Mauricio Macri quiere aprovechar la buena onda que tiene con Cristina Kirchner
en el último tiempo, plasmada esta tarde en la tercera foto junto a
ella en un mes, para desempolvar una obra clave para la conexión de la
Ciudad con la zona sur del Conurbano.
El jefe de gobierno se entusiasmó con el demorado puente Roca-Patricios,
anunciado desde hace casi una década, el cual comunicaría con dos
carriles por mano la avenida Patricios en Capital con la avenida Roca,
en Avellaneda.
La idea es aliviar el tránsito del puente Pueyrredón, el cual se vuelve
caótico en horas pico y cuando sufre piquetes genera un desastre en la
zona. El ambicioso proyecto prevé la construcción de un puente giratorio
con un costo de 45 millones de pesos y tiene un plazo estimado de un
año para su terminación.
En 2006 el por entonces jefe de Gobierno porteño Jorge Telerman firmó
con el fallecido ex presidente Néstor Kirchner un plan para mejorar la
conectividad Ciudad-zona sur. El acuerdo incluía la mejora estructural
de los puentes, la apertura del Bosch (que volvió a funcionar en 2008) y
la construcción del puente Roca-Patricios.
En julio de 2010, Macri firmó un acta acuerdo de entendimiento con el
intendente kirchnerista de Avellaneda, Jorge Ferraresi, para construir
el puente y mientras esperaba que la Legislatura porteña lo rubricara
lanzó la licitación para que la empresa Autopistas de Buenos Aires
(Ausa) se encargara de la obra.
Sin embargo, un conflicto judicial tiene paralizada la obra. Es que en
octubre de 2010 el juez porteño Roberto Gallardo anuló una audiencia
pública para debatir el proyecto por un amparo presentado por la Cámara
Argentina de la Arena y la Piedra, que señaló que la construcción de la
mole afecta a sus intereses ya que los buques cargados de material no
podrán circular.
Pese al fallo de Gallardo, el juez federal de Quilmes Luis Armella avaló
dicha audiencia a pedido del Acumar, porque entendió que la
construcción del puente debía ser considerada como parte del proceso de
saneamiento del Riachuelo. La que debe decidir sobre el tema desde
entonces es la Corte Suprema de Justicia.
En este contexto, Macri, envalentonado por los gestos amigables de
Cristina Kirchner, que hoy inauguró a su lado la ampliación de la
autopista Illia luego de diez años de demora, espera que el kirchnerismo
lo acompañe también en esta obra y gestione en la Justicia con sus
operadores la luz verde para la obra.
Desde el gobierno porteño señalaron a LPO que la obra no figura en el
plan de obras que Macri quiere tener terminadas antes de finalizar su
segundo mandato, aunque señalaron que eso se puede deber a dos razones.
Una es que la obra se concrete luego de 2015 y la otra, acotaron, es que
las obras que se realizan junto a otras jurisdicciones no figuran en el
plan porteño de obras.
Como sea, el primer paso para el avance de la obra postergada se dará
mañana, cuando la comisión de Relaciones Interjurisdiccionales de la
Legislatura porteña tratará el acta de entendimiento entre la Ciudad y
el municipio de Avellaneda.
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miércoles, 4 de junio de 2014
Aprovechando la buena onda con Cristina, Macri desempolva el puente que uniría La Boca y Avellaneda.
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pida Mauri, pida que la señora esta dulce... jajaja
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