Un informe de la calificadora Moodys estima que en los próximos años la inversión del gigante asiático en América latina se incrementará en US$10.000 millones. En la foto, Mauricio Macri junto a Xi Jinping.
El crecimiento económico de China y la expansión de su clase media impactaron directamente en América Latina con mayores inversiones y más demanda por las materias primas que produce la región. Sin embargo, las inversiones chinas directas hacia este lado del mundo entre 2003 y 2016 solo sumaron el 13% de las inversiones totales del gigante asiático en el extranjero. Para los próximos años, según un informe de la calificadora Moody's, se espera que los inversionistas chinos comprometan al menos US$10.000 millones en gastos de capital en la región. Para la Argentina podría significar una entrada de capitales de US$500 millones, en base al porcentaje del total de inversiones chinas en el país en los últimos años.
El año pasado, la inversión directa extranjera total de China en la región alcanzó un estimado anual de US$25.000 millones, mucho mayor a los menos de US$2000 millones de 2004, según la oficina nacional de estadísticas de China. Además, entre 2003 y 2016 China invirtió US$110.000 millones en la región, aunque solamente Brasil atrajo el 56%. Lo siguieron Perú (17%), México (5%) y la Argentina (5%), porcentaje que significa que recibió aproximadamente US$5500 millones.
"La creciente inversión está respaldada por las bajas barreras de América Latina a la inversión extranjera, los bajos precios de los activos, especialmente en Brasil después de la recesión, ventajas en los sectores de productos básicos y una clase media en crecimiento", explica Moody's en su informe, que además destaca que las fusiones y adquisiciones representaron más de la mitad de la inversión total.
"En general, los inversionistas han preferido operar a través de compañías ya establecidas en mercados regionales para realizar grandes inversiones, pero las cantidades dirigidas a proyectos de infraestructura nuevos han aumentado considerablemente en los últimos años", señala.
Uno de los campamentos que instalados sobre el río Santa Cruz para la construcción de las represas Kirchner y Cepernic.
Históricamente, el interés chino en inversiones en infraestructura se centró en las rutas, el almacenamiento y los desarrollos portuarios necesarios para enviar hacia su país las materias primas de manera más eficiente.
"En los últimos años, los chinos demostraron un creciente interés en concesiones a largo plazo en el sector de infraestructura que respalda sus intereses nacionales, en particular aquellos que ayudan a expandir la gama de servicios y productos del país en mercados extranjeros, aumentar su presencia global en energía renovable y diversificar sus inversiones.
La tecnología china y el conocimiento de la industria desempeñarán un papel clave en la actualización de los activos de infraestructura y los servicios públicos en la región", dice el informe.
En la Argentina, las empresas chinas también expresaron un gran interés en el programa de energía renovable RenovAr y en proyectos relacionados con el agua. El informe de la calificadora destaca la profundización de la relación comercial del país con China con el acuerdo de inversión que firmó el Gobierno el año pasado, por US$30.000 millones. "Como resultado, además de su creciente participación en el sector energético, los inversores chinos en el país involucran proyectos que incluyen redes ferroviarias, trenes, minas de oro, extracción de litio y autos eléctricos", enumera.
Además, la petrolera estatal china Cnooc es dueña del 40% de Bridas, que a su vez el año pasado firmó un acuerdo con la británica BP para combinar los activos de Pan American Energy y Axion Energy. De esta manera, Cnooc tiene garantizado su acceso en las cuatro cuencas de hidrocarburos principales del país y una presencia en la formación Vaca Muerta.
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