Por Hernán Cappiello - LA NACION
Atribuyen a grupos chilenos varios ataques cometidos en el último año; preocupa el aumento del poder explosivo
La Justicia investiga a una agrupación anarquista chilena por los atentados realizados con bombas caseras contra seis cajeros automáticos en la Capital. Por esos episodios, que comenzaron en agosto del año pasado, hasta ahora hay un solo detenido. También hubo ataques a otros locales y en otras ciudades. Uno de ellos causó este año la muerte de un empleado municipal de Cipolletti, Río Negro.
Las autoridades están muy preocupadas porque la célula está acrecentando su poder destructivo: las primeras bombas eran pequeños dispositivos caseros realizados con una garrafa de camping y pólvora colocada en una botella de gaseosa, pero la última -que la Policía Federal hizo detonar frente a un banco de Uruguay y Marcelo T. de Alvear- fue de mayor poder y contaba con una trampa cazabobos para que matara a quien quisiera desarmarla, dijeron a LA NACION investigadores del caso.
El artefacto, en este último caso, estaba armado con un matafuego o sifón relleno de pólvora y metralla que se accionaba con un dispositivo de detonación doble: uno químico y otro de relojería. Lo dejaron en el banco Francés situado en Uruguay al 1000 y avisaron por teléfono que había una bomba. "Era un trampa", dijo una fuente cercana al caso. Al ver la inestabilidad del artefacto, personal de la Brigada de Explosivos lo hizo estallar en lugar de desarmarlo; volaron vidrios y mampostería de los locales y casas cercanas.
Este último ataque, del 25 de agosto, y otro anterior son investigados por el juez federal Norberto Oyarbide. Su par Ariel Lijo concentra las pesquisas por los cuatro anteriores. La División de Seguridad Interior de Policía Federal está tras la pista de la agrupación autora de los ataques.
Los puntos en común de los ataques son el tipo de explosivos, los panfletos que los reivindican y el tiempo que pasa desde que son dejados en el lugar hasta que detonan: siempre unos cinco minutos.
En casi todos los casos, una brigada anarquista los reivindica mediante panfletos que dejan alrededor de la bomba; son distintos nombres del mismo grupo. Su debut en la Capital fue el 3 de agosto de 2009 en las oficinas de la línea aérea chilena LAN, en Cerrito y Paraguay. Ese ataque lo reivindicaron las Células Revolucionarias Brigada Mauricio Morales, que protestaban por la detención de Marcelo Villarroel y Freddy Fuentevilla, presos en Neuquén por tenencia de armas de guerra y con pedido de extradición a Chile por el asalto a un banco donde murió un carabinero. En diciembre de 2009, finalmente, fueron puestos en manos de la justicia chilena.
La brigada toma su nombre de Mauricio Morales, un anarquista de 27 años que murió el 23 de mayo de 2009, destrozado por una bomba que llevaba en su mochila cuando iba en bicicleta cerca de la Escuela de Gendarmería, en Santiago de Chile.
Tras el primer bombazo, funcionarios judiciales chilenos se entrevistaron aquí con jueces argentinos para intercambiar información: les dijeron que en Chile ya contabilizaban unos 80 ataques de este tipo. Los atentados prosiguieron en la Patagonia: hubo ataques en oficinas de LAN en Neuquén, esta vez reivindicados por panfletos de la Brigada Internacionalista Insurreccionalista Rebelde de Jacinto Araujo.
Progresión
- En la Capital, los ataques se repitieron en sucursales del banco Nación: el 17 de marzo, en Cabildo y Sucre, y el 30 de ese mes, en Lavalle al 500. En ambos, con bombas caseras.
- Para el Bicentenario, la Mauricio Morales se adjudicó la explosión en una sucursal del banco Ciudad, en Lavalle y Uruguay. El 4 de julio, una explosión en la sucursal Almagro del banco Francés dejó herida a una chica de 24 años. Esa vez, las Células Revolucionarias Brigada Andrea Salsedo se adjudicaron el ataque en Internet y lo vincularon con la muerte de tres jóvenes en Bariloche tras una represión policial.
- El 13 de julio, Liberación Total -se cree que es otro nombre del mismo grupo- colocó tres bombas caseras en Cipolletti, una de las cuales mató al barrendero municipal José Domingo Maciel. El hombre tocó con una escoba la bolsa en la que estaba el artefacto explosivo, que estalló. Para esa fecha, fue preso en Buenos Aires Juan Aliste Vega, supuesto integrante de la agrupación que con Villarroel y Fuentevilla habrían participado en el robo al banco en Chile.
- La última explosión se registró el 2 de agosto en el banco Santander Río de Villa Urquiza, en Triunvirato 4638. Este ataque es el que más preocupa hoy a las autoridades, por la gran potencia del explosivo usado
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