Un mercado de 1300 millones de personas con una clase media creciente no puede pasar desapercibido para ningún exportador. Para describir la relación de la Argentina con China, Negocios con el Mundo contó con la presencia virtual de Diego Guelar, embajador en el país asiático desde diciembre de 2015. "Sin lugar a duda, estamos en su agenda estratégica", comenzó el funcionario.
¿Cuáles son los principales puntos de esa agenda con la que China se interesa por la Argentina? El embajador señaló tres: agroindustria, porque los chinos necesitan alimentos y los argentinos los tienen; infraestructura, "porque ellos tienen empresas con tecnología importante y créditos para aplicar, y nosotros necesitamos ambas cosas"; y minería, donde el país asiático también es deficitario y la Argentina tiene posibilidades.
Guelar indicó que la Argentina tiene esas posibilidades "a pesar de que no se hayan dado las condiciones políticas y de estabilidad para una inversión intensiva". Añadió que, en el último año y medio, sí están esas condiciones y que el sector minero será una herramienta de crecimiento muy importante para el país.
Los inversores chinos aún tienen sus reparos. El histórico, señaló el funcionario, es el default de 2001, del que la Argentina salió definitivamente el año pasado. "Ver una Argentina cíclica, que va de un lado para el otro, le ha causado mucho deterioro a la credibilidad del país. Esto en particular sucede en Estados Unidos y en Europa. En China tenemos un crédito muy importante abierto y, por lo tanto, vamos a ver que ya hay una gran reacción muy positiva en lo financiero y en lo económico", dijo. En ese sentido, anunció que el Banco de China le comunicó oficialmente la decisión de instalarse en la Argentina, lo que calificó como "una nueva muestra de confianza".
Guelar no pudo dejar de hablar de la oportunidad de ser "supermercado" para un país de 1300 millones de habitantes. ¿China está preparada para el agregado de valor argentino? Sin lugar a duda, dijo el embajador. "Nosotros tenemos que hacer un gran trabajo de limpieza mental y cultural: la China pobre, aislada y barata no representa a la contemporánea, especialmente a su clase media de 300 a 400 millones de habitantes, que son el mayor mercado del mundo y donde se reclama por productos extranjeros", explicó. Para llegar a ese mercado, Guelar afirmó que todavía falta desarrollar la logística de la exportación.
"Es un término muy en boga y lo estará aún más en los próximos años. Quien compra por e-commerce pretende que los productos que adquiere, muchas veces frescos, a través de la computadora o del celular, lleguen ese mismo día a su casa. La logística de la exportación quiere decir adquirir o alquilar depósitos en algunas de las 11 zonas francas que hoy tiene China para tener los bienes listos para entregarlos a los supermercados y a los hogares", explicó.
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