Por: Sergio Farella sfarella@infobae.com
En menos de un año desguazaron y robaron coches, durmientes y rieles para venderlos como chatarra. Según la investigación, fue un negocio de más de $4 millones
Fueron ocho meses de trabajo silencioso y bajo las sombras en los cuales una organización desguazó unos 700 vagones de las vías del ex ferrocarril Sarmiento, dos kilómetros de rieles y unos 1500 durmientes de un predio en Haedo, y los vendieron como chatarra haciéndose de un monto calculado en más de 4 millones de pesos.
Fue
el 16 de julio de 2008 cuando una funcionaria del Organismo Nacional de
Administración de Bienes del Estado (Onabe) dio la primera pista en una
comisaría de Morón. Aseguró que a partir de un llamado anónimo que
recibió en el organismo, y que ella pudo constatar luego, se estaban
desguazando vagones y todo tipo de material rodante en un predio
conocido como "Playa de cargas de Haedo", ubicado entre las vías del ex ferrocarril Sarmiento y las calles Rawson, Tres Arroyos y Remedios de Escalada.
El
juzgado federal a cargo de Jorge Rodríguez y el fiscal Sebastián Basso
comenzaron una investigación que tuvo su primer resultado inesperado. El
líder de la banda, Daniel Omar Pires, era nada más y nada menos que un ex funcionario del Onabe que ocupó hasta 2005 la Coordinación de Seguridad y Resguardo Patrimonial; en lugar de cuidar los bienes del Estado, se procuró un negocio ilegal millonario.
Lo
otro que sorprendió a los investigadores fue descubrir que no se
trataba de algo improvisado y aislado, sino de un negocio montado y con
una logística suficiente que comprendía unas veinte personas
("generalmente provenientes de las provincias del norte o de países
limítrofes con problemas de residencia"). Además, se detectaron
maniobras similares en los talleres ferrocarriles de Remedios de Escalada, en la provincia de Santiago del Estero y en Santa Fe.
Sobre
los hechos que tuvieron lugar en Haedo, en la investigación a cargo del
juez Rodríguez y la secretaria Constanza Pagani, el ex funcionario
Pires fue procesado como jefe de una asociación ilícita; y robo
en poblado y en banda, pero también se lo acusó por la muerte de un
obrero contratado para el desguace que falleció a raíz de que una
estructura de metal cayó sobre su cabeza.
Pires -según la investigación- utilizaba para blanquear los millones que arrojó el negocio ilegal la sociedad "Finca Alegranza", supuestamente
dedicada a la exportación de vinos. Según el juez Rodríguez, al ampliar
el procesamiento de Pires en diciembre pasado y al que accedió Infobae,
el ex funcionario se aprovechó de "haber mantenido fluido contacto con
diversos empresarios de la chatarra dado su desempeño dentro del ONABE
hasta el año 2005" .
Como
integrantes de la banda también fueron procesados además Daniel Caspe,
Alberto Acevedo, Juan Tolenti, Mauricio Luis Oliverio y Carlos Ramón
Roldán. Según los roles, Caspe, mano derecha de Pires, reclutó para el
trabajo a Acevedo y Tolenti.
En
tanto que a Oliverio y Roldán se los acusó de haber comprado ese
material robado, a sabiendas de su procedencia, y ponerlo a la venta en
sus respectivas empresas.
El juez Rodríguez aseguró que el único objetivo de los acusados fue "el robo del material ferroviario que el Estado Nacional reservaba",
y que tal fue la impunidad de los acusados que pese a la muerte de uno
de los obreros contratados para el desguace, prosiguieron con la
actividad ilegal hasta que el tema estalló en la Justicia.
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