Se cumplen 44 años del asalto de miembros del ERP a la guarnición en Azul. Encabezará este viernes la ceremonia, para recordar a los soldados caídos, el jefe de la fuerza, teniente general Diego Suñer.
El jefe del Ejercito, teniente general Diego Luis Suñer en el acto por el Dia del Ejercito Argentino. (Foto David Fernandez)
El Ejército realizará un acto este viernes, a las 19, al cumplirse 44 años del ataque a la Guarnición del Ejército en Azul, por parte de la guerrilla guevarista del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), con el objetivo de recordar al personal militar muerto en la defensa de los cuarteles.
La ceremonia plasmará un fuerte giro institucional del Ejército, respecto a la violencia de la década del 70: no sólo será encabezado por el propio jefe del Estado Mayor General, teniente general Diego Suñer, sino que será el primero de “una serie de actos programados cuya única finalidad es recordar a los caídos durante la defensa de cuarteles en período constitucional”, informó el Ejército.
Durante el kirchnerismo este tipo de homenajes estuvieron prohibidos.
Lo cierto es que ese ataque a las que eran las unidades más poderosas del país -el Regimiento 10 de Caballería Blindada y el Grupo de Artillería Blindada 1- se produjo el 19 de enero de 1974, durante el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón.
Organizado por el líder del ERP, Roberto Santucho y ejecutado en el terreno por Enrique Gorriarán Merlo, actuaron entre 100 y 120 guerrilleros. Murieron el jefe de la guarnición, coronel Camilo Arturo Gay, emboscado mientras se dirigía a defender los cuarteles, su esposa Hilda Irma Casaux, quien había sido tomada prisionera junto con sus dos hijos; y el conscripto Daniel Osvaldo González, que estaba de centinela.
Esa noche fue tomado prisionero el segundo jefe de la guarnición, teniente coronel Jorge Roberto Ibarzábal, que estuvo secuestrado más de 10 meses en una “cárcel del pueblo” y terminó siendo asesinado de un disparo (indefenso dentro de un armario metálico) cuando la policía interceptó la camioneta en que sus captores lo trasladaban, el 19 de noviembre del mismo año.
El acto tendrá otra particularidad. El Ejército reconocerá a los familiares de los fallecidos: a Juan Carlos Gay, hijo del coronel Gay e Hilda Irma Casaux, a los hijos de Ibárzabal; y a Inés González, hermana del conscripto González.
En octubre de 1993, Patricia Gay, la muchacha de 14 años que vio morir a su madre, se quitó la vida. Tenía 33 años. Los hijos de Ibarzábal son Silvia, vicepresidenta de Afavita (Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo) que hace años lucha por un reconocimiento a las víctimas de la guerrilla; y Roberto (h), que al ser secuestrado su padre tenía 10 años y hoy es coronel en actividad, y que hizo su carrera militar con bajo perfil.
El ERP quería hacerse de armamento, pero el ataque resultó un total fracaso. Tras horas de combates en la oscuridad de la noche, y la huida de los atacantes, el último dramático episodio se dio en la herrería, donde el ERP había concentrado a sus prisioneros: la esposa del coronel Gay, sus dos hijos Juan Carlos y Patricia y un amigo que pasaba las vacaciones con ellos.
Como reconstruyó Clarín en una investigación publicada un día antes de cumplirse 35 años del ataque, el 18 de enero de 2009: “En el interior de la herrería, los dos guerrilleros del ERP, Guillermo Altera y Santiago Carrara, intentan negociar con los defensores del cuartel. Quieren rendirse. Piden la presencia de un juez y de periodistas. "Se ordenó irrumpir", dijo a Clarín un oficial del Ejército que pidió reserva de su nombre.
"Las tropas toman por asalto la herrería, incluso entran por las claraboyas, y empieza un tiroteo que termina con la vida de la mujer de Gay y del guerrillero Altera. Carrara queda herido de gravedad”, relató. Carrara fue condenado a 15 años y estuvo en la cárcel hasta 1984, en que fue liberado por el 2 x 1 y terminaría viviendo en Alemania, desde donde negó responsabilidad en la muerte de la señora de Gay.
El ataque a Azul tendría enormes consecuencias políticas. Perón que había asumido tres meses antes, tomó el episodio como un desafío a su gobierno, como un ataque a las Fuerzas Armadas y como una afrenta personal. Cargó las culpas sobre el entonces gobernador de Buenos Aires, Oscar Bidegain y lo obligó a renunciar. La Provincia quedó en manos Victorio Calabró, de la UOM. En mensajes al pueblo y a los militares que defendieron Azul, vestido con su uniforme de teniente general, Perón habló de “aniquilar” y “exterminar uno a uno” a los guerrilleros a quienes calificó de “psicópatas”.
El Ejército anunció que habrá homenajes similares este año para recordar el ataque a la Fábrica Militar de Villa María, ocurrido en la noche del 10 al 11 de agosto de 1974, donde fue tomado prisionero el mayor Argentino del Valle Larrabure (que apareció sin vida tras un dramático cautiverio de un año); el ataque al Comando de Sanidad ocurrido el 6 de septiembre de 1973, donde murió el segundo jefe del Regimiento de Patricios, coronel Raúl Juan Duarte Ardoy; y el 5 de octubre se recordará a los muertos durante el ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29, por parte de Montoneros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.