Es la base aérea más grande que tiene Estados Unidos en Medio Oriente. Con capacidad para albergar a más de 10.000 efectivos, Al Udeid juega un papel fundamental en las operaciones militares estadounidenses en la región, incluyendo la lucha contra el autodenominado Estado Islámico (EI).
Sin embargo, el futuro de esta instalación ubicada al suroeste de Doha, la capital de Qatar, podría verse comprometido por la disputa diplomática surgida esta semana entre este pequeño emirato y siete países árabes. Arabia Saudita, Egipto, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Yemen, Maldivas y Libia han roto relaciones con Qatar, al que acusan de generar inestabilidad y de respaldar a grupos terroristas, incluyendo al autodenominado Estado Islámico (EI) y a Al Qaeda, algo que Doha niega rotundamente.
Las tensiones entre estos países se han cocinado a fuego lento durante varios años. La lista de agravios es extensa y variada: desde las relaciones cordiales de Qatar con Irán, hasta el papel de su cadena de televisión Al Jazeera en aupar las protestas antigubernamentales durante la Primavera Árabe, pasando por su apoyo a grupos considerados como "terroristas" como los palestinos de Hamás o los Hermanos Musulmanes de Egipto.
Hasta ahora, uno de los factores que había mantenido las tensiones bajo control había sido el interés del gobierno de Estados Unidos en alistar a todos estos países en su guerra global contra el terrorismo y concretamente en el combate a EI.
Ya no más. Con la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump aparentemente se han abierto unas grietas en ese muro de contención. Este martes, el mandatario estadounidense publicó en su cuenta de Twitter una serie de mensajes en los que parece atribuirse el crédito por la decisión tomada por Arabia Saudita y los demás países. "Durante mi viaje reciente a Medio Oriente declaré que no podía seguir habiendo financiamiento de ideologías radicales. Los líderes señalaron a Qatar. ¡Miren!", dijo. "Es tan bueno ver que la visita a Arabia Saudita con el rey y (otros) 50 países ya está dando resultados. Ellos dijeron que asumirían una línea dura sobre el financiamiento. Quizá esto será el principio del fin del horror del terrorismo", agregó en mensajes posteriores.
La implicación del mandatario en la disputa con Qatar podría generar dificultades para la permanencia de las tropas estadounidenses en ese país. Un funcionario del Departamento de Defensa dijo a The New York Times que antes de que se iniciara esta crisis diplomática, Qatar les había dado garantías de que Estados Unidos no sería expulsado de la base de Al Udeid. Eso, sin embargo, fue antes de que Trump decidiera tuitear sobre el tema. Pero, ¿por qué es tan importante Al Udeid?
Operaciones e inteligencia
Esta base aérea alberga a unos 10.000 efectivos estadounidenses y es el lugar desde donde se planean y ejecutan los ataques contra EI. Complejo desde donde se gestionan las operaciones militares estadounidenses en Al Udeid. Desde las instalaciones en la base de Al Udeid se planifican las operaciones de la coalición que lucha contra Estado Islámico.
Allí está la sede del Centro de Operaciones Aéreas Conjuntas (CAOC, por sus siglas en inglés), desde el cual se realiza el comando y control de las operaciones aéreas en Irak, Siria, Afganistán y otros 17 países. Desde el norte de África, cruzando por todo Medio Oriente, su alcance se extiende hacia Asia Central y del Sur, según se informa en su página web. Este complejo acoge a oficiales de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, así como a miembros de la coalición internacional.
La construcción del CAOC se inició en 2002 y tuvo un costo de US$60 millones, lo que incluyó la instalación de 107 kilómetros de cables de fibra óptica de alta capacidad. Se trata del centro de operaciones más avanzado de la historia, según indica el propio CAOC. "Mantener estos sistemas funcionando requiere de centenares de personas trabajando en comunicaciones satelitales, análisis de imágenes, diseño de redes, programación de computadoras, sistemas de radio, sistemas de administración y muchos otros campos. Con miles de computadoras, decenas de servidores, equipos de video y grandes pantallas, la instalación parece el set de una película futurista", se describe en la página del CAOC.
Estas instalaciones resultan fundamentales para realizar bombardeos de precisión; labores de inteligencia, vigilancia y reconocimiento; transporte aéreo; proveer de combustible a los aviones en pleno vuelo; realizar evacuaciones médicas, entre otras. Esta base también es un importante centro de recolección de inteligencia para Estados Unidos en Medio Oriente.
La construcción del Centro de Operaciones Aéreas Conjuntas se realizó en 2002. Al Udeid es sede de una de las unidades más grandes de la Fuerza Aérea estadounidense con más de 100 aviones. Desde allí despegan bombarderos B-52, cazas F-16, así como aeronaves de reconocimiento y aviones para abastecimiento de combustible, entre otros. Es también el lugar donde se realiza la coordinación con Rusia para evitar conflictos accidentales entre los aviones que sobrevuelan el espacio aéreo de Siria e Irak.
Una instalación mil millonaria
La base aérea de Al Udeid cuenta con la pista de aterrizaje más grande de Medio Oriente con una longitud de unos 3.750 metros.
Los bombarderos B-52 usados en Irak y Siria despegan de la base aérea de Al Udeid. El gobierno de Qatar la construyó con fondos propios en la década de 1990 y tuvo un costo aproximado de unos US$1.000 millones. Su idea era construir una instalación lo suficientemente atractiva como para convencer a Estados Unidos de operar desde allí. Esa propuesta funcionó. En 2002, Washington comenzó a transferir equipos desde la base aérea Príncipe Sultán en Arabia Saudita hasta Al Udeid.
Mutua conveniencia
La presencia de fuerzas estadounidenses en Al Udeid ha sido hasta ahora una garantía de seguridad para Qatar. En este momento ese puede ser un factor de moderación de la reacción qatarí ante la implicación de Trump en la disputa.
En un análisis publicado la semana pasada que parecía anticipar esta crisis, la vicepresidenta de Análisis Global de la consultora Stratfor, Reva Goujon, señalaba que la reacción de Qatar a lo que se estaba gestando dependía en gran medida de cuán lejos llegara Estados Unidos en su apoyo a la jugada de Arabia Saudita y de los Emiratos Árabes Unidos.
"Doha no puede sobrevivir en este vecindario sin un agente externo que garantice su seguridad (…). Qatar no puede darse el lujo de sacrificar las garantías de seguridad estadounidenses", apuntaba.
Para Washington, sin embargo, la cooperación de Qatar y la posibilidad de disponer de la base de Al Udeid también es un elemento importante.
Jeff Davis, un portavoz del Pentágono, pareció intentar quitar importancia a la disputa después de la publicación de los tuits de Trump. "Considero que ellos son anfitriones de nuestra muy importante base en Al Udeid. No tenemos intenciones de alterar nuestras operaciones actuales en Qatar ni en cualquier otro lugar del Consejo de Cooperación del Golfo", dijo en declaraciones citadas por The New York Times.
Mientras tanto, más allá de Washington, la presión sigue acumulándose sobre Doha. Este martes, el gobierno de Jordania anunció que reduciría el nivel de su representación diplomática en el pequeño emirato. Qatar debe ahora decidir su próximo paso.
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