Por Nicolás Wiñazki - Diario Clarín
Es un Cessna Citation. Lo hizo la financiera SGI desde Panamá.
La financiera SGI, rebautizada por sus habitues como “La
Rosadita”, usaba una sede en Panamá –un paraíso fiscal–, para hacer
operaciones internacionales de todo tipo. No sólo transfería dinero a
Suiza desde el país caribeño. La compañía también se refugió en las
leyes panameñas para comprar un moderno avión privado. Se trata de
Cessna Citation III con matrícula N955HG.
¿Para qué quería una financiera una aeronave así?
El ex dueño de SGI, Federico Elaskar, afirmó en charlas con periodistas que ese avión fue usado para transportar dinero en efectivo de la familia del empresario Lázaro Báez.
Fuentes que conocieron la intimidad de SGI, confirmaron que era tan grande el volumen de plata en efectivo que llevó a la firma el “valijero” Leonardo Fariña, que Elaskar decidió en el 2011 comprar un avión privado para ahorrarse los gastos en taxis áereos que estaba utilizando en la llamada ruta del dinero K. La nave volaba con el logo de SGI impreso en el fuselaje.
La operación de compra se realizó desde la SGI panameña. Esa sede de la financiera era manejada por Fabián Rossi, pareja de la vedette Ileana Calabró. Rossi está imputado en la causa Báez .
En declaraciones a los medios, minimizó el rol que ocupaba en “La Rosadita” de Panamá.
Clarín accedió a una constancia de transferencia bancaria que realizó SGI Argentina SA –la sede panameña de la firma– para pagar una de las cuotas de compra del Cessna Citation III por un valor de US$ 26.510. La empresa que era propietaria de esa aeronave era South Aviation. Este diario pudo saber que quien firmó la transferencia en nombre de SGI fue Rossi.
La SGI de Panamá dio como dirección de su sede a la oficina 15 B del complejo “Torre de las Américas”. En otro piso de ese edificio funcionaba también la consultora privada de Rossi, quien dijo que hacía allí trabajos que solo tenían que ver con el marketing de empresas.
Lo cierto es que la propia web que tenía la compañía panameña de Rossi, llamada V&R, aseguraba que la firma se ocupaba de todo tipo de operaciones en el Caribe.
Entre otras, se señala que se la podía contratar para recibir asesoramiento sobre “Sociedades Anónimas”. Otra variable que V&R le ofrecía sus servicios a los clientes era el de “Servicios Financieros”. La web de la consultora fue dada de baja ni bien estalló el escándalo de la ruta del dinero K, pero Clarín pudo rescatarla de internet. El sitio aseguraba que Rossi trabajaba en Panamá asesorando sobre los “beneficios impositivos de la región”; dando también un “Informe y Panorama Económico de la Región”; y se postulaba para realizar “Transferencias Internacionales”.
¿Para qué quería una financiera una aeronave así?
El ex dueño de SGI, Federico Elaskar, afirmó en charlas con periodistas que ese avión fue usado para transportar dinero en efectivo de la familia del empresario Lázaro Báez.
Fuentes que conocieron la intimidad de SGI, confirmaron que era tan grande el volumen de plata en efectivo que llevó a la firma el “valijero” Leonardo Fariña, que Elaskar decidió en el 2011 comprar un avión privado para ahorrarse los gastos en taxis áereos que estaba utilizando en la llamada ruta del dinero K. La nave volaba con el logo de SGI impreso en el fuselaje.
La operación de compra se realizó desde la SGI panameña. Esa sede de la financiera era manejada por Fabián Rossi, pareja de la vedette Ileana Calabró. Rossi está imputado en la causa Báez .
En declaraciones a los medios, minimizó el rol que ocupaba en “La Rosadita” de Panamá.
Clarín accedió a una constancia de transferencia bancaria que realizó SGI Argentina SA –la sede panameña de la firma– para pagar una de las cuotas de compra del Cessna Citation III por un valor de US$ 26.510. La empresa que era propietaria de esa aeronave era South Aviation. Este diario pudo saber que quien firmó la transferencia en nombre de SGI fue Rossi.
La SGI de Panamá dio como dirección de su sede a la oficina 15 B del complejo “Torre de las Américas”. En otro piso de ese edificio funcionaba también la consultora privada de Rossi, quien dijo que hacía allí trabajos que solo tenían que ver con el marketing de empresas.
Lo cierto es que la propia web que tenía la compañía panameña de Rossi, llamada V&R, aseguraba que la firma se ocupaba de todo tipo de operaciones en el Caribe.
Entre otras, se señala que se la podía contratar para recibir asesoramiento sobre “Sociedades Anónimas”. Otra variable que V&R le ofrecía sus servicios a los clientes era el de “Servicios Financieros”. La web de la consultora fue dada de baja ni bien estalló el escándalo de la ruta del dinero K, pero Clarín pudo rescatarla de internet. El sitio aseguraba que Rossi trabajaba en Panamá asesorando sobre los “beneficios impositivos de la región”; dando también un “Informe y Panorama Económico de la Región”; y se postulaba para realizar “Transferencias Internacionales”.
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