarburífera.
En 2012, Rowland renunció en Newcastle después de un enfrentamiento público con el jefe Consejo local, Nick Forbes. "La partida de Barry Rowland se produjo tras meses de escenas de tensión ocultas con los líderes políticos (del propio Consejo) que culminaron en una revisión independiente", afirmó en ese momento la prensa británica. Según los medios, un informe de gestión interno, denominado "Peer Challenge report", detectó que "las aspiraciones políticas del nuevo líder laborista (por Forbes) no habían sido objeto de seguimiento por los funcionarios del Consejo". Ese documento enfureció a sus detractores.
El periódico The Guardian publicó por esos días que Forbes forzó el desplazamiento Rowland por que buscaba "reinventar el concepto de servicios públicos en el siglo XXI, de una manera que coincida con los valores de la igualdad y la equidad, contratando cooperativas y nuevos modelos de prestación que protejan los servicios públicos esenciales de las fuerzas destructivas de la competencia en el mercado".
En ese marco, Forbes acusó a Rowland de ser un burócrata. "El Consejo ha tenido demasiadas prioridades en los últimos años, lo que provocó que se vaya de foco y se haga lento para responder a las necesidades de la gente, por lo que vamos a introducir una nueva estructura de gobierno político diseñado en acelerar la toma de decisiones y aumentar la responsabilidad política para cada uno", escribió el jefe del Consejo de Newcastle al despedirlo. Tras el escándalo, se fue de común acuerdo, con una indemnización de u$s 263.362.
"También tuvo responsabilidades más amplias en todo el noreste de Inglaterra para el transporte, incluyendo el desarrollo del ferrocarril y el metro subterráneo", agregaron los kelpers al anuciar su arribo.
Pero hay otra mancha en su currículum. En 2011 ocupó la primera plana de los diarios ingleses después de ser atrapado por exceso de velocidad por una cámara de control colocada por su propio gobierno.
El nuevo "Chief" de las Malvinas está casado con Lynne, que según se dijo, se instalará junto a él desde fin de año. Sus cuatro hijos mayores permanecerán en Inglaterra. Su objetivo será coordinar la tarea de los ministros consejeros y asistirá a los proyectos de los legisladores kelpers. Reemplazará a Keith Padgett, que se retira después de cinco años al frente del Consejo. El nuevo jefe fue seleccionado por el gobernador Colin Roberts tras entrevistar a cinco candidatos. Cobrará unos u$s 78.886 por su nuevo trabajo.
Al pisar el suelo isleño en disputa entre Inglaterra y la Argentina, el 3 de octubre pasado, Rowland hizo sus primeras declaraciones públicas. "Quedé encantado con la calidez y el espíritu de la gente que encontré y espero trabajar con interés en esta gestión, junto con los residentes y la comunidad empresarial durante los próximos años, hacia la construcción de un fuerte servicio público que pueda servir a la comunidad de las Islas Malvinas de ahora en más y en el futuro, y la creación de una economía sustentable más fuerte y mejorar la calidad de vida".
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