En los cinco años sobre los que se proyectan estas estimaciones, el total de gasto en armamento ascendería a 25.400 millones de dólares.
El documento analiza que el país sudamericano empleará el 91,4% de los ingresos del presupuesto de Defensa en gastos, del cual el 50% se destina a pensiones de personal militar retirado.
Brasil mantiene estables y amigables relaciones con los países vecinos y no se atisba ningún conflicto con otra nación desde hace 50 años. Los requerimientos de Seguridad y Defnesa se basan en la protección de recursos naturales de la minería ilegal, deforestación y tráfico de drogas.
El Ministerio de Defensa de Brasil, continúa el análisis, tiene como objetivo la disminución de la dependencia de equipos procedentes de países extranjeros y está realizando esfuerzos para aumentar las capacidades domésticas. Un proceso en el que se está creando firmas locales con tecnología y equipos que pueden integrar en sus actuales sistemas.
El país ha asistido al desarrollo de su industria aeronáutica y continúa proveyendo a las fuerzas de Defensa brasileñas de avanzados helicópteros de ataque, aeronaves de ataque ligero y de transporte militar.
Se espera que Brasil sea clave en las áreas de cazas, barcos petroleros, submarinos, comunicaciones satelitales, vehículos blindados, equipos para soldado, aeronaves de transporte y software. En general, Brasil se conforma como un mercado con atractivas oportunidades en el periodo estudiado.
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